Ya han pasado 4 días desde el accidente, puedo decir que estoy bien, estoy tomando esto con calma. Sólo pienso, esto pasará y no es tan malo como parece.
Muchas personas se encuentren peor que yo, en situaciones difíciles de sobrellevar.
Quizá hoy no estuviera aquí, estoy agradecida con la vida. Tengo una oportunidad más para salir adelante y la aprovecharé.
Mi hermano vendrá dentro de unas horas, me he despertado de buen humor. Así que estoy preparada para recibirlo. Me he puesto una camisa azul con Jeans negros y unas botas bajas del mismo color.
Mientras espero que él venga, uso mi teléfono.
Ya he instalado todas las aplicaciones necesarias, por alguna razón pude recuperar mis cuentas, así que reviso la de Instagram. Hay como 10 fotos nada más, quizás no era tan activa en las redes.
Hay fotos mías y una con Ellie y Jason. Estamos los tres, llevo un vestido ajustado a la cintura, Ellie lleva uno ajustado en todo su cuerpo, que la hace lucir una hermosa figura, Jason está de traje, uno de color negro, al parecer fue en la graduación de mi hermano.
Hay una foto con mi familia, fue de hace un año. Todos tenemos una gran sonrisa de oreja a oreja.
Entro a la bandeja de mensajes y hay muchos, personas preguntándome como estaba, pero no se quienes son así que me limito a contestar.
Estoy sentada en una banqueta afuera de la casa, viendo las fotos, cuando de pronto veo a alguien.
Es un chico... muy apuesto por cierto.
Lleva una playera blanca y jeans de color azul, tiene el cabello negro y alborotado, sus labios son rosados y carnosos. Su piel es blanca, de esas que fácilmente se tornan roja con el calor. Aún no he podido verle sus ojos. Va escuchando música con sus audífonos, en su mundo y entonces voltea hacia a mi.
Nuestras miradas se encuentran y yo siento algo en mi ser, algo que me dice que yo ya lo he visto antes pero no recuerdo como o donde.
Tiene unos hermosos ojos azules, como el cielo cuando está despejado. Unas largas pestañas adornan esos bellos ojos.
Tiene un cuerpo fortalecido, no tan musculoso pero si se ve que va al gimnasio. Él también está mirándome con intensidad, pasan segundos y después desvía la mirada y sigue caminando.
—¡Hey!—. Le grito al chico, él sigue caminando como si no me hubiera escuchado.
—¡Hey espera!—. Le grito de nuevo, él se voltea y me da una hermosa sonrisa. Hasta los dientes tiene deslumbrantes. Se ve tierno con su sonrisa pero también tiene ese aire de chico rudo.
Yo camino hacia él pero no se queda, sigue caminando y entonces hago lo que menos haría, corro detrás de él, cuando me ve que voy siguiendolo. Él apura el paso y se mete a una casa.
Me resigno. No puedo llegar preguntando por él a una casa así como así. O al menos eso diría alguien normal. Pero yo no lo soy, no puedo con la curiosidad.
Sigo en dirección de la casa a la que él entró. Es una casa más grande que la mía, mucho más grande. Es de color crema, tiene unas ventanas doradas, no puedo ver mucho más porque está circulada por un muro y si, se nota que tienen mucho dinero las personas que viven aquí. Hay un gran portón y una puerta a la par. Llego y toco el timbre.
Una chica de servicio abre la puerta y yo ahí como una tonta, le digo:
—Justo vi que un chico entró por aquí, ¿le puedes decir que salga, por favor?—. Así, sin más, le dije eso como si fuera lo más normal del mundo.
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En Mi Memoria
Teen FictionMadison, una chica de 17 años, despierta un día, sin saber su nombre y su historia ¿Que habrá pasado para que ya no recuerde nada? Cada persona tiene una memoria, es como un mundo donde guardas tus recuerdos, tus pensamientos, tus experiencias y d...