Iᥒ thᥱ mιddᥣᥱ of thᥱ ᥒιght (L.S)

Capítulo 7: ꧁Inseguridad꧂

Después de un rato salió de la oficina con las bolsas en una mano, Gemma ya se habia ido hace un momento. Subio las escaleras rápidamente dirigiéndose a la habitación del omega. Toco dos veces y escucho una voz quebrada murmurar un "adelante".

Sobre la cama estaba Louis llorando e hipando.

—Louis, ¿Que pasa?—El alfa dejó las cosas en el suelo y fue hacia él, sin embargo el omega no alzó su mirada.—¿Omega?

—No, nada—negó, pero mantuvo su vista en su mano enyesada, la cuál dolía bastante.

—¿Porque mientes? Claramente estás llorando por algo.

—Es ridículo, no importa

El alfa frunció su ceño molesto, ¿Hablaba enserio? ¿Quién le había hecho tanto daño como para decirle que lo que sentía no importaba?

—Louis—tomó su mentón haciendo que lo mirara.—Aún si fuera lo más mínimo dímelo, no te juzgare por nada.

—Es sólo...—Sorbió su nariz la cual estaba roja —Es que... Yo me vi en el espejo cuando fui al baño, y tengo muchos moretones, me veo feo—algunas lágrimas cayeron de nuevo mientras lloraba con ganas.—Y... Na-Nathan decía que... Que nadie quiere a los omegas feos—intento hablar entre hipidos.

El alfa trato de no gruñir para no asustarlo, pero juró que estaba tratando de controlarse con todas sus fuerzas

—No estás feo, no se quién es Nathan pero es idiota, esos golpes significan que alguien te lastimó, que alguien te hizo daño—limpio sus lágrimas con gentileza. Louis se dejo, dócil.

Evidentemente Louis no estaba bien.

—¿Tú lo crees?

—Lo creo—sonrió levemente y hablando con sinceridad.—Tengo que platicar algunas cosas contigo.

—Sé que quieres que te cuente lo que me pasó, pero no me siento listo aún—poco a poco el omega controlo su llanto.

—No es eso, apenas nos conocemos y sé que cuando tengas confianza en mi me lo dirás, ¿Bien?—Louis asintió.—Pero es otra cosa, y no quiero que lo tomes a mal.

—¿Es algo malo?—Lo miro aún con ojitos brillosos y restos de lágrimas, tratando de no quejarse cuando respiro profundamente por el dolor en sus costillas.

—No no, es algo bueno—Harry carraspeó nervioso.—Tu me pediste ayuda y te dije que te iba a ayudar...—Pensó un momento antes de hablar.—En mi opinión creo que estaría bien que tomaras terapia psicológica. Sé que lo necesitas pero no se trata de lo que yo quiero, sino de lo que tú quieres y si no quieres está bien, iremos paso a paso.

—¿Terapia... Psicológica?—El alfa asintió.

—¿Nunca has tomado terapia psicológica?

—No—negó despacio.—Se que es, pero nunca he ido

—Entiendo—soltó un suspiro.—¿Y quieres tomarla?

—Bueno...—Hizo una pequeña mueca.—Si tú dices que es algo bueno entonces te creo

—¿Solo porque yo digo?El alfa alzo una ceja

—Quiero decir, tú me has cuidado, me ayudaste y salvaste mi vida, se que no me mandarías a un lugar malo y eso que apenas te conozco—jugueteó con su pantalón de algodón que Harry le había dado.—Talvez si otra persona me lo dijera no le creería, pero tú has hecho en estos pocos días que te tenga confianza—alzo su mirada, sólo para ver hacia otro lado.—Aunque nunca habia tenido confianza en nadie.

El alfa lo miro asombrado, tragó saliva al escuchar aquello.

—No te dejare solo, te lo prometí—alzó la palma de su mano en señal de promesa.
—Jamás haré algo para lastimarte.

—Gracias Harry—volvió su vista hacia él y le sonrió.—Si tú dices que la terapia psicológica es buena para mí entonces la tomaré.

