3: "Promises"

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Meses después...

Taehyung iba a la primaria y Jungkook estaba en su segundo año del Kínder.
Asistían a la misma institución, más no podían verse, el Kínder estaba separado de la primaria. Pero siempre se veían a la salida y regresaban juntos a casa en el carro del chofer de Jungkook.
Después de almorzar y hacer las tareas, jugaban y pasaban el día juntos. Se había vuelto una rutina.

La mejor rutina.

—¡Hyung! ¡No sabes! ¡Es mi cumpleaños el próximo mes! —dijo con emoción Jungkook
—¿Enserio?,¿El próximo mes? Eso es genial Kookie—le sonrió de vuelta con emoción Taehyung.
—Cumpliré seis, seré más grande ¡como tú!.
—Es cierto serás más grande pero no como yo, te gano por tres años, siempre seré tu Hyung y tu mi donsaeng—explicó Taehyung
—¡Pero yo quiero ser grande como Hyung!—se quejó Jungkook.
—¿Por qué Kookie?.
—Para estar siempre al lado de Hyung—Jungkook bajó la mirada. Taehyung se sintió feliz de ver como el pequeño mostraba esa necesidad de estar con él.

—Kookie—Taehyung agarró los cachetes de Jungkook para que este lo mirase
—Siempre voy a estar a tu lado, aunque seas más pequeño, eso no me importa—dijo Taehyung haciéndole una caricia bajo la barbilla, como suele hacerlo Baekhyun con Chanyeol.
Jungkook se rio por las cosquillas y también por lo que dijo su Hyung
—¡Prométemelo, hazlo con el dedito Hyung!

Entonces juntaron sus dedos y prometieron siempre estar juntos. Jungkook abrazó a Taehyung. Este último sintiendo que podía abrazar a Jungkook todo el día, él era tan lindo como un conejito bebe, era adorable que nadie querría apartarse de él.

Taehyung no había hecho promesas así con nadie antes, ni siquiera con Bogummie, así que se preguntaba si las promesas duraban así de mucho.

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—No comiences ¿quieres?, estoy de buen humor hoy—dijo abriendo su saco para sentarse cómodamente en su asiento.

Nayeon lo siguió por la oficina apresurada y molesta—Tengo que regresar a Busan el próximo mes, prometiste dejarme ir. ¡Es el cumpleaños de mi hijo!.
Myung Soo la miró serio—Odio cuando lo dices así, ¡también es mi hijo te recuerdo!.
—Pues no parece, apenas y lo ves, ¿sabes cuantos años cumplirá? —dijo Nayeon irritada.
—Todavía es un mocoso, eso lo sé, no puedo enseñarle nada aún—dijo sin importancia el hombre.
—Jungkook es un niño pequeño aún, y el decidirá lo que quiere hacer de grande no te dejaré obligarle nada. ¡Déjalo tranquilo Myung Soo! —Nayeon alzó la voz.
—Heeeyyy esconde las garras o me encargaré de arrancártelas preciosa—Myung Soo sonrió de lado, burlándose.
—No tocaré al mocoso, pero no puedes irte ¡entiéndelo! Hay un montón de ofertas justo en ese mes, ¿qué quieres que haga?, que las rechace por tu capricho? Mándale un regalo y listo el entenderá que sus padres trabajamos para el—Myung Soo expuso una solución practica y vacía.

Nayeon se rio con sarcasmo y pesar—A ti no te importa, ni haces nada por nadie, primero estás tú, luego ves si el resto te sirve para algo y si no, ni los miras.

Myung Soo se levantó de su asiento para acercarse a Nayeon y acariciar su rostro
—Linda...así funciona el mundo, las empresas no contratan a nadie que no les sirva, o por ejemplo nadie se casa con nadie que no le guste...bueno hay excepciones, pero este no es el caso. Lo sabes.
Se alejó de Nayeon y camino por su oficina exclamando—Construí todo esto con tu ayuda y gracias a eso, el niño lo tendrá todo en la vida. Dinero, educación y belleza, en la última parte influiste mucho, te lo agradezco. El niño fácilmente podría liderar Corea, pero tú quieres limitarlo a que haga lo quiera, si no le das dirección, sabe dios que será de él—Volvió a acercarse para ver a su esposa a los ojos, este la miraba con cierta furia
—Aunque... ¿tampoco importa mucho no?, sus papis tienen dinero para el. Pero ese es precisamente el problema Nayeon. ¡Es un JEON!,—dijo levantando la voz y golpeando la mesa al pronunciar el apellido.—¿Dejarás que se desperdicie así?.

Tus ojos lo dicen (Vkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora