𝐔𝐧 𝐚𝐥𝐟𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐉𝐢𝐦𝐢𝐧 [Hopemin]

six (pt.2)

TWICE 「Doughnut」

― Uy, ese maldito alfa, me las pagaras, como se atreve a profanar mis labios. Juro que si llega recordar el beso, le golpeare tan duro hasta que se olvide. Y espero que así sea.— dijo Jimin y empezó a dar golpes en el aire con el cepillo aun en la boca, ya que era la séptima vez que se enjugaba la boca.

Cuando vino a su casa fue directamente al lavado y cepillarse los dientes como seis veces. Además, de asearse y quitarse el aroma alfa que el estúpido de Hoseok dejo en él. En estos últimos días, olía demasiado a ese cretino, no importa donde vaya, ese tipo simplemente se entrometía en sus narices, y se chocaba a cada rato con él. Lo irritaba demasiado. En las clases, en el receso y la salida. Hoseok estaba en todas partes. Lo estaba volviendo loco. Y con el beso, lo tenía colérico.

­― Das miedo cuando hablas solo. ― dijo Jungkook, recostándose en el marco de la puerta con los brazos cruzados. ― cuando saldrás del baño, quiero ducharme.

― Largo.

― A qué viene esa actitud. Ya te dije si sigues así no conseguirás pareja.

― No necesito una pareja.

― Eso lo dices ahora, pero cuando veas que todos tus amigos estén con sus parejitas comiéndose la boca. Sé que vas a llorar. ―Jungkook comenzó su actuación exagerada, tocando una mano a su pecho y la otra, a la frente―Ay, pobre de mí, soy un omega sin mi pareja destinada, alguien que me dé su amor. ―imito la voz del rubio y de sus ojos azulados saco unas cuantas lagrimas falsas ―Pobre de mí, me muero del amor de un alfa . . . o una alfa.

Jimin cogió el cesto de ropa sucia y se lo tiro en la cara a su gemelo.

― Eso me dolió. Esta vez, no te lo perdonare, Jimin.

­― Para la próxima, hare que te duela más.

― ¡Niños, la cena esta lista! ― grito la omega, madre de ambos mellizos. ― No se anden peleando, que ya son muy mayorcitos para esas cosas.

Jimin se puso serio, miro a su mellizo, y le dijo en letras de mano: ― Me debes respeto, cerebro de gorila. Si no le contare a mamá sobre ''eso''. Jungkook le contesto en el mismo código. ― Esta bien, tú ganas.

― Sí, mamá. ― respondió Jungkook resignado. Y, fue a su habitación seguido de la mirada molesta de su hermano.

Jimin por su parte, siguió con lo suyo, del cepillado. Y recordó nuevamente el incidente de la tarde. Se enojó por décima vez y su rostro se ruborizo. Estaba con los nervios de punta.

Se palmeo el rostro y luego, fue al comedor. Arrastro la silla de la mesa y se acomodó. El reloj apuntaba las nueve, y no apartaba la vista en el asiento de su padre, lo cual como pocas veces estaba vacío.

― ¿Y papá? ― pregunto Jimin, dando el primer bocado al Kimchi.

― Dijo que llegaría tarde por esta vez, y que no le esperamos. ― respondió la omega.