El Mestizo Y El Zorro

Ilusión

Gang Zhaqi no era el peor alumno en términos de cultivación, ni siquiera sólo incluyendo a los que estaban bajo la tutela del Sexto Gran Maestro, He Wu. Pero era de conocimiento público el Sexto Gran Maestro y sus aficiones con las apuestas, amor por el dinero lo hacía el que fácilmente  señalaban como el que menos respetaban a la hora de pensar en la calidad de los grandes maestros.

La señora Gang precisamente insistió su hijo fuera discípulo de He Wu, debido a lo fácil que él aceptaba a casi cualquier discípulo, mientras ofrecieran dinero o licor.

Era fácil deducir no sería problema para ellos en el peor de los casos enfrentar a Gang Zhaqi.

—¡No crean me quedaré parada dejando ustedes hagan lo que quieran!– Exclamó iracundo Gang Zhaqi.

—¿Le traigo una silla?– Respondió con clara ironía Huli.

—¡No permitiré se olviden de mí! Si es necesario, los llevaré hasta el Páramo de Xuongshi.

Waxi hizo una mueca, replicando: —¡Qué mal gusto tienes!

Concordando, Huli sacudió su brazo derecho: —Cierto. Lamentamos no acompañarte

—¡¿Sabes cuánto mi madre se esforzó en mantener la reputación de la familia, y buscó esta oportunidad para mí?! ¡Y ahora estoy bajo supervisión por tu culpa!– Gang Zhaqi señaló al yao, quien no paró de sonreír como si conversaran de su platillo favorito.

—¡Silencio!– Protestó otro, indignado– ¡Ya puedo imaginar cuánto dinero tuvo que dar la señora Gang para que aceptarán a alguien como tú!

Viendo todos rodeaban a Huli, Waxi se colocó al frente, a pesar apenas llegaba hasta al pecho de su amigo. Ninguno allí parecía darse cuenta Huli tenía su esencia frágil, entonces pensó era mejor acabar pronto y no iniciar pelea.

Pero podría burlarse un poco primero.

El mestizo cruzó los brazos inexpresivo, diciendo: —Jamás alcanzaras la inmortalidad a ese paso. No creo entiendas el camino del tao.

Apretó el brazo derecho de Huli, y lo alejó de la escena unos cuantos pasos, quien no forcejeó siguiéndolo.

Gang Zhaqi evidentemente no se hallaba feliz, y no se rindió con los insultos: —¡¿Y dos monstruos pueden comprenderlo mejor?!

—¡No son monstruos, tarado!– Alguien gritó, indignado.

Huli se detuvo en seco, girando todo su cuerpo su cuerpo bruscamente en dirección a Gang Zhaqi. Su expresión sombría mostrando dos largos colmillos y la forma en que apretó sus puños dejando sus largas se asomaran, hizo temblar a muchos de los que se hallaban cerca, aunque Waxi intentó apaciguarlo colocando una mano helada sobre su pecho tibio.

—¡Huli! No importa las tonterías que piense él, si peleamos no será buena idea...

—¡Ese idiota puede pensar lo que quiera de mí, pero no soporto diga una mala palabra de tí!

Qiu Waxi no replicó, uniendo sus propios labios en una delgada línea recta.

Otro decidió intervenir:

—¡Amonestar a alguien por su raza puede hacer recibas al menos diez latigazos! Si te callas, no le diremos nada al Sexto Gran Maestro.

Gang Zhaqi lo enfrentó, exclamando con una risa sarcástica: —¡No puedo creerlo! ¿Proclamamos justicia pero tenemos a lobos entre nosotros, acechando para atacar en cualquier momento? No son humanos, ni tienen sentimientos, ¡Sólo nos quedará estar impotentes cuando se salgan de control y no estemos presentes!

Huli dió un paso hacía él, pero antes de alcanzarlo, alguien se adelantó seguido de una ráfaga de viento, y golpeó el estómago de Gang Zhaqi.

El agredido fue empujado atrás por la fuerza y entonces aterrizó sobre sus pies, sosteniendo su estómago mientras vomitaba sangre.