CAPITULO SEIS

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A la mañana siguiente, siguieron buscando una salida, y nada funcionó.

Los poderes espirituales aún no regresaban.

El trío se detuvo a descansar por las horas del mediodía, siendo testigos de la irritación de Wei Wuxian al quejarse.

-- Genial. ¿Ahora cómo salimos de aquí? Ese estúpido de Jin Zixuan nunca nos dijo una salida, y no encontramos nada que se le parezca a una --

Jiang Yanli calentaba lo mismo de ayer, y lo vertía en el único recipiente que tenían para comer los tres.

Mientras escuchaba las quejas de Wei Wuxian, recordó al joven heredero Jin, y un suspiro leve salió de su interior.

Jin Zixuan no se había vuelto a ver desde que cayeron. Estaba segura que habían caminado todo el interior de la cueva, y no lo encontró por ningún lado.

La damisela fue la última que comió ya que no tenía mucha hambre.

Por estar lejos del contexto del monólogo que Wei Wuxian mantenía con Lan Wangji, le sorprendió un poco cuando la silueta de su hermano se levantó.

-- Bien. Yo iré a buscar otra salida. No puedo imaginar quedarnos 7 días aquí atrapados como la última vez -- Se giró hacia Jiang Yanli -- Ya regreso Shijie, quédate aquí --

Se fue caminando con un claro gesto de seriedad.

Lan Wangji se levantó, suspirando por ser tan precipitado.

-- Si quiere lo acompaña joven maestro Lan. Yo estaré bien -- Jiang Yanli sonrió y el Lan lo pensó por unos minutos, pero luego asintió.

Al alejarse, la chica vertió un poco más de líquido en el recipiente y se levantó, comenzando su camino por el lado contrario.

Sus pasos sonaban con la idea de encontrar a ese chico.

Se sentía perdida pues no recordaba haber visitado estos rincones de la cueva esta mañana. Se asustó cuando creyó haberse perdido, hasta que una mariposa nocturna se atravesó en su camino y voló hacia otra dirección.

Su aparición la condujo a seguirla y escuchar un extraño ruido a sus alrededores. Con extrema cautela, encontró a un joven lanzando su espada al suelo, desnudo desde la parte superior.

El chico se dejó caer al suelo rocoso, y cansado, colocó su palma sobre la frente y suspiró. Su estómago rugió.

-- ¿Tienes hambre? --

Jin Zixuan frunció el ceño y quitó su mano al ver a la hermosa damisela aparecer.

Ella sonrío levemente, conteniendo un recipiente husmeando con fragancia.

-- ¿Princesa Jiang? -- Se levantó de inmediato -- No puede ser... ¿Qué hace aquí? Se suponía que no debería verla. Me escondí justo para eso --

Ella agachó la mirada.

-- Por favor, aléjese de mí -- Su estómago rugió -- No debemos estar más juntos --

-- Entiendo... Solo quise venir para saber cómo estaba y... --

-- Estoy perfecto -- Ergio la espalda en una posición segura -- No tiene nada qué hacer aquí --

Jiang Yanli conocía que la estaba rechazando y haciéndose el duro. No obstante, su apariencia era terrible, mucho más por el golpe que sufrió ayer en la nariz.

Su piel se notaba lastimada y rasgada a simple vista. Su labio inferior estaba hinchado y se notaba la fatiga debajo de sus ojos.

-- Joven maestro Jin. Sé que no desea verme, pero le traje un poco de caldo para que lo tome y se mejore --

La compleja confesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora