Pendejas atrapadas en un Danmei (MDZS)

Capítulo 1: Nuestra Realidad Deseada.

Nuestra realidad deseada.

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— ¡AAAAAAAHHHH TODO ES CULPA DEL PATRIARCA YILING! —Se sobresalto, sentándose en donde sea que estuviese, abrió los ojos al terminar de hablar, su corazón latía con rapidez y sentía que estaba sudando frio, su cuerpo tembloroso trataba de conectarse con su cerebro, el cual obviamente no estaba muy completo, pero eso eran detalles menores. 

Sus ojos completamente abiertos miraron el lugar en donde estaba, todo bien, pero como que algo no cuadraba, y no solo era el cabello largo que sentía que caía por su espalda y hombros, como sus ropas, la habitación en donde estaba era enorme, llena de lujos y decoraciones tradicionales, todo al estilo chino antiguo, bajo su cabeza mirándose, traía puestas hermosas y finas túnicas de colores rojos con uno que otro diseño bordado en blanco, miro sus blanquecinas manos, sus manos aparte de delicadas y femeninas, tenían joyas de jade y oro. Estaba tan aturdida que jalando de sus túnicas y cabello se cayo de la cama, sintiendo el frio piso de madera.

Cuando trato de pararse se tropezó con su vestimenta provocando que besara nuevamente el piso, su cabello se enredo un poco con las joyas que traía para recogerlo, con una mano lo tiraba hacía atrás y con la otra se apoyaba de una pequeña mesa que estaba a unos escasos centímetros de donde ella estaba, maldiciendo por su mala suerte logro pararse, sus ojos se fijaron en un espejo, el cual estaba en la mesa con otras cosas que ignoro por completo, agarro el dorado objeto, pensando que era un espejo de mierda, pero era lo único con lo que se podía reflejar, y al momento de ver su reflejo otro grito salió de sus labios, pero este era uno de alegría pura.

— ¡POR LAS BARBAS DE QIREN, FUNCIONO, JODETE VIDA PASADA, TODOS ME LA PELAN, SOY FELIZ! —Grito tan fuerte que su garganta dolió un poco, pero no le importo, había funcionada, transmigro a su realidad deseada, ya no era una simple adolescente de 16 años, ahora era una cultivadora fuerte y empoderada, atrás personajes mamones, llego su reina.

Tanta era su felicidad que no noto la llegada de dos jóvenes, estas vestían iguales y de colores opacos, en sus rostros había preocupación y esto aumento al ver como su señora estaba moviéndose raro mientras reía como una loca.

— Princesa, ¿Se encuentra bien? —La más joven pregunto, deteniendo el baile de la victoria que la transmigrada realizaba, la cual estaba de espalda a ellas, pero al escuchar las palabras de la joven giro su cuerpo en un perfecto movimiento, en el cual su cabeza fue el primero en voltearse, haciendo que su cabello volviera a golpear su rostro, pero poco o nada le importaba, ya que abrió sus ojos de una forma tan terrorífica que asusto a las sirvientas.

— ¿Princesa? —Se señalo, las jóvenes asintieron con miedo— ¿Te refieres a mi? —Otro movimiento de cabeza confirmo lo dicho— ¿Pri-ce-sa? ¿De esas que son hijas de reyes y se educan para ser de la nobleza, a lo machista? —Las jóvenes se miraron antes de volver a asentir— ¿No se están equivocando de persona? —Se señalo, pero las jóvenes solo subían y bajaban sus cabezas.

En ese momento volvió a besar el frio suelo de madera, pero esta vez no sintió el golpe al desmayarse, alarmado a las sirvientas, quienes preocupadas fueron a socorrerla.  

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— Juro por buda, Dios, Ala, Ra y todos los dioses de todas las religiones existentes que voy a matar a esa enana del demonio. —Estaba molesto, indignada y sus ganas de vivir ahora eran nulas, odiaba el esfuerzo físico, era floja de nacimiento, y por algo escribió que seria la hija mimada de un rey y la protegida de una fuerte cultivadora, exactamente para evitar enfrentamientos y entrenamientos en un mundo de cultivación.