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Los chicos corrían por el bosque a toda velocidad, llegando así a las carpas, con sus respiración agitadas.

—¡Bien!, lo hicimos bien —felicita el moreno.

—¡Si! —Sigue el pelirrojo.

El chico pálido sonríe pero se da cuenta que falta alguien— ¡Esperen! ¿Dónde está Tae? 

La sonrisa de los contrarios se borra y quedan atentos al mismo camino por el que vinieron, esperando ver la presencia del azabache.

—Mierda —Susurra el chico pálido, empezando a correr de regreso a la cabaña, siendo detenido por el moreno.

—¡Yoon no!, es muy peligroso regresar ahora, volveremos por él y lo sacaremos al igual que los otros chicos.

—¡No, no, no, no! —Grita sollozando el chico pálido— ¡Taehyung esta ahí con ese maldito loco!, te-tengo que ir por él.

—¡NO!, Jungkook también está ahí con ese loco junto con tres chicos más, si vamos por Taehyung ahora, sería suicida y echaríamos todo el plan a perder —Explica el moreno.

—Yoon, Nam tiene razón, sé que Tae estará bien, no te preocupes, lo rescataremos.

El chico pálido sollozaba en silencio, siendo consolado por sus amigos.

—Te lo prometo Yoon, sacaremos a Tae de ahí también —Asegura.

—¿Cu-cuando ejerceremos el plan? —Pregunta.

—En dos días, será el tiempo perfecto —Responde.

—Bien, en dos días será —Concuerda.

—No te preocupes Yoon, los sacaremos —Comenta el pelirrojo.

El chico pálido suspira y decide irse a las carpas, sus amigos hacen lo mismo poco después.


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El chico despertó poco después, sintiendo como una venda cubría sus ojos. Intentó moverse pero se dio cuenta que estaba atado a una silla, sus manos y pies estaban en esa condición.

—¡Vaya, vaya! —Comenta el demente desde algún lugar de la habitación— ¿Así que me has estado mintiendo todo este tiempo?

—No sé de que hablas —Responde.

—Créeme, sabes muy bien de lo que estoy hablando, —Comenta— tus amigos.

—¿Qu-que amigos? —Cuestiona nervioso.

—¡Tus malditos amigos los cuales huyeron de aquí dejándote conmigo, imbécil! —Grita cerca de su oído, asustando al contrario.

—¡No se de que amigos hablas, estúpido! —Contraataca.

—¿A no?, entonces te haré recordar —Estampa una bofetada en el rostro del chico amarrado en la silla y sale de la habitación, dejando a un azabache gruñendo enojado.

Taehyung queda solo un momento, escuchando los sonidos que hacía el demente en algún lado de la cabaña, agudizando más su oído, logra escuchar algo desde la habitación de al frente, pero no logra descifrar que es.

No hasta que escucha como el demente le grita a alguien y le dice que se calle, ahí cae en cuenta que en esa habitación hay alguien encerrado, después de eso todo vuelve a quedar en silencio. Todo parecía estar tranquilo hasta que siente un quemón en su mano derecha más la risa del chico demente.

—¿Te arde? —Ríe leve— te daré la bienvenida a uno de mis juegos favoritos, se llama Il bruciatore di cera. Básicamente tendrás que confesarme todo lo que sabes, si no es lo que busco, tus manos serán sumergidas en este pote de cera hirviendo.

 —Estás loco  —Responde.

 —Gracias, pero ya me lo han dicho.

 —¡No es un halago, estúpido!

 —Tarde  —Dicho esto, se coloca detrás del chico azabache donde quita su venda.

El chico azabache cierra sus ojos de golpe al sentir como la luz impactaba sobre estos mismos, intentando adaptarse a la luz. Después de unos segundos logra enfocar sus ojos, al hacer esto mira con horror el lugar.

 —¡Oh por Dios!  —Exclama asustado el azabache.

 —¡Oh por Dios!  —Imita— esto mismo te pasará a ti si no contestas correctamente —Señala las cabezas colgadas en la pared del lugar.

El chico azabache le da una mirada de odio al contrario siendo ignorada, el chico se dirige hacia una mesita donde la rueda y la deja enfrente del azabache, arriba de esta se encontraba el pote de cera sobre una estufa pequeña.

 El chico demente rueda una silla y la deja justo frente a la mesita y el azabache. Antes de hablar, suspira —Bien, iniciamos ya sabes las reglas  —Mira al chico sonriendo— primera pregunta, ¿Dónde están tus amigos?

El chico azabache sonríe ladino— Están con las cabras que te metiste por el trasero.

El chico tensa su mandíbula — Respuesta incorrecta.

Se levanta enojado y jala la mano del chico, sumergiéndola en la cera hirviendo dejándola ahí por diez segundos. El chico atado gritaba y se removía intentando soltarse del amarre, también agitaba su mano intentando calmar el ardor. Todo esto era presenciado por un chico demente con una sonrisa grande marcada en su rostro.

—¡Jajaja!, ¿No es divertido? —Pregunta, ganándose una mirada de odio por parte del azabache— mejor sigamos, siguiente pregunta ¿Qué hacían tus amigos en mi cabaña?, ¿Acaso intentaban liberar a los otros? —Ríe fuerte— si es así, que estúpidos son.

—¡No estaban haciendo nada porque no había nadie en tu maldita cabaña! —Grita.

—Respuesta incorrecta, última oportunidad, responde sabiamente —Pide.

El chico azabache suspira fuerte— Mira imbécil, no sé que busques pero yo no tengo las respuestas a tus preguntas —Responde pausadamente.

—¡Oh!, claro que si las tienes, solo responde ¡¿Dónde carajos están tus amigos?! —Grita frustrado, empujando el pote de cera, haciendo que cayera parte de esta en la cara del azabache, haciéndolo gritar de dolor.

—¡Maldito, mi cara! —Grita desesperado.

El chico simplemente ríe y vuelve a vendar sus ojos, antes de salir de la habitación comenta— Te quedarás en esta habitación, si intentas ejercer algún otro plan, estarás muerto.

El chico azabache ignoró su petición, moviéndose de manera desesperada y llorando por el ardor que sentía en su parte izquierda de la cara. Mientras que el demente cerraba la habitación con seguro y cadena. 

𝓒𝓪𝓷𝓲́𝓫𝓪𝓵  ☠𝗞𝗢𝗢𝗞𝗠𝗜𝗡☠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora