CAPITULO 4

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CAPITULO 4

Al fin era la hora del recreo, hoy las clases fueron muy aburridas y lo único que quería era salir del salón y respirar un poco de aire fresco.

Estos últimos días el clima estaba loquísimo, un día estaba haciendo frío, al día siguiente no paraba de llover y un día después no había ni una nube y el sol brillaba más que nunca. Pero hoy tocaba día de lluvia, lo cual significaba que era día de flojera, de esos días que lo único que quieres es quedarte en tu casa con tus amigas  y ver películas mientras te tomas un litro de helado directo del bote.

Gracias a la lluvia la mayoría de las bancas de los patios del colegio estaban mojadas, por lo tanto tuvimos que sentarnos en la cafetería, donde la mayoría de los alumnos se estaban refugiando de la lluvia mientras platicaban y comían un poco.

-¿Dónde nos sentamos?- pregunta Emilia mientras entramos a la cafetería.

-Pues solo queda una mesa vacía-contesta Gia- Ve tú Zoffia, en lo que nosotras compramos algo.

Rápidamente captó el pequeño detalle del porqué mis amigas me habían mandado a mí a apartar la mesa.  Tadeo estaba solo en la mesa de al lado, si me sentaba ahí íbamos a estar separados solo por unos centímetros por mucho tiempo, ya que sus amigos y mis amigas estaban comprando y la fila estaba un poco larga.

Me dirijo lentamente a la mesa, siento como las mariposas revolotean en mi estómago, el color empieza a subir a mis mejillas y mi mente ya no piensa en nada que no sea él.

-Hola- murmuro mientras me siento en la mesa.

-Mmm… ¿Hola?- cortante como siempre.

Agacho un poco la cabeza y le doy la espalda, si solo él supiera lo que siento, si se diera la oportunidad de volver a conocerme y olvidar a la niña inmadura que conoció unos años atrás. Me pierdo en mis propios pensamientos que no escucho cuando Tadeo me habla.

-¡Hey! Zoffia… ¿Estás ahí?- Me toca el hombro con el dedo.

-Perdón, me perdí en mis pensamientos, ¿Qué habías dicho?

-Te pregunté  si ya habías terminado el libro que te recomendé el otro día.

-Mmm…si, hace mucho tiempo de eso ¿no?- sonrío un poco-  estuvo bien, parece que sabes exactamente que libros me gustan.

-Pues los libros son algo que tenemos en común ¿No crees?

-Sí, eso parece- yo creo que mi sonrisa se notaba hasta China.

Tadeo y yo teníamos esa conexión por medio de la lectura que me volvía loca, nos pasábamos horas y horas platicando acerca de libros e historias que nos habían gustado. Pero cuando nuestra amistad terminó, los libros nos siguieron uniendo por poco tiempo, de vez en cuando recibía un mensaje de él pidiéndome que le recomendara algún libro y yo a veces le pedía una recomendación a él, pero eso terminó muy rápido y hacía mucho tiempo que ni siquiera me dirigía la palabra. Esta era la primera conversación “real” que teníamos en mucho tiempo.

-Bueno pues… hablamos luego- contesta Tadeo acomodándose en su silla, dándome la espalda.

-Eso espero- susurro más para mí misma.

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HOLAAAA!!!! ¿Cómo están? ¿Qué les ha parecido la historia hasta ahora?

Espero sus votos y sus comentarios, hay varios lectores fantasmas jajajajaja

Gracias por leer la historia

Los QUIERO MUCHOOOO :*

Besos XOXOXO

La Historia de ZoffiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora