Incendio de amapolas

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Su sonrisa a pesar de que era opaca... Era real, ¿Lo disfrutaba? No lo sé.

Su pupila estaba dilatada... Al parecer ese dolor le hacía gracia; me lleno tanto de odio que clave un destornillador dentro de su ojo, su grito casi me rompe los tímpanos; luego solo sonrío burlonamente, soltó el encendedor y las cenizas llegaron...

Relatos de un locoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora