Iᥒ thᥱ mιddᥣᥱ of thᥱ ᥒιght (L.S)

Capitulo 3: ꧁Louis꧂

—¿Podría dejarnos solos un momento?—Harry se dirigió a la enfermera, quien al parecer estaba incómoda pero asintió y se retiró del lugar.

El alfa volvió su vista al omega, quien se veía nervioso y a la vez asustado

—¿Quién...Qu-quien eres?—Tartamudeo al quedarse solo con alguien que no conocía

—Shh, tranquilo, te prometo que te explicaré todo si te tranquilizas, no te hare daño.

—¿Estás aquí de parte de Nathan?—Pregunto temeroso.

—No—frunció su ceño, vio al omega relajarse un poco y alzo una ceja.—¿Quién es Nathan?

—Primero dime quién eres.

—Bueno, mi nombre es Harry—puso una mano sobre su pecho, el omega pudo darse cuenta de los enormes anillos que adornaban sus dedos (los cuales eran largos y grandes), Harry continuó.—Te encontré en la calle tirado, estaba lloviendo mucho y te recogí, primero te lleve a mi casa para que mi médico te revisara, pero dijo que estabas muy herido y que te tenían que hacer estudios, así que te trajimos al hospital.

—Entiendo—asintió lentamente.—Muchas gracias por salvarme.

—No es nada, no podía dejar a alguien morir—le sonrió un poco para evitar la incomodidad.—Aún no me dices tú nombre.

—Louis—el omega parpadeó, aún asimilando la situación.

—Que gusto Louis—el contrario se acomodo en la silla apegando su espalda al respaldo.
—Probablemente te sientas incómodo con un alfa que no conoces, ¿Quieres que llame a algún familiar tuyo?—Louis volvió a tensarse, Harry evidentemente lo noto y se preocupo por el cambio repentino.

—No no, por favor no—negó rápidamente.

—Está bien, está bien, no lo haré—dijo inmediatamente tratando de tranquilizarlo.—Primero dime si quieres que me quede contigo.

—Quiero—asintió lentamente, a pesar de todo aquella persona le transmitia confianza y comodidad, además le había salvado la vida.

—Bueno Louis—Harry se recargo en la orilla alta de la camilla—¿Tienes a dónde ir? ¿Quieres platicarme algo?

—No—miró sus manos, el alfa pudo notar que se estaba conteniendo de llorar.—No tengo a dónde ir, y no se si debería contarte lo que sucedió.

—Tranquilo omega, no estás obligado a hacerlo, ¿Esta bien? No me debes ninguna explicación, solo quiero ayudarte.

—No me siento listo para hacerlo—murmuró, alzo su mirada y Harry pudo notar que sus ojos estaban tristes, pero brillosos.

El omega quería llorar.

—Esta bien, mira Louis, quiero que confíes en mí—Louis lo miró dudoso un momento pero después de unos segundos termino asintiendo. —Dices que no tienes a dónde ir, puedo ofrecerte un techo y comida, si decides irte un día yo lo respetaré; Si decides quedarte también está bien—sonrió cálidamente.—Solo quiero ayudarte, ¿Entiendes?

—¿Porque haces esto?—Louis frunció su ceño, de nuevo poniéndose a la defensiva.—¿Acaso quieres acostarte conmigo?—Harry alzo sus cejas, sorprendido por su cambio de actitud.—¿O acaso es por lástima?

—Ninguna de las dos—mantuvo su ceja arqueada y borró su sonrisa ahora poniéndose serio.—No sé si Nathan sea el cerdo que te hizo esto, no me importa si quieres platicarme sobre tu vida o no porque es tu decisión, pero déjame decirte una cosa—se sentó mejor en la silla manteniendo su rostro serio.—Mi familia me educó con valores y me enseñó sobre la amabilidad, mi familia me enseñó que debemos respetar a los omegas, que no son seres inferiores y deben de ser tratados con respeto y cariño, no te tengo lástima Louis, solo quiero ayudarte, pero no sé si lo entiendas.

Louis soltó algunas lágrimas y bajo su mirada, estaba en un hospital, adolorido, solo y con un alfa que al parecer lo había salvado, pero ahora aliviado por llorar libremente.

