Prologo: Otoño

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DISCLAIMER: NI NARUTO NI SNK NO ME PERTENECEN.

Guía de lectura.

"Hablar normal"

"Dialogo Japonés"

"Jutsu"

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Lo primero que recordó fue caer.

Le dolía mucho el cuerpo, especialmente el estómago, y podría asegurar que tenía el hombro dislocado y un tobillo torcido. ¿Cómo supo ella esto? Oh, ella era una ninja médico, si, era por eso. Sus brazos temblaban por el dolor contenido y ni hablar de las palpitaciones constantes en la parte posterior de su cabeza que, aunque no representaban peligro alguno para su vida, si le estaban incomodando hasta el punto de provocar un gemido.

El suelo era blando y podía sentir el sol golpeando las partes de su cuerpo que no estaban cubiertas por la sombra. Tan pronto decidió abrir los ojos estos se llenaron de lágrimas (debido a lo rápido que había realizado dicha acción) una vez tuvo la capacidad de enfocar las cosas se dio cuenta de los frondosos árboles que la rodeaban y que ahora observaba con fascinación.

Los mismos le recordaban algo, o más bien un lugar, pero en estos momentos nada llegaba a su cabeza. La falta de conocimiento la irritaba, pero sabía que este momento no era el indicado debido a que tenía cosas de las que preocuparse en ese momento.

Se levantó con cuidado, lo menos que quería era empeorara sus heridas. Estaba consciente que cualquier otra persona normal no hubiese podido ni moverse por el dolor que estas provocaban, pero se las arregló para manejarlo bien. Algunos podrían decir que el dolor es mental, pero... ella sabía y estaba segura que tenía una alta resistencia al dolor debido a su entrenamiento como Kunoichi.

Ah, ahí estaba. Ella era una Kunoichi, juró defender....

Mierda, no lograba recordar nada más, parecía que sus recuerdos se detenían allí, o al menos esa era toda la información que había podido recuperar en ese momento. Su nombre, sin embargo...

Su nombre era Sakura, aunque no podía recordar su apellido, incluso después de haber intentado y probado con varios en su mente ninguno de ellos le sonaba familiar. Eso la hizo fruncir el señor momentáneamente, lo importante es que ahora recordaba algo por lo que se encogió de hombro restándole importancia, o al menos lo intentó antes de que el dolor la hiciera hacer una mueca.

Aquello le hizo recordar que sus heridas necesitaban urgentemente de un tratamiento, puso su mano a la altura de sus costillas y dejó que su subconsciente dirigiera sus momentos, ya que para empezar no recordaba muy bien cómo utilizar el ninjutsu médico. La familiar luz verde la relajo y logró aliviar su cuerpo, pero entró en pánico cuando la luz se desvaneció casi de inmediato. Con ella también se fue todo el alivió que sintió y muy pronto su cuerpo se sintió pesado nuevamente, se maldijo a si mismo por no darse cuenta de su agotamiento de chacra, ante todo.

Más que no reconocer la sensación de agotamiento era que no había logrado recordar cómo se sentía y con este pensamiento cayó en un sueño profundo.

La próxima vez que se despertó estaba en un lugar mucho más suave, posiblemente en una cama. Sintió la presión de las vendas que cubrían sus costillas y su tobillo lastimado, también percibió que las palpitaciones en su cabeza habían desaparecido y el dolor de su hombro había mermado.

Sakura abrió los ojos y no se sorprendió que lo primero que observaba era un techo de madera, el cuarto en donde se encontraba era iluminado por la luz que se filtraba a través de la pequeña ventana de la habitación, debido a su entrenamiento logró intuir que por la forma en que el sol se encontraba posicionado era la media mañana, muy posiblemente alrededor de las nueve, lo que significaba que se había desmayado durante al menos un día. Cosa que también le confirmo su reserva de chacra debido que ahora se encontraban con niveles muchos más altos.

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