Capítulo 2: Experiencia

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(Narra: Nate)

Unas horas después de acabar la llamada con Nico nos pusimos a comer, mamá como siempre se destacó con la cena. Pasé las horas viendo la computadora y desde temprano me dio sueño, pero mucho sueño, supongo que fue producto al desgaste mental que he tenido hoy.

- ¡Joder! - grité al caerme de la cama, tuve un sueño horrible sobre la escuela y las clases por computadora, esto no ha empezado y ya me está afectando, en fin, yo y mis sueños creativos, parece que del susto me caí de la cama con el movimiento del cuerpo, no debo haber caído en buena posición porque me duele bastante.

- ¡Nate! ¡Cariño! ¿Qué pasó? - preguntó mamá desesperada al verme tirado en el suelo, estaba aterrada, tal vez piensa que me dio algo.

- Tranquila mamá, solo me caí de la cama y parece que me di con la mesita, pero estoy bien, solo es un poco de dolor que pasará pronto - le respondí mientras me levantaba para sentarme en la cama.

- A ver, déjame ayudarte a levantarte - me tomó por el brazo y me ayudó a sentarme en la cama - ¿Y por qué te caíste?

- No sé, tuve una pesadilla con la escuela, me levanté asustado y parece que me moví más de la cuenta - su mirada inspiraba lástima.

- Ay hijo, imagino lo difícil que es que tu juventud cambie así de un día para otro, por cierto a eso venía, en la televisión van a hablar sobre la escuela.

- Tranquila mamá, no te preocupes por eso, solo son cambios de la vida, vamos a ver la televisión - le respondí.

- ¿Te puedes levantar bien? ¿Seguro? - me preguntó aún preocupada.

- Que sí... solo fue una caída boba - le respondí y bajamos las escaleras para ver la tele, llegamos justo a tiempo cuando ya andaba la noticia.

El sistema educativo se ha reunido en la tarde de ayer en busca de soluciones para el curso escolar detenido por el nuevo coronavirus. En dicha reunión, se tomó la decisión de crear un grupo de clases virtuales para la mayoría de los estudiantes, entre tanto la enfermedad ofrece la oportunidad de reanudar las clases presenciales. Esto se espera que tarde unos meses, por lo que los educadores piden la ayuda de los padres para que mantengan a sus hijos viendo las clases virtuales, y a los más pequeños que no las podrán tener, al menos por el momento, que intenten mantenerlos realizando actividades de conocimiento.

- Bueno Nate, creo que tendrás escuela - me dijo mamá con cara burlona.

- Ni me digas nada - ambos reímos - Creo que prefiero la escuela antes que esto.

- Lo imaginé - me respondió - Bueno, veamos si despierta tu padre que anda muy dormilón hoy, mira la hora que es y nada.

- Le despierto yo si quieres - le ofrecí.

- Ay, sí por favor, así saco de la nevera el desayuno especial que hice - me respondió mientras apagaba la televisión y se dirigía a la cocina, mientras que yo me dirigí a la habitación.

Desperté a papá, fuimos a la cocina y allí estaba mamá llenando la mesa.

Había de todo un poco, era un desayuno bastante completo, hizo un pastel, pero no era un pastel normal, también había algunos vegetales bien cortados, pan que estaba tostando y, para tomar, leche endulzada con miel, vi la botella de leche junto al tarro de miel.

- ¿Se conmemora algo hoy? - preguntó papá al ver asombrado la mesa tan llena.

- Bueno... No exactamente, pero me apetecía hacer un desayuno a lo grande, tenía tiempo y aproveché - respondió ella a lo que papá asintió contento.

Mascarilla Perfecta (En Curso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora