32) Tortura

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Ciel POV

¿Como podría explicar lo que sentía en estos momentos? ¿Náuseas? ¿Mareos? ¿Ganas insostenibles de matar a Ashley?  Un poco de esas tres... Habia mandado a Sebastian para que citara a los sirvientes a mi despacho (Claro, sin olvidar que le encomendamos a la niña el limpiar todo, sin poder comer postres ni nada por el estilo durante el resto del día.

La puerta sono y sentí que se me paraba el corazón, no quería charlar sobre algo tan vergonzoso con ellos. -Adelante- Dije tratando de que mis nervios no se notaran. La puerta se abrió y por ella entro Sebastian seguido por los empleados. Mi mayordomo se colocó a mi derecha mientras que los otros tres estaban delante nuestro. Tome una bocanada de aire tratando de tranquilizarme, pues en mi rostro habia un ligero sonrojo que trataba de ocultar como sea. Mire por apenas unos a mi mayordomo y me dedico una sonrisa de complicidad que no pude corresponder. Pase mi mirada por los otros tres y suspire. Aclaré mi garganta. -Bu-Bueno... Supongo que tengo algo que aclararles...- No quería hacer esto... Estaba tratando de que mis ganas de tirarme de un séptimo piso no se notaran. -Pues.... En realidad.... Sebastian y yo.... Sebastian y yo..... bueno....- Se me hizo un nudo en la garganta antes de que pudiera seguir hablando, aunque la pregunta que me surcaba la cabeza era "¿Que relación se supone que tengo con Sebastian?" Lo mire en blanco por unos segundos y el me miro preocupado, al parecer notó que no sabía que decir y por unos segundos trate de buscar alguna respuesta en sus ojos rojos. ¿Éramos una pareja? ¿Éramos amantes? ¿Novios sin declarar? ¿Amo y mayordomo? ¿Contratistas con derechos? ¿Mayordomo que cumple los deseos de su amo? No, no, no.... eso último por favor no... Retrocedi un paso algo asustado ante aquella idea. ¿Y si era verdad? ¿Y si él solo esta conmigo de esta manera por ser mi mayordomo o mi demonio?

Al parecer el noto aquello, pues su preocupación se hizo mas notoria -¿Joven amo?- Mire ahora a los sirvientes tratando de evitar la mirada de mi demonio y sentí una mano sobre mi hombro, era Maylene.
-Joven amo... No es necesario aclarar- La mire anonadado, ¿no era necesario aclarar?  -Nosotros comprendemos y estamos muy felices por ustedes.- Una sonrisa adornaba el rostro de los empleados, una sonrisa que me hizo sentir mas calmado.
-Gracias...- Fue lo único que susurre sintiendo mis mejillas rojas.
-Joven amo... ¿Podemos preguntarle algo?- Ante la pregunta del ama de llaves sentí mi cuerpo tenso, temía que preguntara algo relacionado con... con nosotros....
-Si, ¿que pasa?- Trataba de parecer calmado, pero algo me decía que no lo lograba muy bien....
-Ashley-sama... ¿Tiene algo que ver con hechicería o algo asi? Es que... Había muchas cosas raras en su guardarropa...- Me sentí enormemente aliviado, solo era eso...
-No... ella solo... Ella solo....- Y ahora tenía que buscar una excusa para cubrirla. -Es una coleccionista- Y la verdad que para ser una excusa recién inventada no estaba tan mal, pues los sirvientes parecieron creerme y, después de unos "Estamos muy felices por ustedes" y cosas así (Que no hicieron mas que aumentar mi nerviosismo, vergüenza y ganas de tirarme de un décimo piso... si, ya no era un séptimo, era de un décimo), se fueron a terminar sus cosas, dejándome solo con Sebastian
-Joven amo, ¿le ocurre algo?- Su mano izquierda se poso en mi hombro mientras su mirada se clavaba en mi. ¿Debía preguntar? ¿De verdad quería saber la respuesta a esa pregunta? ¿Que tal si era verdad? ¿Y si solo hacía esto para complacerme como mayordomo o por el contrato?  No, no queria saberlo, no quería escuchar algo asi salir de su boca.

Quité su mano de mi hombro y retrocedi unos pasos -No es nada- Pronuncie secamente tratando de ocultar cualquier indicio de mi miedo. El me miro quizas un poco mas preocupado, pero no le di importancia y me apresure a salir del estudio y encerrarme en la habitación. "Si... Si eso es verdad..... Entonces.... El que nosotros hagamos 'eso'... ¿Para el no es nada?" Ante aquel pensamiento me lancé a la cama y me aferre a una almohada, el pecho me dolía al pensar en eso. "Ahora que lo pienso.... Nunca se si él lo disfruta.... El no es humano, asi que él no...él no.... él no se...." Incluso en mis propios pensamientos era incapaz de decir aquello. El color rojo invadió mis mejillas y escondi mi rostro en la almohada, aunque solo estaba yo en la habitación. "Quizás solo lo disfruto yo y para él no significa nada..." y a diferencia mia, estaba mas que claro que no era su primera vez, quizas era la millonésima, quizas para el ya no importaba, y fue entonces cuando el recuerdo del convento al que tuvimos que ir invadió mi mente, ¿yo era como esa chica? Y nisiquiera era una chica... ¿Y si prefería a las chicas? Y con todos esos pensamientos revoloteando sentía que podía morir ahí mismo del dolor que se sentía, era doloroso, no quería pensar en ello, pero no podía evitarlo, no podía evitar toturarme con cosas así.

Kuroshitsuji: ¿Que paso despues? II [Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora