𝓒𝓪𝓷𝓲́𝓫𝓪𝓵 ☠𝗞𝗢𝗢𝗞𝗠𝗜𝗡☠

05

—¡Chicos! —Gritó con un tono de desesperación.

Los cuatro chicos corrieron hasta él totalmente preocupados.

—¿Qué te pasó Hoseok? —Preguntó el pelinegro.

—Lo que pasa es que, estaba durmiendo tranquilo, y de repente me levanto porque logré oír unos gritos a lo lejos, pero cuando intenté salir de la carpa, alcancé a ver una silueta de alguien merodear por aquí afuera —Dijo esto con un tono de voz agitado.

—¿Quién era?, ¿lograste ver quien era? —Cuestionó el moreno.

—No, no pude ver quien era, porque tenía una capucha que le cubría prácticamente todo, ni siquiera sé si era hombre o mujer.

—Debió ser la anciana esa —contestó el azabache.

—¿Cómo estás tan seguro? —Preguntó el pelirrojo.

— Mira Hoseok —Empezó a explicar el chico pálido— todos nosotros creemos que la anciana esa nos trata de decir o advertir sobre algo.

Hoseok frunce su entrecejo confundido.

—¿Por qué creen eso?

—A Taehyung y a mi nos habló una voz en el bosque, nos dijo algo escalofriante y...

—Nos dijo que jugarían al béisbol con nuestra cabeza —interrumpió el azabache.

El pelirrojo abrió su boca sorprendido.

—Déjame hablar, —Dijo el pelinegro con un tono de molestia, el azabache se encogió de hombros— en fin, creemos eso por esa razón, además nos dices que escuchaste gritos a lo lejos, ¿No te parece extraño?

—Por eso debemos encontrar a la anciana lo antes posible, tal vez ella nos trate de decir algo —Continuó el chico pálido.

—Pero no estamos seguros de eso —Finalizó el moreno.

—Y... ¿Qué piensan hacer? 

—Pensamos dar un paseo por nuestros alrededores, a ver que encontramos —respondió Yoongi.

Hoseok tragó saliva.

—¿So...solos? 

—No, nos dividiremos en dos grupos, así no nos perderemos, ¿Están de acuerdo?

Todos asintieron en acuerdo.

—Perfecto, tienen que estar aquí antes de que el sol se ponga. 

Los demás asintieron por lo que se se dividieron en dos grupos, Hoseok, Yoongi y Namjoon, se fueron al sur, mientras que Jungkook y Taehyung se dirigieron a donde anteriormente habían escuchado la voz. En el camino, el pelinegro y el azabache solo podían escuchar el ruido de la corriente del pequeño río que se hallaba al costado del azabache, mas el diminuto cantar de las aves y el sonido que emanaban ellos con sus pisadas, todo parecía tranquilo y solo, hasta que a lo lejos vieron algo que parecía ser una cabaña, se agacharon y se dirigieron sigilosamente a unos de los arbustos que quedaba cerca del lugar.

—¿Si lo ves? —preguntó el azabache.

—Pues claro, no estoy ciego —respondió el pelinegro.

—Vamos, entremos, a ver que encontramos.

El azabache hizo ademan de pararse y dirigirse a la cabaña pero rápidamente fue jalado del brazo y tirado en el césped nuevamente.

—¡¿Estás loco?! —Exclamó— ¿Qué no vez que hay alguien en la casa?, si que eres estúpido.

—Mira conejo, no me digas estúpido, además ¿Eres imbécil o qué? lleguemos a la casa y preguntemos.