—Lo siento, es solo que...—Limpió sus lágrimas y trago saliva tratando de hablar, pero el dolor en su garganta se lo dificultaba.—Solo que... Toda mi vida me han tratado como poca cosa, como que solo sirvo para estar en la cama, que soy inservible al ser un chico omega.

Los ojos del alfa cambiaron de un verde brilloso a un verde obscuro, casi gris, su semblante se había vuelto sombrío y sus manos se habían vuelto puños. Sin embargo el omega no lo noto porque estaba con la mirada sobre su mano enyesada.

Harry se contuvo de gruñir para no asustarlo, cerró sus ojos y respiro hondo antes de hablar

—No lo eres Louis, no eres nada de eso—volvió a acercarse a la orilla de la camilla.—Te ayudaré a sobrellevar esto, sólo si me lo permites—el omega alzó la mirada, su nariz y sus ojos estaban rojos a causa del llanto.

—Se que apenas nos conocemos pero... ¿Puedes prometerme algo?

—Lo haré

—Prométeme que no me vas a entregar a ellos—. El alfa lo miro confundido, pero pensó en que se refería a quienes le habían hecho daño o talvez a su familia.

—No lo haré Louis, lo prometo, te cuidare y te ayudaré a componerte—sonrió levemente para darle más confianza.—Por ahora no te preocupes por nada más que en recuperarte, ahora estás a salvo.

—Gracias—por primera vez el omega sonrió, levemente pero lo hizo. Limpio sus lágrimas y suspiro

—No agradezcas, ¿Quieres que llame a la enfermera?

—Si, necesito descansar, el dolor me está poniendo más sensible de lo usual.

Enseguida Harry se puso en marcha, llamo a la enfermera a través del botón que estaba a lado de la camilla y espero a que llegaran.

—Por cierto, ¿Cuál es tu apellido? Necesito hacer el papeleo correspondiente cuando te den de alta

—Tomlinson—Susurró bajito y cerró sus ojos. —Louis Tomlinson.

La enfermera entro a la habitación y después de revisarlo le administro los medicamentos correspondientes, dándole un sedante para que pudiera dormir mejor.

—Louis Tomlinson—susurro el alfa mirándolo dormir, termino sonriendo levemente y se levantó para ir al sillón grande y dormir ahí.

Por supuesto que aquella noche no iría a casa, cuidaría del omega malherido que estaba en la camilla. Tomo su celular y llamo a su hermana, mientras contestaba extendió la manta que la enfermera le había dejado, despues del tercer timbre Gemma contesto

—¿Hola?—Hablo al otro lado de la línea con voz ronca, al parecer estaba adormilada

—Hola Gemma—trato de no hablar tan alto pero tampoco tan bajito

—¿Que haces llamándome a las...—Se separó el celular del oído y vio el reloj.—12:30 de la mañana?

—Porque necesito que me hagas un favor— camino hacia el ventanal de la habitación y cerró las persianas, no podía dormir si había luz.

—¿Ahora que?—La alfa talló sus ojos y se sentó en la cama

—Necesito que vayas mañana a la isla a arreglar el asunto—camino hacia el interruptor y apago las luces dejando la última solamente baja.

—¿Que? Creí que irías tú

—Creíste mal, pero por favor no hagas ninguna tontería, sé la alfa que eres y ponte dura con ellos.

—¿Sucedió algo? O ¿Porque ahora cambiaste de opinión?

—Te lo explicaré, cuando llegues de la isla me llamas para ponernos de acuerdo.

—Esta bien—Gemma mantuvo un gesto confuso, pero sabía que su hermano tarde o temprano le daría una explicación.—Nos vemos mañana entonces.

—Gracias Gemma, te debo una.

—Buenas noches señor presidente de la compañía—dijo en tono sarcástico y sin más la alfa colgó, dejando a su hermano con una pequeña sonrisa divertida en su rostro. Camino de regreso al sillón, no sin antes darle un último vistazo al omega en la camilla.

—Hasta mañana, pequeño omega—sonrió levemente y se recostó en el sillón, dispuesto a dormir.

Después de todo, habia sido un día muy largo.