Casi nadie sabía cómo era el mundo antes del sistema actual.
Tuvo que ser reconstruido luego que las fronteras se establecieron separando las tierras del muundo pertenecientes a los yaos, y la de los humanos. Varias de las ciudades más importantes tuvieron nombres de los héroes que lucharon por la liberación humana de la opresión yao cientos de años antes. Como una forma de mostrar ahora los tratos eran amigables entre ellos, formaron juntos la secta Long.
Eso no significaba raras veces en la época actual estas dos razas convivieran.
De hecho, era normal en el día a día gracias a que la secta Long promovía las relaciones entre ellos. Si hubieran problemas raciales o muy complicados para los funcionarios, los cultivadores de dicha secta se asegurarían de atender. Siendo la más grande bajo el cielo, era natural tuvieran mucho trabajo y raras veces la secta estaba abarrotada con sus miles de discípulos.
Pero hubo dos días en que todos los cultivadores decidieron quedarse en la secta Long. Y el segundo había llegado: se tenía que elegir al Gran Maestro Sucesor.
Eso significaba habría una gran prueba donde todos los maestros mostrarían su valía para decidir al sucesor. Luego serían los discípulos quienes competirían en una conferencia de discusión para mostrar los nuevos talentos de la generación más joven.
Cada shizun ordenó a sus discípulos aplazar cualquier tipo de misión, y los que estaban afuera regresaron rápidamente. Mientras los sirvientes decoraban toda la secta para el gran evento, ninguno de los jóvenes tuvo tiempo de descansar con tantos entrenamientos. En cada paso de los poderosos muros del pabellón de la secta podían ver sedas doradas y el símbolo de la secta Long dibujado por los mejores pintores, que eran mareas azules simbolizando el profundo mar lleno con misterios y vidas distintas, pero de un mundo compartido.
La calle frente al pabellón exhibiendo la lujosa frase “secta Long” en una tabla de oro estaba llena. Gente de todo el país había viajado especialmente para el evento, y si esforzabas un poco la vista, verías algunos yaos de todas las formas en esquinas solitarias, esperando las relucientes puertas plateadas fueran abiertas.
Los nobles no tardaron en reunirse sobre sus carruajes afuera de la secta Long, apostando sobre cuál podría ser el resultado. Siempre se interesaban mucho por ver a los grandes maestros expertos compitiendo, entonces era el único tema de conversación sin importar el festival de la longevidad estuviera cerca.
—¡Yo estoy a favor del Tercer Gran Maestro Lu, es el único capaz de dar pelea al Primer Gran Maestro Han!
—No lo creas tan seguro, dicen hace cinco décadas el Primer Gran Maestro Han pudo vencer con un sólo dedo al Tercer Gran Maestro Lu, ¡Sólo uno!
—Eso fue hace décadas, yo aún no había nacido...
—El Sexto Gran Maestro es el más cercano a la Líder Shang. La Líder Shang ha dicho varias veces le gusta su forma de pensar.
—¡¿A quién le importa?! ¡Los más poderosos son sin duda el Primer Gran Maestro Han, y el Segundo Gran Maestro Lu! Si tienes fuerza para oponerte a todos bajo el cielo, ¿Qué podrían hacer debiluchos insectos por muy astutos que fueran?
Lo que acababan de nombrar eran sólo los favoritos de ese siglo. No podían ser comparados sin entrar a un intenso debate donde todas las partes se devanaban los cesos sacando argumentos.
Siendo uno de los temas favoritos, gracias al evento que nada más podía ser presenciado una vez cada siglo, tardaron en darse cuenta alguien joven de túnica azul rodeaba sus carruajes, sonriendo al escuchar quiénes eran los favoritos. Ni siquiera intentó ocultar su presencia, viendo fijamente a los nobles discutir.
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El Mestizo Y El Zorro
FantasyExisten dos razas que antes vivían en discordia, la raza humana y la Yao. Sin embargo, finalmente han hecho la paz y los humanos viven tranquilos a pesar de que los Yaos son más poderosos. Pues Qiu Lang, un mestizo humano/yao, y Huli, un espíritu zo...