42) Culpable

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Uno de los tres demonios de la mansión perseguía a el pequeño amo por los pasillos, y, para el pesar de Ciel, no se trataba de su fiel mayordomo, no, era el otro imbécil que habia arruinado su relación con Sebastian. -Dejame explicarte, Ciel.... Lo que sea que tenga que explicarte- Le pedía Christian siguiendo de cerca al joven conde. Había estado intentando hablar con él y lo había estado evitando, cosa que el curioso demonio no comprendía. Después de notar que el niño estaba totalmente dispuesto a hacer de cuenta que él era igual que una pared, se adelantó y tomó su brazo. -Ciel, espera- De inmediato Ciel se volteo y golpeo la mano de Christian, lo cual dejo perplejo al pelinegro.
-¡Arruinaste todo!- Los ojos del pequeño brillaban a causa de las lagrimas que en ellos se acumulaban. Sentía rabia, ira, todo junto por haber recibido palabras tan frías de su amante que lo habían herido de verdad, pero nunca pensaría en mostrarse asi frente a Sebastian. -¿¡Por qué le dijiste que no me preocupaba!? ¿¡Por qué le dijiste que me importaba mas mirar un tablero de ajedrez!? -El mayor lo miraba sin saber que decir, no sabía que un simple comentario de su parte fuera a arruinar una relación... y de cierta forma, era estúpido... Arruinar una relación por un tablero de ajedrez... Que idiota.
Ciel soportaba las lagrimas que querían salir de sus ojos esperando una respuesta por parte del demonio, pero al darse cuenta de lo anonadado que este se encontraba, se dispuso a darse media vuelta y reanudar su camino. -Muerete- Susurró con frialdad mientras volvía a mover sus pies.
-Yo no le dije que te importaba mas mirar un tablero de ajedrez- Comenzó a hablar Christian cuando reacciono, volviendo a seguir a Ciel. -El me pregunto que estabas haciendo y yo le dije eso...- El niño apreto los labios y los puños, estaba tan molesto que no aguantó el no responderle
-¡No estaba haciendo eso! ¡Estaba pensando!-
-.....¿Hay diferencia? -El amo de la mansión estuvo a punto de explotar de la ira, pero solo se digno a apresurar el paso y cerrar la puerta de su despacho.

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-Es mi culpa, en serio...- Susurro apenada la pelinegra tratando de justificar los actos de Ciel mientras el hábil mayordomo hacía sus labores, pero éste parecia no darle importancia -Creeme que él estaba muy preocupada por ti... y para tratar de calmarlo comencé a... leerle cosas para niños pequeños y a tratarlo como uno... ya sabes, él se enoja mucho con esas cosas... Yo hice que no se preocupara tanto...- La demonio divagaba tratando de encontrar la manera de cubrir al niño, pues, en parte, sentía que eso realmente era su culpa -Es decir... creo que es mejor el qué este divirtiendose a que este llorando a tu lado... Él estaba muy preocupado, de verdad -El otro demonio en todo lo que la chica habló, no despegó sus ojos de su labor, claramente, a propósito. -Sebastian, ¿me estas escuchando? -El mayordomo se froto las manos y miró satisfecho su trabajo para después encaminarse ignorando el zumbido de lo que él decía ser una mosca para así ignorar completamente a Ashley.

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El adorable y dolido niño ojeaba los papeles que tenia sobre la mesa tratando de contener sus instintos asesinos por matar a Christian, pero en su interior sabia que todo lo que estaba sucediendo era por su culpa, él había sido el que no le había prestado atención a Sebastian, él había arruinado todo.. y aun así, su orgullo de impedía ir corriendo a pedir disculpas.
Detrás de la silla del pequeño niño, casi totalmente imperceptible, una sombra se formaba, mirando la nuca de su objetivo, listo para dar inicio al tan bien trazado plan.

Uno, dos, tres, oscuridad para el joven conde.

Holis~ Y bien? Quien creen que tiene la culpa? Es Christian por decir su estupidez del tablero de ajedrez? Ashley por intentar hacer sentir mejor a Ciel? Sebastian por no querer aceptar que su niño no es culpable? O sera el mismo Ciel por no pensar mas en Sebastian?


Kuroshitsuji: ¿Que paso despues? II [Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora