Pendejas atrapadas en un Danmei (MDZS)

Capítulo 3: Primer viaje.

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— Llevo 10 horas en esta realidad y aun no veo el rostro todo hermoso, todo perfecto de Wei Wuxian, y lo que es peor, no lo veo joteando con Lan semental Zhan, me siento estafada, ¡Exijo un reembolso! ¡Hagamos un sindicato! ¡PROTESTA! —Un joven guardia se asusto cuando vio a la princesa imperial asomada en su balcón mientras gritaba, ya era extraño que la princesa se sintiera, por lo que verla en ese estado lo alarmo.

— ¿Se encuentra bien? —Pregunto, dispuesto a subir y salvarla de cualquier peligro, pero se calmo cuando vio asomarse detrás de la princesa a una persona conocida.

— Su majestad esta indispuesta, así que es posible que este alterada por los medicamentos que ha tomado, por favor, no se preocupe, yo la cuido. —No espero que el joven hablara y simplemente agarro a su amiga de la nuca y de un jalón la entro a su habitación, cerrando las puertas del balcón.

— Me gusta rudo, pero no tanto. —Se quejo mientras era soltada por Liu Shu.

El tiempo no pasaba como en los libros y series, en realidad pasaba como en la vida real, ¿Sorprendente no? Pues nuestras transmigradas pensaron que sería justamente como en la ficción, algo pasaba y la historia se salteaba a otra escena importante, y como imaginaran en su caso no era así, estaban aburridas, en el caso de Xia Li estaba encerrada en una habitación mientras pasaba el tiempo, no entendía el método de las horas en aquella época por lo que dedujo que eran pasadas las 12 pm y listo, no le iban a meter mucha cabeza a ese tema.

Si bien se habían divertido molestando al gran maestro, ahora estaban castigadas, fue grato conocer al emperador, hombre divino, hombre bien hecho, sin duda un papucho, le daban 9 estrellas de 10, pero no le daban el puntaje máximo al ser un hijo de su santa madrecita, a Liu Shu la mando a hacer 1000 flexiones y estar parada de manos por 5 horas, y todo a plena luz del sol, sabía que pudo castigarla con algo más sádico, pero mover una pierna ya es mucho movimiento para ella, por lo que odio al emperador.

Por su parte Xia Li era su amada hija, así que solo la encerró hasta que aprendiera la lección, pero eso no la molestaba, su habitación era más grande que su antigua casa, la gente rica y sus lujos.

— Calla tu linda boquita, no siento mis brazos y es posible que tenga un nuevo bronceado. —Se tiro al piso, sintiendo la fresco de la madera— Diosito, si existes, llévame porque no tengo las fuerzas para ir donde ti. —Estaba exagerando, en realidad su nuevo cuerpo era más resistente que el acero, pero exagerar era su pasión y no iba a cambiar ese aspecto.

— Anciana. —Se agacho quedando arrodilla a su lado— Estoy aburrida y no he visto a Wifi, ¿Para que viajamos a la realidad de Mo Dao Zu Shi si no íbamos a ver al Wangxian? —Liu Shu la miro, volteando solo un poco su cabeza, con lentitud alzo su mano izquierda y sujeto una de las manos de su amiga, la apretó sin hacerle daño mientras que le dedicaba una pequeña y linda sonrisa, gesto que contagio a la menor.

— Enana. —Xia Li asintió esperando las palabras de aliento que su amiga soltaría.

La conocía, así que debió esperar lo siguiente.

— Me importa dos malditos y putrefactas rábanos que no hayas podido ver a dos jotos celestiales con cabello largo. —Su linda sonrisa no desaparecía, pero el agarre de su mano se hacia más fuerte— Pase 5 horas en el sol, haciendo flexiones y parada de manos, una hora más y me desmayo, así que se joda el Wangxian. —Soltó la mano de su amiga e hizo una mueca, matando su amabilidad y ternura.

— Mientes con los dientes, llevabas más años que yo mirando jotos, esperas verlos igual que yo. —Acuso mientras se paraba— No puedo esperar hasta mañana para empezar las misiones, necesito acción, adrenalina, peligro. —Lo ultimo lo dijo en un gruñido, Liu Shu solo veía desde su lugar como hacia el ridículo.