Podía verlo, siempre desde lejos, su mirada se trataba de conservar en calma, pero se veía desesperación dentro de ella. Siempre quise acariciar sus labios, quiero saber que tan suaves pueden llegar a ser...
La calidez de esa sangre me ayudo a dormir...
Nunca pude hacerlo, siempre lo observé a distancia, la mayoría de tiempo se mantuvo en mis sueños, ideas, esperanzas... Mis anhelos. Él nunca fue nada más que una ilusión, un tormento, mi locura...
Despierto, nada fue real; ella me observaba desde el otro extremo de la habitación...
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Relatos de un loco
PoesíaEn ese momento vi un ciervo mordiendo la pierna de un león y me dije: "¡vaya! este mundo cada vez está más cuerdo" saque el cuchillo de su garganta, bebí un poco más de su sangre y le besé por última vez...