—Te conseguiré al más profesional y con quien te sientas cómodo.

—¿Puede ser una mujer? ¿Y que sea beta?—Hizo una pequeña mueca.—¿Por favor?

—Esta bien, será a tu manera, mientras...—El alfa se levantó de la cama y fue por las bolsas para ponerlas todas sobre la cama.—Compré algunas cosas para ti.

—Oh no—el omega cubrió su rostro con su mano sana en señal de vergüenza.—Harry por favor, no tengo como pagarte.

—No necesito que me pagues porque no necesito el dinero—el castaño quitó su mano de su rostro para mirarlo.—Primero recupérate, después veremos.

—Esta bien—a pesar de todo Louis mantuvo un sonrojo, y por primera vez agradeció que las marcas lo cubrieran.

—Primeramente te compre un celular—le entrego el aparato dejándolo en su mano.—Ya tiene mi número, y algunas cosas instaladas.

—Definitivamente estás loco—negó encendiendo el celular.—Gracias, Harry.

—También los medicamentos que el médico te recetó, todas ya están marcadas con las horas correspondientes, tu trabajo ahora es consumirlas a las horas correspondientes.

—No soy un niño, pero gracias por el gesto—Tomo los medicamentos evitando sonreír más, porque Harry realmente se preocupaba por él.

—Ahora, espero no incomodarte, pero te compre esto—sacó una cajita y se la entregó.

Eran supresores

—... No quiero que lo tomes a mal, solo que tú sabes—rascó su nuca.—Ayudan en los celos, solo los compré por si los necesitas

—Oh...—tomó la cajita de nuevo sonrojandose, Louis pudo deducir que eran de esos medicamentos de: Una pastilla y olvídate de tu celo, y aunque el utilizaba supresores más baratos agradecía eso, aunque sus celos tardaban en llegar.—Gracias Harry, estoy agradecido infinitamente contigo.

—También hay algo de ropa cómoda para ti, cuando te recuperes podemos ir de compras.

—Entiendo—Qsintió con una pequeña sonrisa y cierto brillo en sus ojos que demostraba lo agradecido que estaba.

Si bien después de su pasado Louis podía decir que se sentía a salvo, sentía que Harry no estaba haciendo todo eso con otras intenciones y que realmente se preocupaba por él y por su bienestar. Talvez cualquiera podía decir que era tonto poner su confianza en un alfa que apenas había conocido, pero después de lo que había sucedido en su pasado sentía que Harry no era como todas esas personas que le habían hecho daño.

Harry era un alfa, un alfa bueno.

—Creo que es todo, puedes revisar las bolsas después, la comida está lista así que iré por ella y la traeré aquí.

—No espera—el alfa se detuvo para mirarlo.—No quiero comer solo, puedo bajar...

—Louis, tienes que descansar, además las escaleras son cansadas para que bajes y subas... A menos que...

—¿Que?—Lo miro confundido, el alfa lo pensó un momento.

—A menos que te cargue—el omega se quedó quieto un momento, termino negando.

—No, soy muy pesado.

—Ya te cargue antes, y no pesas nada.

Definitivamente mataría a quien le había hecho creer todo eso

—Esta bien, puedo comer aquí solito—el alfa lo miro un momento, hasta que una idea vino a su mente.

—Podemos comer en el balcón si quieres, ordenaré que traigan una mesa y acomoden todo, ¿Quieres eso?

—Si—asintió animado con la idea del alfa.—Espero no dar molestias.

—No las das, si algo tiene solución simplemente se hace—se puso de pie, más tranquilo.—Bajaré un momento, cuando todo esté listo vendré a comer contigo.

—Gracias, alfa—el rizado sonrió, mostrando sus hoyuelos y haciendo que el pequeño omega castaño sonriera de igual forma, mostrando leves arruguitas en sus ojos.

Era hermoso... Mucho. Esperaba con ansias el día de hacer pagar a quien lo había lastimado.