El cerebrito Min Yoon-Gi 🖤YoonMin♥️

¡Solo dilo Yoon-Gi!

-♥️🐑-

[ — ¡Te lo juro Hyung! Son cosas reales— reprochó Tae-Hyung, haciendo un puchero para Yoon-Gi.

— Te lo digo por última vez Tae, el horóscopo no es real, solo son-

— Piscis y Libra son compatibles.

Y así fue como Min Yoon-Gi se volvió creyente.]

-♥🦋🖤-

Min sintió que su corazón se detuvo por unos instantes, luego, había comenzado a latir con mucha velocidad. Estaba besando a Park, labios suaves, Ji-Min.

Sus manos temblaban y picaban, la acerco a la cintura del menor y las poso ahí con torpeza. Sus piernas temblaban y sentía que en cualquier momento comenzarían a fallarle.

Era un beso sin movimiento. Un suave toque entre los labios. Uno que duró poco segundos.

Pero que se sentía como cuando veías una película de Harry Potter con alguien que está preguntando a cada rato la trama, el nombre y el rol de los personajes; eterno.

El pequeño fue el que se separó, miro a su mayor y soltó una risita al verlo con los ojos cerrados todavía, dió unos golpecitos en su hombro.

— Hyung, usted tiene unas bonitas pestañas, ¿sabía?— volvió a soltar aquella tierna y chilloncita risa, beso la nariz del pálido.

Lo que al principio le había aterrado y causado ansiedad, ahora era una realidad. Había besado a Min Yoon-Gi, en la primera cita. ¿Por qué le había aterrado tanto?

[...]

— ¡Pero Hyung! Aquí dice que no deben de haber besos en la primera cita — dijo el pequeño asustado mientras apuntaba a la parte del artículo que decía aquello.

— ¡¿Enserio le harás caso a una revista de adolescentes que lo único interesante es que tiene un póster de Tae-Yang?! — lo miro, el menor había comprado varias de esas revistas solo para cerciorarse  que logrará tener la mejor cita con Yoon-Gi. — hablando de pósters, pásame el de Harry Styles.

[...]

Tiraría esas revistas a la basura.

Poso sus ojos en el chico de cabello fantasía, que, a decir verdad, el antiguo color azul se había comenzado a opacar volviendose un color casi blanco.  Un color que se perdía entre la piel lechosa del mayor. Mirando un poco con atención, ahí estaban, aquellas bonitas pecas caso invisibles que el mayor tenía. Pecas que Ji-Min nunca perdió de vista, aquellas pecas que nunca olvido pintar en sus cuadros.

Se preguntaba si esas preciosas pecas solo se encontraban en su rostro.

Bajo un poco la mirada y miro los labios de su Hyung, finos y rosados.

Labios que había pintado con lujo de detalle, imaginando con vergüenza a qué sabrían, ese día, por fin pudo ponerle respuesta a esa pregunta.

Sabían a...

[...]

"Marylin: amazonian blueberry blast"

Leyó el nombre del labial en el catálago de ventas de la mamá de Ho-Seok. Se cruzó de piernas y asintió.

— Señora Jung, ¿Se lo puedo pagar en abonos?

[...]