Capítulo 5: Destrozado

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El teléfono sonó un par de veces antes de que Leah finalmente respondiera

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El teléfono sonó un par de veces antes de que Leah finalmente respondiera. Abigail no pudo reprimir el suspiro aliviado que soltó, no había notado lo preocupada que había estado hasta aquel instante. Su mundo se había ido cuesta abajo y de repente Leah era su única ancla, un remanente de lo que había creído que sería una vida perfecta, e iba a perder eso también.

—Leah —saludó Abigail, el nombre de la chica le salió en un suspiro, y fue como si todo se desmoronara, de nuevo, y no había nada que quisiera tanto en esos momentos como permitirse caer y llorar en brazos de su mejor amiga, como si no tuviera otra vida por la cual luchar.

Y no cambiará a su bebé por nada, no cambiaría a su bebé por todo lo que había creído que tenía, pero cuando se le daba la vuelta a todo tu sistema de creencias más de una vez en un corto periodo de tiempo, era complicado no soñar, no pedir, no añorar...

— ¡Oh, Abby! —exclamó Leah, sorprendida, y tan aliviada como Abigail— Estaba tan preocupada. Cuando supe lo sucedido con Sam... Ese maldito...

Abigail no pudo evitar interrumpirla, ella realmente no quería hablar de Sam a través del dispositivo móvil y frente a los Cullen, no cuando sabía que hablar al respecto con la única persona en quien confiaba en aquellos momentos podría ser finalmente demasiado para ella.

—Leah, debo decirte algo —dijo, y tragó saliva. Abigail le confiaría su vida a Leah, pero la vida de su bebé era otro asunto—, sucedió algo importante además de lo de Sam y decidí que me iré de Forks un largo tiempo. Puede que jamás vuelva.

—Pero Abby, no puedes... —respondió Leah, la voz se le quebraba, y eso le dio a Abigail un muy mal presentimiento. Leah no lloraba, ella gruñía y gritaba cuando estaba triste, ella te echaba en cara tus errores y te hacía lamentarte, y si algo le dolía entonces gritaba hasta olvidar el dolor, pero no lloraba.

Si Abigail conocía bien a Leah, y sí que lo hacía, entonces esa agonía que había en la voz de su mejor amiga no era debido a la noticia que le acababa de soltar y mucho menos de empatía por la situación de Abigail.

Inspiró profundamente, olvidando de nuevo que no era algo que necesitara.

—¿Qué fue lo que pasó? —preguntó de inmediato Abigail, sin darle oportunidad de negar que algo hubiera sucedido.

Leah guardó silencio.

—Papá sufrió un ataque al corazón, murió.

Abigail no podría haber retenido las lágrimas de haber sido humana.

No podía contener el dolor incluso como vampiro, y el dolor se comenzó a sentir físico pronto, en forma de ardor allí donde se estaba clavando a sí misma las uñas en la mano libre y hecha puño.

Harry Clearwater era como un padre para ella y su muerte, sumado a todo el desastre en que se había convertido su existencia, le dolía en niveles que habría creído inalcanzables. Lo peor era que no podía llorarle y que, aunque la lastimara, igual tendría que irse de Forks sin ir siquiera al funeral.

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⏰ Última actualización: Nov 02 ⏰

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