Cap 6

118 7 1
                                    

Voy dando vueltas por el claro, buscando al chico. Lo veo hablando con un niño que tendrá trece años como mucho, y me acerco medio corriendo.

-Hey, chaval. - digo, y los dos chicos se giran. El chico de los ojos hazel entrecierra los ojos y da unos pasos hacia mí, invadiendo mi espacio personal. Yo no me aparto, porque eso significaría demostrarle que me intimida.

-Me llamo Thomas, no chaval.

-Ya, pero como aún no había tenido la oportunidad de hablar civilizadamente contigo porque la última vez que te vi me atacaste, no lo sabía.

Él gruñe, y se va caminando hacia otro sitio dandome un golpe en el hombro.

<<Está bien, Tomás>>, pienso con una sonrisa burlona.

El niño con el que Thomas estaba hablando se me acerca y me tiende una mano que agito.

-Hola, soy Chuck.

-Encantada, soy Ginger. - él sonríe. Dios, se ve tan tierno. ¿Cómo pudieron ser tan crueles de meterle en este sitio? Es tan pequeño... - Escucha, Newt me dijo que-

-Que vijile la puerta de las duchas. - completa él por mí. - Ven, te enseñaré dónde están. Le he dicho a Minho que te busque ropa nueva.

Le doy una sonrisa de boca cerrada y le sigo hasta las duchas. Por el camino pienso en esta noche. Newt se ha quedado conmigo mientras dormía, no he tenido pesadillas. Debo decir que me ha gustado pasar la noche acompañada.

El agua cayendo por mis hombros es lo mejor que he sentido hoy. El sentimiento de estar limpia.

Cuando salgo, veo la ropa que Minho ha escogido tirada en el suelo. Típico de Minho. La cojo. Es obviamente de chico: es muy grande y los pantalones me los tengo que recoger para no ir arrastrándolos.

Cuando salgo, Chuck me mira con rareza.

-¿Qué? Ya sé que me queda fatal, pero...

-No, - me interrumpe el niño. – Es que te queda bien.

Le sonrío.

-Oye, Chuck. – me mira. - ¿Cuántos años crees que tiene Newt?

-¿Por qué lo dices?

-Tú sólo contesta.

-Diecisiete, diría yo. O dieciocho como mucho.

-Huh, sí, tiene sentido.

Chuck ríe.

-Estás coladita por Newt, ¿no es así?

-¡Chuck!

Él sólo vuelve a reír.

-Entiendo, supongo que ahora vendrás con el "es complicado".

Le miro apretando la mandíbula. Me cae bien, Chuck es comprensivo y amable. Chuck y yo caminamos hacia la cocina y robamos dos bocadillos. Tengo hambre, ya que no cené ayer. Engullo la comida y me voy con Minho para charlar.

-Intentaré convencer a Alby de que seas corredora. – comenta mientras corremos alrededor del Claro. – Con un poco de suerte entrará en razón. Eres buena. Tienes fuerza y valentía. Pero habría que entrenarte.

-Estoy dispuesta a ello. – le respondo intentando mantener la calma. - La rodilla parece que ya se ha curado, así que puedo correr mejor.

-Sí, eso es lo que me gusta de ti. No te rindes. Sigues y sigues hasta que lo consigues.

Es la hora de la comida, y estoy agotada. He estado dando vueltas por el Claro con Minho toda la mañana, y mis piernas ya no pueden más. Me siento frente a mi plato en una mesa solitaria, apartada de las demás. Pero no como. No tengo hambre de nuevo. Me quedo mirando al plato lleno como una tonta.

&quot;Se merecía el universo entero y me eligió a mí&quot; (Newt y tú) Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora