Rusia.
había despertado por la mañana con un peso sobre mí pecho, al ver qué se trataba de mi hermoso mexicano volví a dormir un poco más, estábamos de vacaciones en una playa de México, yo le había dicho a Alemania que estría en un viaje de negocios, sí estaba en un viaje, lo qué cambiaba era el motivo, estría una semana en Cancún con México, ya habíamos dejado todo listo para que aquella semana no nos molestaran.
México:- Buenos días amor mío-dijo dándole un beso.
Rusia:- buenos días amor-correspondió.
Después de media hora dándonos cariñitos (caricias besos), nos levantamos para ir a comer mariscos, en el trayecto nos detuvimos al ver un perrito, estaba delgada y sucio, México explotó en llanto al verlo, e insistió a llevarlo con nosotros, al principio me negué... Pero quién podría decirle que no a esos ojitos tan hermosos, así que al final lo llevamos a un veterinario y de allí a limpiarlo al departamento.
México:- Quién es un bonito perrito- tú lo eres- le decía el mexicano al cachorro al bañarlo.
Rusia:- mmm-
Estaba siendo muy cariñoso... Es en serio me puse celoso por un cachorro.
México.
Al bañar al cachorro ví cómo Rusia cruzaba los brazos y miraba a otro lado... Se veía tan tierno cuando se ponía celoso, termine de secar al perrito y me senté en su regazo abrazándolo por el cuello dándole un dulce besó, al instante sentí sus manos sobre mí cadera.
México:- Cariño- acariciaba su cabello-
Rusia:-mmm, cuáles- tenía el seño fruncidos.
México:- amor mío- soltó una risita- sólo es un cachorro
Rusia:- Pero lo estás consintiendo mucho- esté volvía a fruncir-
México:-No sabes cuánto amó tus expresiones, son tan lindas.
Rusia:- Yo también amó tus expresiones, pero las lascivas son la que me enloquecen.
México:- Entiendo... Porque no enloquesemos~- este comenzó a besarlo.
Cómo si la noche anterior no hubiéramos tenido suficiente aquella mañana volvimos a causar un cataclismo entre las sábanas, amaba sentirlo, tenerlo, amarlo... Todo iba de maravilla aquel día, Rusia me llevo la comida a la cama, era lo último qué podía hacer después de haberme dejado invalido, por la noche salimos a la playa, nos sentamos ala orilla del mar y miraba el reflejó del cielo sobre el agua,los brazos de Rusia me rodeaban, y todo era tan mágico, tan perfecto, un sueño, y lo último era lo que más temía, qué este momento no fuera real, qué todo fuera una ilusión, de la nada comenzé a llorar.
Rusia.
Sentía alegría al poder acariciarlo, felicidad cuando mis brazos rodeaban su cuerpo, cuando mis labios y los suyos se tocaban, cuando su cuerpo y el mío se hacían uno,aquella vista tan hermosa, me recordaba que sólo lo necesitaba a el... Del nada comenzó a llorar y yo le seguí él paso.
México:- Aún no puedo creer que esto es real, no se cómo puede haber algo tan hermoso... Me siento tan feliz.
Rusia:- Yo sí lo puedo creer, mi mundo siempre es así de bello cuándo estoy a tú lado... Y sabes algo, volveremos a estar juntos ya no quiero esperar más, México quiero casarme contigo... Le pediré el divorcio a Alemania en cuanto regresemos cuando eso pase aceptarías huir a un lugar remoto donde sólo seamos tú y yo, donde mi las amarguras ni el dolor exista.
De verdad ésto estaba pasando, era tan tan, no tengo ni palabras para expresar lo que siento, maravilloso, perfecto.
México:- Sí!! -Grito con emoción para después volverle a besar-
Rusia:- Cuándo aquello pase juro jamás volver a soltarte, seremos uno hasta nuestro últimos suspiros, una vida sin ti sería un castigo divino qué me otorgó yo mismo
México:- Un mundo sin ti, simplemente no me lo imagino.
