Capítulo 3

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—¿Por qué te golpearía? —Derek puso su otra mano en la pared junto a la cabeza de Stiles.

—No lo sé... —, dijo Stiles, su rostro de alguna manera se puso aún más rojo.

—Stiles—, dijo Derek, inclinándose aún más cerca, a sólo unos centímetros de su cara. —¿Está bien si te beso?— los ojos de Stiles se abrieron en shock, pero su cuerpo vibró de emoción. Abrió la boca, su respiración se convirtió en jadeos cortos y superficiales. —Si dices que no, me iré y nunca volverás a verme.

—¡No!— Stiles gritó. La decepción en el rostro de Derek era palpable, dejó caer las manos y se dio la vuelta. Algo en Stiles le dolía, y rápidamente agarró la muñeca de Derek. Derek miró la mano de Stiles en su muñeca, luego a su rostro. —Quiero decir, por favor no te vayas. Yo no quiero que te vayas.

Derek atrajo a Stiles hacia él, los cuerpos enrojecidos, y lo miró a la cara. 

—¿Estás seguro?—Preguntó Derek. —Quiero que pienses en esto seriamente. Porque..

—Derek,— Stiles interrumpió. Derek arqueó una ceja. —Solo Bésame.

Eso es todo lo que Derek necesitaba. Agarró la parte posterior de la cabeza de Stiles y apretó sus bocas con suavidad. Besar a Derek no se parecía en nada a lo que Stiles había imaginado que sería besar. Bueno, solo se había imaginado besando a Lydia, y la había imaginado suave y con olor a rosas. Derek no. Derek fue gentil contra su boca, simplemente rozando ligeramente sus labios contra Stiles y sin intentar nada más. Sus labios estaban calientes y agrietados, y su barba incipiente era áspera contra su rostro, las manos de Derek encallecidas y ásperas contra su cuello y mejilla. Un leve toque de almizcle se adhería a su piel.

Cuando Derek se apartó, Stiles lo miró fijamente, sin palabras. No besó solo a alguien. No era una persona más. Era chico ese alguien. Eso debería molestarlo por lo que hizo. Siempre hubo algo que Stiles sentía que faltaba, algo más en lo que estaba esperando, pero pensó que nunca lo encontraría. Ahora Derek estaba parado frente a él, esperando pacientemente mientras lo miraba con una mirada suave en sus hermosos ojos que debilitó las rodillas de Stiles. No había forma de que algo tan maravilloso estuviera mal. 

—No es así como imaginé mi primer beso—, dijo Stiles sin aliento.

—¿Cómo te lo imaginaste?— Preguntó Derek, pasando sus nudillos por la mejilla de Stiles.

—No creí que sería tan bueno.

Derek se inclinó hacia adelante y arrastró su nariz contra la sien de Stiles. 

—No sabía que ese era tu primer beso. Lo siento.— Presionó sus cálidos labios contra la piel de Stiles, y Stiles quería sentirlos en su boca de nuevo más de lo que nunca había querido nada.

—No vuelvas a disculparte,— dijo Stiles, acercándose a su cara, sus ojos revoloteando cerrados mientras los labios de Derek y la barba incipiente rozaron su frente. —Me alegro de que así fuera.

Derek sonrió, y Stiles envolvió sus brazos alrededor de la espalda de Derek para evitar caer cuando Derek lo besó de nuevo.

*

Derek trató de decirse a sí mismo que era una mala idea. Incluso cuando sus labios estaban presionados contra los de Stiles, los brazos de Stiles alrededor de su cintura lo sujetaban con fuerza, trató de creer que esto terminaría en un desastre. Que Stiles solo tenía diecisiete años, no sabía lo que quería de la vida, que Derek era solo una curiosidad pasajera. Algo de lo que podría sentirse avergonzado mientras se mecía con la esposa con la que se casara años después. A Derek no le gustó el mal sabor que le dejó la boca al pensar que Stiles estaría casado, en los brazos y en la cama de otra persona. Derek sabía que era peligroso pensar, pensar que nunca se había permitido darse el gusto de estar con un hombre. Pero a medida que los labios de Stiles se volvieron más confiados, sus dedos se curvaron y desenrollaron contra la parte baja de la espalda de Derek, no le importó.

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