Se supone que llegue a Londres con una beca a estudiar a cumplir mi sueño, pero de un momento a otro me encuentro metida en medio de esos dos hombres los hermanos Jones, pero porque conformarme con uno cuando puedo tener a los dos para mí sólita.
En una mansión fuera de la cuidad había un hombre sentada en su oficina viéndo unos papeles se veía muy concentrado leyendo y firmando algunos papeles y también tiraba otros en un basurero que tenía cerca, después de un buen rato se puso de pie bajo salió de la oficina y bajo unas escaleras abajo entró en una cocina la cocina era amplia y hermosa una cocina que podría enamorar a cualquier amante de cocina puso agua a calentar para preparar un café cuando terminó de preparar su café se fue a la sala de estar que también era muy grande y demasiado grande para dos personas se sentó en el sofá con su café en mano mientras tomo un sorbo de esta.
—A esta hora está tomando café— Dijo alguien.
—No es tu asunto, mejor Cuéntame cómo te fue allá– preguntó sin paciencia.
—Mama estaba enojado porque no fuiste allá ya sabes cómo es, y Ava no se veía contenta ya sabes cómo se pone cuando tiene algo en mente.
—No estoy preguntando por eso ya hablé con mamá y le dije que estaba ocupado y que no podía ir, estoy hablando de ella como te fue.
—No muy bien porque no era el mejor momento al parecer ella tiene algún problema, pero hablé con ella aunque no mucho mañana te tendré una respuesta.
—Mas te vale Máximo Jones porque ya me está acabando la paciencia pasaron dos meses y aún ni siquiera as hablado con ella.
—Magnus Jones fuiste tú quien dijo que debería investigarla primero para lo que pasó la otra vez no volverá a repetir y eso es lo que hago, y además no tengo la culpa de que la chica nunca sale.
—Bueno esta bien solo tráela ante mí lo antes posible ya te dije que es lo que estamos buscando y quiero que sea nuestra ya.
Se puso de pie tomo la taza que tenía el café y se fue de vuelta a la cocina lo puso en la fregadero y se fue otra vez volvió a su oficina pero esta vez no estaba trabajando más bien esta viendo una foto de una chica que estaba en una tiend miró fijamente la foto — Pronto vas a ser nuestro tierna conejita no puedo esperar a verte en un disfraz de conejita y se que a Máximo le encantará igual que a mí— volvió a poner la foto en su lugar se puso de pie y salió de la oficina entró a una habitación se dispuso a quitarse la ropa y ahí uno puede darse cuenta que Dios si tiene favorito es alto de 1.90 cabello negro ojos marrón tiene un tatuaje en la espalda un mentón marcado y una mandíbula definida un rostro atractivo ya saben lo que dice es sinónimo de Juventud, entró en la ducha se dispuso a bañar y después de un rato salió y se tiró en la cama.
En otra habitación Máximo Jones estába haciendo lo mismo el también es un hombre joven y guapo las personas suelen decir que los hermanos Jones es la envidia de muchos hombres y el sueño húmedo de otros tienen ese no se qué, que hace que tanto mujer y hombre quieren estar con ellos aunque sea solo por brillar.
Zenobia
Llegué a en la residencia con Lyli y solo me quité el tacón que y me lancé a la cama aún no podía quitar a ese hombre de mi cabeza como me miró me dio un escalofrío recordar nunca me había pasado algo así antes es la primera vez que tengo esa sensación y no sabía que era le conté a Lyli lo que me pasó y lo de mi mamá ella quería darme el dinero pero yo no quería su dinero quería una amistad sin dinero en el se que solo quería ayudarme por eso le conté lo del hombre ella dijo que quería ir conmigo y es lo único que quiero de ella que fuera mi amiga aún cuando le dije que no se preocupara me dijo que no iba a dejarme ir sola a este lugar que ella se iba a quedar a parte pero estará ahí para supervisarme no se me sentí tan conmovidas nunca antes alguien se había preocupado por mi pensando en eso me hizo levantar de mi cama a ir a la de ella la abracé y le di un beso en la frente.
—Gracias por preocuparte por mí– susurré no se porque me siento emocionada.
—De que hablas para esto están los amigos.
—Lo se pero te quería agradecer de todas maneras.–La di un último abrazo y me fui a mi intentando dormir por supuesto pero en serio esa voz y esos ojos no le hacen justicia a mi sueño y también pensaba en que pasaría mañana y sin darme cuenta me quedé dormida pensando en el Adonis.
Magnus Jones
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