OO7.

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-Miau... Miau, miau. Miauuu.

Anhelaba intensamente poder expresarle todas sus preocupaciones a su adorada dueña, Lea, no obstante, las barras del lenguaje volvían a jugarle una mala pasada.

La chica se hallaba cocinando, yendo de un lado al otro por la barra de la cocina mientas su felino la seguía, escuchándolo maullar infinidad de veces.

-¿Si los humanos no lo cuidan bien o se olvidan de Hobi? -emitía con angustia el mamífero.

Lea busco por la alacena, comprendiendo a su blanquecino minino.

-Yoon, él estará bien, ¿Sí? Solo confía en mi-acarició el pelaje de su gato-, pareciera que mis dos gatos salen-bromeó lavando sus manos para regresar al trabajo.

Ese día los humanos TaeHyung y NamJoon se habían llevado a su HoSeok a un lugar llamado veterinario, separándolos a ambos solo para un chequeo o eso habían comentado. No era nada grave, no obstante, eso no privaba que el minino blanco estuviese preocupado, casi, histérico

YoonGi calló viendo imposible poder comunicarse amenamente con su dueña.

(♡)

Las horas pasaron y fue una tortura para el minino blanco esperar la llegada del naranjo, tratando de dormir un poco en el sofá sin lograrlo.

Casi saltó cuando escucho el timbre de la casa sonar, meneando sus bigotes y cola hasta ver como la gran madera fue abierta.

NamJoon llegaba cabizbajo mirando como si hubiera algo importante en el suelo, tomado de la mano del humano castaño quien con pena observo al gatito en el piso maullando.

-¿Cómo fue? -se asomó la dueña de los mininos con una sonrisa en el marco de la cocina. La cual fue borrada por completo al notar el rostro sombrío de NamJoon, con pequeñas lágrimas decorando sus rojizas mejillas.

YoonGi no entendió que estaba pasando, pero, solo quería ver al naranjo y aun buscando, no conseguía encontrarlo.

-¿Qué paso? -preguntó la mujer con el ceño fruncido, sus ojos ya cristalinos.

El gato blanquecino maulló exigiendo alguna respuesta, siento tomado por la chica, sintiendo como Lea se aferraba apretando un poco su peludo cuerpo.

-Perdón, es que estábamos en el veterinario y salto de los brazos de Taehyung, intentamos atraparlo, pero huyo por un callejón sin espacio y no logramos verlo más... -explicó NamJoon, encarando a la chica con pena-. Hemos buscado toda la tarde, pero, nada.

-Fue mi culpa, lo siento. -interfirió un sollozante Kim.

NamJoon lo tomó entre sus brazos, esperando la reprimenda de la peli-negra.

-Esta bien -suspiro cansinamente, sin querer preocupar a sus demás-. HoSeok es de la calle, siempre sale y conocerá el camino para regresar, estoy segura -los jóvenes asintieron, querían reclamar, pero, la mirada de la peli-negra los obligaba a callar-. Ya casi esta la cena, vamos a la mesa.

Dejó al minino con suavidad sobre su cama, brindándole varios mimos sobre su pequeña cabeza antes de dejarlo solo en la habitación.

-¿Miau? -maulló deseando alguna explicación, más lo que obtuvo fue el silencio de la recamara.

Gato Gruñón © YoonSeokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora