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Narrador omnisciente.

Los días comenzaron a pasar, y Bakugo se sentía cada vez más frustrado y abrumado por la situación que vivió con el cantante. Era la primera vez que se sentía así por alguien en particular e incluso llegó a pensar que había sido hechizado o algo por el estilo.

Empezó a escuchar las canciones de Kirishima por sí mismo, sin que Izuku las pusiera o lo obligara a escucharlas. Solo podía pensar: “Estúpido pelos de mierda, ¿qué me hiciste?”

Kirishima tampoco se sentía diferente. No podía quitarse de la cabeza la imagen del rubio ni los incontables momentos que pasaron juntos esos dos días.

Ese día, Kirishima estaba terminando de grabar la última canción titulada “Hero” de su álbum.

—Amigo, ¿estás bien? —Sero caminó hasta el pelirrojo, quien estaba estático en su lugar, mirando unas fotos en su computadora, fotos que se había tomado con el rubio durante su salida a escondidas.

—Sí, solo es que... no logro sacarlo de mi cabeza.

—Yo tampoco. Vomitó sobre mí y estoy seguro de que lo hizo adrede.

Ambos rieron ante ese comentario.

—Él es único, ¿sabes? Es muy honesto, es divertido, no se deja doblegar por las personas, tiene un carácter fuerte. Es un chico muy genial.

Su conversación fue interrumpida por la voz de Kaminari Denki, quien estaba afuera de la sala de grabación.

—¡Hola, hola! Espero que su conversación sea sobre mí. —Sonrió, acercándose a Kirishima. Sero había huido al ver que se acercaba el rubio.—¿Quién es? ¿Es algún famoso? —preguntó con curiosidad.

—No es alguien famoso, solo sucedió algo entre nosotros.

—Pensé que solo eso pasaba en las películas o series. —Su teléfono comenzó a sonar.—Pero si tú eres feliz, está bien para mí. —Sonrió mientras revolvía los cabellos pelirrojos de Kirishima.—Saldré con Shinso. Sé feliz y suerte.

—¿Estás terminando conmigo? —Ante su pregunta, Kaminari asintió y luego se fue del lugar.

Eso significaba que Kirishima era un alma libre de pecados.

[...]

La familia Bakugo y la familia Midoriya estaban nuevamente en Japón tras sus dos semanas en Estados Unidos.

Toshinori tuvo una plática con Bakugo sobre sus sentimientos. Fue muy difícil para el mayor hacer que Bakugo hablara, pues era muy testarudo. Al final, logró aconsejarlo, diciéndole que el destino se encargaría de arreglar todo, que el tiempo lo sanaría, y que él estaría bien.

Toshinori sabía que él era la única persona a quien Bakugo escuchaba sin tantos reproches o insultos.

Incluso se hizo cargo del "asesinato" de Petunia, el auto de Yamada, quien al enterarse de la noticia comenzó a gritar como un demente. Aunque al final admitió que quería deshacerse de ese auto, pero aún así le dolía.


El pelirrojo se sentía la persona más miserable del planeta

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El pelirrojo se sentía la persona más miserable del planeta. Había sido obligado a escoger entre Bakugo y su carrera. Si decían que sí, serían captados juntos e incluso investigados.

Kirishima tuvo que hacer una entrevista desmintiendo los rumores y negando haber conocido a Bakugo.

¿Tan bajo había caído por sus sueños? Se sentía tan patético cuando tal vez debería estar feliz porque su carrera estaba floreciendo.

En Japón, Bakugo estaba muy enojado, tratando de tranquilizarse para no explotar y soltar un sin fin de insultos frente a las cámaras que estaban afuera de su residencia.

Los paparazzi los habían seguido hasta Japón, pero la paciencia de Bakugo se acabó al ver que seguían allí después de varias horas.

Gritó un “sin miedo al éxito” antes de salir de su hogar, enfrentándose a los molestos paparazzi.

—Bakugo Katsuki, cuéntanos la verdad sobre Kirishima Eijiro.

—¡Váyanse a la mierda! Parecen luciérnagas detrás de una estúpida luz. Lo que ustedes buscan es hacer un ridículo espectáculo con una persona normal y buena. Lo hacen famoso para después destruir cada pedazo de su alma para el público. No les importan los artistas, solo lo hacen para su jodido consumo como notas y revistas. Kirishima Eijiro es un gran ejemplo; puede ser fastidioso en muchas ocasiones, pero merece tener algo muy importante: su libertad y privacidad. ¡Son tan patéticos!

—Kirishima, tienes extraños gustos.—Dijo Sero al ver la entrevista que le hicieron a Bakugo.—¿Seguro que estás bien? ¿Él es así realmente? —Insistió con una sonrisa nerviosa y con un tono preocupado.

—Sí, él me gusta así.—Desvió su mirada Kirishima.

—Lograste que alguien como él mintiera por ti. Eres asombroso.

—Tú sabes más que nadie que no tenía opción. ¡Eres mi representante!

—Tienes un buen punto, mi querido amigo, pero pudiste ser sincero sobre lo que realmente querías. Mina y yo te hubiéramos apoyado en la decisión que tomaras.—Sero se levantó de su asiento, dispuesto a irse.—Pensamos que querías hacer todo esto, pero en cambio decías “no tengo otra opción”. Es tu vida, no la nuestra.—Suspiró con pesadez.—¿Ya perdiste la confianza que nos tenías?

Sero salió de la habitación, dejando a Kirishima con un agrio sabor de boca.

El pelirrojo supo realmente lo que tenía que hacer. Estaba seguro de que uno de los zapes de Bakugo habría servido para reaccionar antes.

Renunció a la película que iba a grabar. Para su sorpresa, Tomura lo tomó bastante bien. Luego habló con Mina y Sero sobre lo que realmente quería. Al parecer, Sero ya se le había adelantado porque Mina llegó llorando a sus brazos, sintiéndose una mala manager y la peor mejor amiga del mundo por no intentar saber sobre sus verdaderos sentimientos.

Todo resultó sorprendentemente bien, pero ahora solo faltaba algo muy importante.

 Mi novio es una súperestrella || KiriBaku.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora