06

418 62 16
                                    

Las notas finales habían llegado a casa y Hongjoong juraba nunca ver a Mingi así, según él había tenido una nota bastante baja en física y la reacción no había sido la mejor de todas. En ese momento lo estaba consolando, su pequeño Omega no debía sentirse mal, al menos no tenía que ir a salvar la materia porque después de todo un ocho no era una nota mala, más bien era muy buena pero el cerebro de su hijo no parecía entenderlo.

— Cielo, mírame ¿Por qué no? Mingi mírame por favor, un ocho de diez no es malo cielo, mírame, Mimi...esto te está haciendo muy mal, hoy tienes práctica ¿Por qué no vas y te diviertes un rato con los chicos? Te deben extrañar mucho, deben extrañar a su tres favorito.

Había ido casi forzado al gimnasio, Wooyoung también había ido con él para verlo jugar, Wooyoung le había dicho que si no iba no lo iba a abrazar más y no quería que Wooyoung dejara de abrazarlo, le reconfortaban mucho los abrazos de su hermano menor.

— Hola enano.

— Jisung Hyung—Chocó su puño con el del mayor.

— Nuestro tres volvió ¿Qué milagro es este?—Hwangwoong corrió a despeinarlo— Hoy tenemos que salir después de la práctica porque volviste.

— Nos vimos hoy...

— ¿Y? Vamos por unos helados, de paso llevamos a este ratoncito—Picó la nariz de Wooyoung— ¿Juegas con nosotros mientras llegan los demás? Minhee faltó porque está enfermo.

— No sé jugar.

— Yo te enseño—Jisung lo agarró del brazo y se lo llevó a la cancha.

— Mingi—Un hombre se le acercó y colocó su mano en su hombro— Volviste, pensamos que no volverías, incluso Park se puso a llorar porque creyó que ya no volverías más—Rió mirando a Jisung— en una competencia Xiao te reemplazó ¿No te molesta?

— Señor Hwang...no, no me molesta—Negó acomodando sus lentes.

— ¡Mingi!—el hijo del entrenador corrió a él y lo abrazó tirándolo al piso, creyó que nunca volvería— Sigues con vida, ni siquiera respondías los mensajes del grupo, ya te daba por muerto.

— Hyunjin...sigo vivo—Rió con ternura correspondiendo el abrazo.

Después de salir salieron a una heladería que quedaba cerca, hace mucho tiempo que no salía con sus amigos, se sentía bien aunque tuve que cuidar a un pequeño ratoncito que se había colado ese entre ellos.

— Dios, es muy tarde, debemos irnos.

— ¿Y? Dile a tus papás que vas a llegar tarde.

— Por mí me puedo quedar hasta la hora que quiera pero el problema es él—Miró a Wooyoung que jugaba algo en su teléfono.

— ¿Estás diciendo que soy un problema?

— Nunca dije eso.

Wooyoung frunció el ceño y le dió la espalda siguiendo con lo suyo. Mingi suspiró cansado y lo agarró del brazo despidiéndose de sus amigos, si se iba a poner a pelear que fuera en la casa, no en medio de la calle.

— ¿Podemos ir a ver a Sannie?

— Papi está allá así que supongo que sí.

Seonghwa acariciaba el cabello de San mientras le cantaba una canción, se sentía como cuando San tenía cuatro años y se enfermaba. El niño se acostaba a su lado y pedía mimos con una canción porque según él esa era su medicina y lo hacía sentir mejor.

Como habían cambiado las cosas.

— Ahora me siento mejor...—Murmuró San en casi un susurro viendo la sonrisa de Seonghwa.

— Me alegro mucho mi bebé.

Agarró la mano de Seonghwa y se quedó así hasta que se quedó dormido, no quería que su papi lo dejara. En cierta parte se arrepentía de lo que había hecho y en otra no lo hacía.

Sus hermanos llegaron junto con el doctor que le llevaba la comida, no los veía hace ya unos días, los extrañaba.

— Veo que tienes visitas Sannie—Dejó la bandeja en la cama y empezó a cambiar el suero— ¿Cómo te sientes campeón?

— Igual...

— ¿Cómo es igual?

San negó y dejó de lado la comida, no tenía hambre ni ganas de meter algo en su estómago, quería dormir un rato pero Wooyoung y Mingi tampoco lo dejarían pegar el ojo, quería sacarlos a patadas de la habitación pero ni pararse podía, era un frasco con patas.

Volvió a su casa unos días después, Yunho incluso lloró cuando lo vió porque había vuelto y Yeosang...Yeosang se había pasado por el culo su regreso, su serie parecía ser más importante que él, se sentía traicionado. Su habitación se veía distinta, parecía que habían quitado o movido cosas, ya entendía que habían hecho, ya era obvio, lo habían descubierto, pero no había aprendido con lo que le había pasado, después de todo no lo habían sacado del círculo vicioso.

𝐰𝐨𝐫𝐥𝐝 𝐯𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐤'𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora