ABEL " El Lado Oscuro Del Placer"

"El Primer Día"

¿Qué pasaría si un día se juntan el placer y el deseo? ¿Podría haber un límite? ¿Qué hacer cuando la lujuria ha ido más allá de lo conocido?

Ha llegado el momento de cumplir tus fantasías y descubrir el lado oscuro del placer.

Yo seré el monstruo que despierte la pasión de cuerpo y tú serás la bella que domine a la bestia, este es nuestro juego nena, aquí lo moral y lo correcto no existe, las reglas las pongo yo.

¿Se acuerdan de mí?, no claro que no, yo era uno más de todos aquellos del montón al que ustedes disfrutaban molestar, pero las cosas han cambiado y ahora seré yo quien ponga las reglas del juego, bienvenidos al infierno, es hora de ver arder sus vidas

El sol brillaba dando la bienvenida al verano y al inicio de clases, en la universidad los autos desfilaban uno tras otro compitiendo por ver cuál era el más lujoso, el bullicio de las charlas ponían fin al silencio y encendían el ambiente haciéndolo más ameno.

AILEEN

Estaba emocionada por empezar y sus ojos cafés brillaban con emoción al recorrer el enorme lugar, al fin viviría la experiencia de la universidad, las fiestas, las fraternidades, era algo con lo que siempre había fantaseado, ¿sería todo como en las películas?, caminó con paso firme ante la mirada de algunos jóvenes que la observaban y decían algún piropo al que ella contestaba con una dulce sonrisa, mientras su larga melena bailaba con el viento al compás de su vestido floreado que amenazaba con alzarse y dejar ver algo más, se dirigió hasta el que sería su salón y buscó un lugar para sentarse, notó que había varios de sus compañeros de secundaria ahí.

-Vaya, vaya, pero miren a quien tenemos aquí, la hermosa Aileen nos honra con su presencia. -Dijo un joven como de 1.70 cm, de cabello negro y ojos color miel-.

-Hola, Robert. -Saludé haciendo un ligero movimiento con mi mano y él sonrió-, así que nos vemos de nuevo.

-Sí, empiezo a creer que estás siguiéndome. -Guiñó un ojo divertido-, soy irresistible.

-La mayoría de compañeros están aquí, no te sobrevalores Robert. -Lo molesté-.

-Buenos días con todos, -Saluda nuestro profesor dándonos la bienvenida, su estatura debe estar cerca del metro ochenta, como de unos cuarenta y cinco años, tiene el pelo castaño y ojos de color verde-, bien es nuestro primer día, así que intentaremos conocernos, quiero que cada uno se ponga de pie y diga su nombre al resto de la clase. -Pide como si estuviéramos en la secundaria-.

Uno a uno los estudiantes empezaron a presentarse y a contar algo de su vida, pero cuando íbamos por la mitad un golpe en la puerta nos interrumpió, al parecer un estudiante había llegado tarde.

-Buen día, pasa. -Lo invitó el maestro de forma muy amable y pronto los murmullos y risas empezaron a sonar-, por favor señores guarden silencio. -Pide al escuchar el alboroto que hacen mis compañeros, y entonces lo veo, frente a todos un chico alto y con ropa anticuada hace presencia, lleva puesto un pantalón de color crema que lleva doblado por las bastas hasta la mitad de sus pantorrillas, el pantalón le llega a la cintura y un cinturón negro junto con un polo de color vino que van a juego con sus calcetines, es Abel, el chico al que todos molestaban en la secundaria-, por favor sácate la gorra. -Sin responder obedece la orden dejando ver su rubio cabello que llega hasta casi sus hombros y toma asiento al final de la fila, su altura es superior a los de los demás y aunque su rostro no ha cambiado, hay algo en él que lo hace ver diferente, sus azules ojos tienen un tinte amenazador y no uno de temor como antes-, continuemos con la dinámica, -Animó el profesor-, ¿por qué no nos dices tu nombre?

-Me llamó Abel. -Contestó poniéndose de pie-.

-Bien Abel, cuéntanos algo de tu vida, como ¿Qué te gusta hacer?.

-Me gusta escribir y tocar la guitarra.

-¿Eres de aquí? ¿O solo has venido a estudiar?

-No soy de aquí, vine porque me gané una beca.

-Muy bien, debes ser buen estudiante.

-Supongo que sí. -Contesta sin importancia-.

-¿Alguno de ustedes quiere hacerle una pregunta a su compañero?

-Si profesor, -Se para Robert, estoy segura de que va a molestarlo-, ¿has venido con tu papi y mami?, ha cierto, tú no tienes papá, -Se mofa-.

-Robert, eso es de mala educación, discúlpate con tu compañero, -Exige el profesor, sin embargo, Abel contesta la pregunta como si nada-.

-Mi madre está en la cárcel, fue condenada a veinte años de prisión.

-¿A quién mato?, -Pregunta casi molestando una de las estudiantes-.

-No tienes por qué contestar eso Abel, -Interviene el profesor, pero Abel lo ignora-.

-Mi madre, -Lo veo continuar con su historia-, trabajaba en una morgue hace 21 años, pero la echaron por ser pillada cometiendo actos de necrofilia, -Explica como si fuera lo más normal del mundo-, le quitaron mi custodia cuando cumplí trece años y se la entregaron a la familia de mi padre.

-Imposible, tú no tienes padre, -Vuelve a repetir Robert-.

-Mi padre era el cadáver que mi madre se estaba cogiendo en la morgue, -Termina antes de volver a sentarse-.

Un silencio incómodo se apodera del salón, la historia de Abel ha dejado a todos atónitos incluyendo al profesor que entre torpes palabras trata de continuar con la clase, curiosa me giró para mirar a Abel y pronto su mirada me encuentra y hacen un recorrido por todo mi cuerpo que logra helarme la sangre y termino por volver mi vista al frente, su presencia me hace saber que habrá muchos problemas.