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Los días pasaban y entre más pasaban el pelinegro se volvía más nervioso, pues eso significaba que el gran día estaba por llegar. ¡Y ese día era mañana!, ¡Por Dios, que nervios!

Por eso hoy Jungkook se despertó temprano, ¡No podía dormir! Levantándose de la cama, dándole un beso al rubio en su frente, se dirigió al cuarto de baño a cepillarse los dientes y lavarse la cara. Terminada esta acción, sale de la habitación.

La casa estaba en silencio, pues todos estaba durmiendo. O eso creía él.

Saliendo de esta, dirigiéndose al patio de la casa, un lugar tranquilizante para él, pues este estaba repleto de arbustos con frutas, aves volaban por ahí y una piscina con agua cristalina que le daba cierto brillo al lugar.

Sentándose en una de las bancas que habían en el lugar decidió analizar lo que estaba pasando. Ya llevaba cuatro años junto Jimin, cuatro llenos de felicidad, años en donde se ha sentido amado de una manera indescriptible.

Amaba tanto al rubio, que ahora que lo pensaba bien, no se arrepentía de haberse quedado en el bosque, no se arrepentía de haberse dejado atrapar y torturar sólo para ver bien al pequeño chico, si alguna vez llegó a pensar algo así, se retractaba rotundamente.

En medio de sus pensamientos siente una presencia en su espalda, volteándose rápidamente encontrando así al pelirosa quien lo miraba con una sonrisa.

—¿Tan temprano y despierto Kook? —Cuestiona sentándose a su lado.

El nombrado suspira— No puedo dormir, estoy muy nervioso, tal vez esté algo abrumado, no sé como me siento.

—¿Es por lo de mañana, cierto? —Pregunta, el pelinegro asiente— no te preocupes Kook, conozco a Minie y sé que él también te ama.

—Lo sé y no lo dudo, él me ha demostrado todo este tiempo que es así, pero aún así no se me quita lo nervioso.

—¿Necesitas ayuda con eso? —Una tercera voz se escucha en el lugar.

El pelinegro sonríe y sin voltear a mirar a la persona responde— Tres pares de manos trabajan mejor que dos, así que sí, necesito de tu ayuda también Taehyung.

El nombrado bufa con una sonrisa ladina, sentándose al frente de ambos chicos. Empezando una charla y armando un plan de otro nivel —Como lo llamó el azabache.

Un rato después Jungkook decide volver a la habitación, encontrando así a un rubio secando su cabello frente al espejo.

—Buenos días Kookie ¿Dónde estabas? —Cuestiona el rubio una vez nota su presencia.

—Buenos días amor —Besa su mejilla— estaba hablando con Jin y Tae en el patio.

—¿Tan temprano?

—Si, no podía dormir y al parecer ellos tampoco, así que nos pusimos a charlar —Responde, el rubio asiente.

—Iré con Woozi a recoger frutas —Avisa.

—Está bien —El rubio termina de secar su cabello y se gira hacia el pelinegro, besándole los labios.

Cuando se separan el más pequeño sonríe y sale de la habitación, en eso Jungkook se asoma en la puerta y verifica que ya no esté el rubio, ahí aprovecha para llamar al azabache y al pelirosa.

—¿Ya se fue Jimin? —Pregunta el azabache.

—Si Tae, Woozi se ofreció a distraerlo hoy y mañana —Notifica Jin. El contrario asiente.

—Bien, ¿Qué haremos?, o más bien ¿Qué haré yo?, necesito preparar todo, esto tiene que salir bien —Ordena el pelinegro.

—Kook, todo saldrá bien, no te preocupes —Tranquiliza el azabache.

𝓒𝓪𝓷𝓲́𝓫𝓪𝓵  ☠𝗞𝗢𝗢𝗞𝗠𝗜𝗡☠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora