🌴 Secret Paradise // [itabowl] || TERMINADA

06| Papi ya está aquí

Créditos a @mineco000 en Twitter por la imagen.

Advertencia: Este capítulo contiene escenas con striptease, lenguaje vulgar, ligero masoquismo y sadismo, y mucho daddy kink. Si eres sensible a alguno de estos temas, por favor, recomiendo leer con discreción. La idea es que te sientas cómodx. Tengamos una lectura segura ;)

...

―¿Cómo estuvo tu noche con Yuuji? ―interrogó travieso el de cabellera blanquecina, apegándose al rubio cenizo.

Habían terminado su jornada y se encontraban en los vestidores.

Ya se estaba haciendo costumbre prestar atención a las opiniones respecto al joven ganador. Del mismo modo que las noches anteriores, todos observaban y oían con interés.

―¿En serio, chicos? ―protestó un joven de cabellera dorada con resplandores esmeraldas en pleno silencio, cerrando su casillero con fuerza―. El chico es un cliente más.

Las miradas de sus compañeros que ya habían compartido con el nombrado le contemplaron fulminantes, y los que no, también le analizaron curiosos.

―Tranquilo, Naoya ―contestó Toji, palmeando suavemente la espalda de este―. No te alteres.

―Pero es que han estado, literal, cada día expresando que ese tal ‹‹Yuuji›› es especial. No lo entiendo.

―Ya lo sé. ―Fushiguro palmeó la espalda del peliverde―. Yo igual debo admitir que es un tanto abrumador, pero eso es lo que lo hace jodidamente emocionante. Tan sólo imagínate. El hecho de que los demás se sientan bien por primera vez realizando su labor es algo que no se ve todos los días.

El menor refunfuñó, cruzándose de brazos.

Naoya Zen'in era el menor de los strippers. Mientras él recién iniciaba la primavera de sus veintidós, la mayoría ya daba la bienvenida a la tercera década ―algunos ya se encontraban en ella, como Toji―. A veces, al de melena esmeralda le molestaba que lo vieran como un infante.

Por los pocos meses que llevaba Zen'in trabajando, no podía comprender perfectamente a los que le rodeaban. Estos comenzaron su profesión casi en una etapa muy cercana a la de él o mucho más tarde, y, desde ese entonces, continuaban con el mismo empleo, donde cada día eran expuestos a diferentes tipos de personas. Con el tiempo, estos fueron adaptándose, llegando a un punto en el que realmente no les importaba a quiénes atendían; sólo cumplían con su deber y ya. Y tras un extenso período, la vida les otorgaba la oportunidad de portar a un cliente verdaderamente digno. Alguien que respetara y admirara su labor, y a ellos como seres humanos.

―Como sea ―dijo Naoya, resignado.

Por otro lado, Toji se encontraba muy encandilado. Esa noche era su turno, y ver el comportamiento de su compañero Ryomen luego de su encuentro con el menor provocó mayor revuelo en su interior. Él buscaba diversión y presentía que esa noche la tendría.