𝐔𝐧 𝐚𝐥𝐟𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐉𝐢𝐦𝐢𝐧 [Hopemin]

three

Doja Cat - Ain't Shit

A veces las cosas nunca salen como uno quiere, eso Jimin siempre decía cuando algo no salía como él esperaba, les gustaba que todo estuviera en orden y como él quería. Alguien perfeccionista podría decirse. 

Jimin no esperaba ver que un hombre corpulento y cabeza de boliche, este ahuyentado a su mejor amiga. Arruinando su salida tan especial. Y eso lo pone de mal humor.

—¡Hey! ¡Niña, acaso no vas a pedir disculpas! ¡Sabes cuánto cuesta esos chalecos! —grita el alfa. 

El alfa toca con su dedo graso el hombro de su amiga.

Hace solo unos minutos Ji Hyo estaba botando su bebida, pero tropezó con alguien de casualidad por andar un poco distraída y el poco contenido de su refresco cayó en el hombro del desconocido. La pelirroja pidió disculpas con una sonrisa avergonzada, pero el alfa lo tomó como burla y falta de respeto.

Agarran de la camisa escolar de la omega, haciéndola pararse de puntitas.

Ji Hyo se asustó, y pataleo.

Jimin al ver eso, corrió y sujetó el brazo de aquel alfa.

— ¡¿Y tu niño que traes o acaso quieres que rompa esa cara bonita tuya?!

Hubo miradas terroríficas entre el alfa pelado y el omega rubio. Una tempestad de relámpagos ante esos ojos celestes y esos ojos rojos que mostraban el infierno mismo.

El ambiente se estaba volviendo tenso para todos los expectantes, que temían el desenlace de esa historia.

- ¡Vamos, jefe! ¡Demuéstrale quien manda! —los otros compañeros del alfa le dieron aliento. Fácilmente aquel alfa musculoso dará algunos puñetazos y esos niños se largaran llorando.

Jimin apretó más el agarre, haciendo que el alfa sacará un aullido de dolor, pero se las aguanto mordiéndose los labios para no ser la burla de sus amigos.

El alfa soltó a la omega, viendo su brazo rojizo y su piel removida.

—¿Jefe, se encuentra bien?

La cara de aquel alfa estaba helada de miedo, pero su orgullo no se doblega de manera fácil.

—¡Hey! ¿a dónde vas? ¡Esto aún no ha terminado! —gritó el alfa exaltado. No iba a ser humillado por un niñato cualquiera— ¡Hey, imbécil! Responde cuando te hablo.

El alfa con pasos apresurados jala el hombro del rubio antes que se vaya, pero es agarrado velozmente, doblaron su brazo y haciéndole caer de barriga contra el piso.

—¿Acaso debo pedir permiso para irme, abuelo? —pregunta Jimin descaradamente.

Los demás alfas al ver a su jefe tirado en el suelo, se lanzaron contra el omega con una ira enorme, marcando más su músculos en sus brazos y mostrando sus dientes como manada de lobos al acecho.

Todo fue demasiado rápido ante los ojos de cualquiera, pero no para el omega.

Jimin podía ver los ataques con facilidad de los alfas, y cada uno lo esquiva sin problema. Mientras Ji Hyo estaba a un lado grabando cada momento del rubio; radiante y sudoroso. Una que otra foto para no olvidar, cada expectante escena. No iba perder ese momento glorioso de su mejor amigo, parecía esas películas de acción donde el rubio es el héroe de la historia, pocas veces hacía lucir su fuerza bruta y agilidad, como un guerrero griego que baila en cada golpe. Impresionante para la pelirroja, que sus ojos salen brillos como diamantes.

Ji Hyo agacho un poco su cuerpo para que el cuerpo del aquel alfa no cayera encima de ella, viendo como este destroza la mesa por el repentino lanzamiento que Jimin hizo.