OO3.

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La pelinegra dejo al minino tembloroso en su mesa de noche, buscando con prisa alguna toalla hasta que después de revisar con apresuro entre los cajones y closet, alegremente se dispuso de una con estampado de corales. 

YoonGi se chispeó, saltando rápido hasta clavar sus pequeños dientes en la tela de algodón, y haló de ella con la intención de evitar lo que quería hacer su dueña.

—¡Yoon! ¡¿Qué crees que haces?! —emitió Lea con molestia, arrugando el medio de sus finas cejas— ¡Suelta, gato malo! —exclamó.

El minino blanco ante oír aquello chillo en su interior, bajando sus orejas.

P-pero, es mi favorita. —quiso defenderse, en un ligero maullido.

La chica solo siguió de largo, posando la toalla en el cuerpo del felino y froto de ella hasta mancharla por completo de barro. El gatito callejero chilló por el repentino movimiento, mas ronroneó un poco al recibir carias luego.

—Cosita hermosa… —le acarició detrás de la oreja, acercando su rostro al minino con cariño.

Yoon Maulló con celo, sacando sus afiladas garras.

Después de un restriegue el minino había dado a notar su pelaje de un tono amarillo naranja, con pequeñas rayas en su cuerpo de un color café claro, el cual con anterioridad parecía ser por completo marrón a causa del lodo.

Ella es mía, animal de calle —chilló YoonGi, dirigiéndose al naranjo, quien después de escuchar chilló atemorizado.

—¡YoonGi! —la peli-negra le reprendió.

Sonrió acercándose a su minino gruñón, tomándolo entre sus brazos y dejo un beso casto en su cuello, repartiéndole mimos en su lomo. YoonGi ronroneo satisfecho, observando con un deje de superioridad al contrario.

Es mía, Nótalo —alzó su cabecita con altivez.

El naranjo bajo su cabeza con pena, había llegado a pensar que por fin obtendría un nuevo hogar, no obstante, todas aquellas esperanzas se comenzaron a esfumar.

Lea se sentó en su cama, dejando a Yoon descansar en su lomo y notó como el minino naranjo no se movía permaneciendo en el mesón casi estático. Lo tomo acercándolo, posando sus patitas sobre la acolchonada superficie he inconsciente empezó a acariciar a ambos mininos con sus manos.

Pensativa se detuvo, dando un ligero brinco que altero a los dos mininos.

—¡Hobi! —exclamó contenta—. Serás, HoSeok, ¿te gusta? —declaró.

El minino naranja maulló extrañado, acaso… ¿Lo estaba nombrando?

—Bienvenido a mi familia, Hobi. —le dirigió una mirada cargada de amor.

Si el minino no tenía familia ¡Que mejor que adoptarlo! Ella no tenía problemas por aceptarlo.

Le dio un fuerte abrazo, escuchando maullidos de su otro minino a los cuales decidió ignorar, puesto que seguramente serian quejas. Y que razón tenía Lea.

Lo dejo sobre sus muslos, a un lado del blanquecino, dándole carias a ambos mininos.

—Demonios —chilló Yoon, pensando seriamente si había sido buena idea o no abrirle sus puertas al gato.

(♡)

Nota: la foto al inicio es una referencia de como sería Hobi.

Gato Gruñón © YoonSeokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora