Hermoso Error- Jelsa

Trabajo

Hola! Les traigo un nuevo Cap disfrutenlo :3

Sábado por la mañana.

Los rayos del sol entraban por la ventana de una habitación.

La habitación era de color blanco con algunos copos celestes. Tenía un tocador cercano a la ventana, de color crema. Había muchos peluches de todos los tamaños posibles, contaba con un baño privado con puerta blanca.

La cama se encontraba a un lado de la ventana. Ahí estaba una joven de cabellos rubios claros y piel blanca como la nieve. Se encontraba descansando, después de todo había tenido una noche terrible.

Lentamente comenzó a abrir sus ojos de un color celeste hermoso.

Se incorporo, estiro los brazos y dio un gran bostezo.

– ¡Elsa! ¡El desayuno está listo! – se escucho una voz alegre provenir de la planta de abajo.

– ¡Enseguida bajo! –contesto Elsa levantándose de la cama.

Se dirigió a su armario, tomo una falda corta color rosa y una blusa blanca. Se encamino al baño.

Abrió la llave de la regadera y dejo que el agua se calentara. Cuando el vapor lleno la habitación, se quito la pijama y se metió a bañar.

Dejo que el agua recorriera su cuerpo, relajándolo. Cerró los ojos dejándose llevar por la increíble sensación.

Instintivamente se llevo una mano a su vientre y lo acaricio.

– "Un bebé de Jack"– pensó mientras un sonrojo aparecía en su rostro.

Y sonrió.

– "¿Qué… Qué estoy haciendo?' – pensó Elsa saliendo de el trance.

Rápidamente cerró la llave del agua y salió para poder cambiarse.

Hoy tenía algo que hacer.

Bajo apresurada hacía el comedor y se sentó a esperar.

Bella salió de la cocina con dos platos llenos de comida. Estaba sonriendo.

– ¡Buenos días Bella! – dijo alegre Elsa.

– ¡Buenos días Elsa! Aquí está el desayuno– dijo la castaña mientras ponía enfrente de Elsa un plato con comida caliente.

– ¡Son huevos revueltos y tostadas! ¡Gracias! –exclamó contenta Elsa.

– Sí, debes comer bien– dijo Bella sentándose en su lugar.

Comieron tranquilamente. Era un día perfecto.

Cuando terminaron el desayuno, Elsa se levanto de la mesa con los platos sucios en las manos y Bella pregunto:

– Elsa, ¿Para quién son las galletas de fresa que están en la cocina? –

La peliplateada casi tira los platos de la sorpresa.

– ¿Eh? ¿Galletas? – contesto dudosa Elsa.

– Sí galletas. ¿Para quién son? – repitió un poco más seria la castaña.

– Bu-Bueno… son para Jack…son de agradecimiento– dijo nerviosa Elsa.

– ¡¿Qué? ¡Pero ese mocoso solo te ha hecho daño! –dijo enojada Bella por la inocencia de su protegida– ¡En lo que a mí respecta no le agradezcas nada! –

– Sí, se que Jack no ha sido muy bueno conmigo pero… hace unos días fue distinto– dijo Elsa recordando como Jack la defendió en la azotea de la escuela.