Amar al hombre más guapo de la novela capital (segunda parte)

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"¿Está aquí para ver a su maestro?" La frente de Ouyang Ke se arrugó en un ligero ceño cuando preguntó: "¿Cómo se ve?"

"De piel clara y bastante guapo. Creo que es el joven que fue marcado con una Marca de Servidumbre a principios de este día ", respondió el mayordomo.

Ouyang Wen estaba cautivado. Tráelo ahora mismo. ¡No puedo esperar a verlo arrodillarse a mis pies! "

Ouyang Chen miró a su hermano pequeño y resopló: "¿Cuál es la prisa? Hay mucho tiempo para eso ".

"¡Tienes razón! ¡Tenemos todo el tiempo del mundo!" Ouyang Wen sonrió con malicia.

Sin embargo, Ouyang Ke frunció el ceño y preguntó: "¿Cómo llegó a saber dónde vive su maestro? ¿Y por qué vino aquí voluntariamente? ¿Alguna vez has visto a un tipo recién esclavizado aparecer en las puertas de entrada de su amo por su propia cuenta en lugar de hacer todo lo posible para huir? "

El instinto de Ouyang Ke le decía que estaba pasando algo extraño.

Estás siendo paranoico, Ke. Quizás alguien le dijo. No olvides que algunas personas lo vieron cuando le dieron la Marca de Servidumbre ", dijo Ouyang Chen, sintiendo que la preocupación de su hermano era innecesaria. Además, que él venga aquí significa que tiene suficiente sentido común para saber lo que es bueno para él, que no sirve de nada intentar escapar. Está haciendo esto para evitar sufrimientos innecesarios ".

Ouyang Wen asintió y estuvo de acuerdo: "No lo pienses demasiado, Ke. ¿Por qué no lo dejamos entrar y lo averiguamos?

Con preguntas llenando su cabeza, Ouyang Ke miró en dirección a la puerta, esperando que Mu Yun entrara.

En poco tiempo, Mu Yun con una camiseta blanca y jeans negros apareció en la puerta. Después de que sus ojos recorrieron a la pareja de personas en la sala de estar, entró a grandes zancadas, su rostro completamente libre del miedo que Ouyang Chen y Ouyang Wen esperaban ver.

Curiosamente, parecía tan sereno como si fuera un invitado de la familia Ouyang, su semblante muy casual.

Ouyang Wen conjuró rápidamente un látigo de la nada y lo lanzó hacia Mu Yun, quien esquivó el golpe con dificultad. Ouyang Wen, al encontrar agradable esta escena, dio otro golpe de látigo. Mu Yun movió su dedo y con eso el látigo se desvió bruscamente y se dirigió directamente hacia el mayordomo que estaba a un lado, como si tuviera ojos.

"¡AARGH!" El mayordomo, que había estado allí de pie en silencio, sintió un dolor repentino y punzante, y su rostro estaba particularmente dolorido. Acarició su mejilla y luego encontró su palma cubierta de sangre.

Ouyang Wen estaba estupefacto. Mirando al mayordomo empapado en sangre, se preguntó frenéticamente cómo ese golpe de látigo había golpeado al anciano.

Este cambio repentino también sorprendió a Ouyang Ke y Ouyang Chen. No vieron hacia dónde iba el látigo, pero estaban seguros de que su hermano apuntaba al joven. Ninguno sabía cómo había caído el látigo sobre el mayordomo.

Ouyang Chen reprendió: "¡Wen, mira a quién le estás golpeando con el látigo!"

Luego desvió la mirada hacia un guardaespaldas que estaba a un lado y le dijo: "Saquen al mayordomo de aquí y venda su herida".

"Sí, maestro Chen".

Cuando se llevaron al mayordomo con la cara ensangrentada, Ouyang Chen se puso de pie, caminó hacia Mu Yun y, apuntándole con una patada, resopló: "¿Quién dijo que podías sentarte? No mereces tomar asiento. ¡Arrodillarse!"

"Todo bien." Mu Yun, sonriendo, hizo un gesto con la mano y con eso, Ouyang Chen estaba de rodillas frente a Mu Yun antes de que se diera cuenta.

"Tsk, ¿por qué te arrodillas sin ninguna razón? Parece que necesitas ver a un médico ", sonrió Mu Yun, mirando a Ouyang Chen, cuyo rostro registró una mezcla de asombro y conmoción.