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Estaba encerrado en el baño de su habitación. Él siempre había visto como sus hermanos discutían, se lastimaban entre ellos, gritaban, sufrían, había visto todas las facetas de sus hermanos, veía como cada uno caía, primero San, luego Yeosang, después Wooyuong, veía como cada uno tenía una caída diferente y estaba harto, no podía cargar con eso más sus problemas. El siempre había sido muy miedoso y nunca vió que sus hermanos hicieran algo para ayudarlo y ese miedo había crecido, solo hablaba con sus hermanos y su equipo ya que prácticamente había crecido con ellos y les tenía confianza, pero nunca había podido salir de ese círculo. Recordaba que una navidad a media noche todos habían estado con Yeosang porque no querían que le pasara nada, y no tenía nada en contra de eso, Yeosang después de todo los necesitaba, pero el también hubiera querido tener a alguien que le dijera que no debía tener miedo y lo abrazara, ese día estuvo encerrado en su habitación debajo de las cobijas tratando de no entrar en pánico.

En ese momento sentía como si su mundo se fuera derrumbando poco a poco, necesitaba un soporte pero sabía que nunca iba a llegar, esa persona nunca iba a aparecer.

— ¡Uno! ¡Te bloqueo, pongo esta y te gané!—Festejó Wooyoung viendo como Yeosang lo miraba mal, ya era la tercera vez que ganaba ¡El también quería ganar! Estaba seguro, muy seguro de que Wooyoung hacía trampa, no tenía pruebas pero estaba bastante seguro.

— Ya no quiero.

— ¿Ya no qué? ¿Ya no quieres jugar porque sabes que tú hermano es el mejor jugador de uno y que nunca vas a superarlo?

— Trampa.

— ¿Cómo que trampa? ¡Papi! ¿Estás escuchando a Yeosang? ¡Me dice que hago trampa!

— Juguemos de nuevo y yo juego con Yeosang a ver si de verdad haces trampa.

Seonghwa conocía muy bien a sus hijos a la hora de jugar algún juego, de tanto jugar con ellos ya conocía todos sus movimientos y estrategias, ya estaba acostumbrado.

— Ganamos—Seonghwa chocó su puño con el de Yeosang viendo como Wooyoung los miraba indignado— ¿Me explicas qué es este uno?—Agarró las cartas de Wooyoung y separó dos que estaban pegadas.

— P-Pero ¡Papi!

— Tarde o temprano los tramposos salen a la luz mi vida—Lo despeinó viendo como miraba a Yeosang que se reía en su cara.

Sus hijos eran un caso.

Subió las escaleras y entró en la habitación de San para ver como estaba, su pequeño alfa no había bajado en todo el día.

— ¿Como te sientes Sannie?

— No lo sé...—Negó despacio sintiendo las caricias de Seonghwa.

— ¿Cómo que no sabes?

— No siento nada...

Seonghwa que iba despacio paró abruptamente jalando por accidente el cabello de su hijo ¿Qué había dicho? Lo levantó y empezó a buscar por la cama, buscó en cajones y cajas, entre la ropa y sus cosas de clases hasta que se topó con ellas, se iba a largar a llorar.

— No voy a hablar de esto contigo porque el doctor ya te lo dijo y bien claro Park, no quería llegar a esto porque yo confiaba en ti San, creí que tú solo podías administrarte pero veo que no...ahora esto lo controlo yo, ni siquiera Hongjoong ¡Lo controlo yo! ¡No quiero volverte a ver c-con uno de estos en l-la mano! ¡No me importa si tengo que venir hasta yo para controlarte lo que haces porque no te voy a d-dejar! Yo te dejé que tú te administraras esto tu solo porque ya estás grande y porque confiaba en ti, Dios—Salió de la habitación estresado.

Estaba decepcionado de San, por primera vez estaba decepcionado de uno de sus hijos.

Las guardó en el estante más profundo y fué a la pequeña oficina que Hongjoong tenía en casa para imprimir los horarios de las pastillas y pegarlo en la nevera, estaba harto de esa situación.

En la cena no bajaron ni San ni Mingi, a San le habían llevado la comida pero de Mingi no sabía nada, no lo había visto en todo el día ¿Qué hacía? Dejó su plato en el lava platos y subió a la habitación de Mingi, no estaba ahí tampoco ¿Había salido? Entró en el baño y lo encontró ahí, estaba sentado adentro de la ducha detrás de las cortinas, y sus lentes estaban afuera de lo que separaba a la ducha de lo demás para que el agua no se regara ¿Qué hacía ahí? Abrió la cortina y la escena que vió rompió su corazoncito de gomita. Mingi estaba sentado llorando, su pequeño Omega estaba hecho un desastre con rasguños por todos lados ¿Qué había pasado?

— Si no quieres no me digas, pero papi está acá para escucharte cielo, si quieres decirme algo aquí estoy ¿Si? Papi está aquí.

Mingi y Yunho habían sido los que más carga habían llevado, esperaba evitar llegar a ese día donde sus dos hijos cayeran, esperaba evitarlo y que nunca llegara, quería a sus hijos bien.

𝐰𝐨𝐫𝐥𝐝 𝐯𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐤'𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora