Min Yoongi y Park Jimin son dos personas completamente distintas, uno con mucho dinero mientras que el otro no tanto, pero vive estable, uno con muchos problemas en las calles, otro un poco inocente y con amor por las fiestas, pero había algo que te...
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Yoongi había comenzado su noche normal, vendió las drogas como le tocaba, luego de eso los mismos hombres de siempre llegaron a fastidiarlo llevándoselo después de haberlo golpeado un poco, se arrastró en el suelo por los golpes que le habían proporcionado nuevamente.
—Sabes, Agust, no me gusta que me mientan —Han Min Sun habló.
—No se de que demonios me hablas ahora —Habló.
—Tráiganla —Demandó, Yoongi miró a aquellos hombres salieron de la habitación y volvieron a entrar empujando a Seulgi. —Veamos, mi querida Seulgi te ha estado viendo mucho y ayudando, en lugar de trabajar como debía, por eso se le debe castigar —Dijo.
—Déjala en paz, Han Min Sun —Yoongi le exigió.
—¿Quién eres para darme ordenes? —Preguntó, cogió un bastón dándole un golpe en las costillas. —Te mereces ir nuevamente a la habitación de hierro como castigo. Ahora Seulgi, cuéntame que sabes de Agust que estas ocultando —Le pidió.
—No sé nada —Mintió.
—Respuesta equivocada, sujétenla —Pidió.
Yoongi sabía que han Min Sun seria capaz de hacerle cualquier cosa a Seulgi, sobre todo abusar de ella en ese momento mientras los otros gorilas la tenían sujeta, así que sacó a duras penas fuerza para levantarse e irse contra él y darle un puñetazo en la cara, pero este no tardó en devolverle el golpe manchando su traje de sangre en las mangas.
—¡Maldito! —Una patada tras otra fue recibiendo Yoongi en esos momentos. —Nadie te pidió que la defendieras —Dijo.
Yoongi sabia bien que todo eso era porque Seulgi no había querido decir su verdadero nombre, porque una cosa era que Han Min Sun no sabía cual era el verdadero nombre de Agust, Seulgi lo había sabido por casualidad y así mismo lo ocultó.
—¡SUELTENME MALDITOS! —Seulgi gritó.
—Ya que te gusta mantenerte calladas las cosas así te mantendremos —Dijo.
Sacó una navaja del chaleco de su traje y Seulgi gritó cuando notó lo que haría, pataleó un poco en esos momentos cuando le metió la mano a la boca sosteniendo su lengua que no dejaba de moverse y con la navaja la cortó, Yoongi miró sin poder hacer algo en esos momentos, Seulgi gimió mientras su boca botaba sangre y sus lágrimas se perdían.
—Llévala al prostíbulo, que la limpien y pongan a trabajar —Habló
—¿Qué hacemos con él jefe? —El otro gorila preguntó.
—La diversión para nuestro querido Agust será mucho más grande, tres dosis de la droga y la explosiva, en definitiva, la explosiva —Habló con una sonrisa macabra.
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