Capítulo 1: Los nervios del debutante Weddingtown

83 8 0
                                    

Ahí estaba vestido en el mejor traje que el dinero podía comprar, mi padre me había puesto un Charleset (un chaleco corset) de color azul y con dibujos intrincados en este hechos con hilo de oro.



Mi madre la condesa de Cheshire, era una mujer de gran ingenio y gallardía, mi madre había hecho de mi familia de las más influyentes y adineradas de la comarca, el manejar las finanzas era trabajo de las mujeres, mi papel en esta sociedad, solo era el del padre, amante y atractivo esposo, no tenía derecho a decidir por mi vida, solo acatar ordenes de mi madre y aprender mi lugar a manos de mi padre.


Hubiese preferido llevar mi skavij, pero mi padre insistió que para mí presentación en sociedad debería llevar el traje que también había ocupado, el cual consistía en un una camisa azul con bordados de aves en el pecho, de manga larga, un saco de talle largo con una cola de pingüino y botones de calavera, este alguna vez lo llevo mi abuelo, reliquia también de nuestro querido ancestro pirata, un latino de nombre Javier, pero que hemos decidido desterrarlo del árbol genealógico en espera de que su historia no manche el buen nombre de Weddingtown, y menos mi posibilidad de casarme con una mujer de alto nombre.


Mi hermana mayor, Aria, se ha encargado de vender mi imagen, de buscar perfectas caballeras, dispuestas a sentar cabeza, la sola idea de casarme era tentadora a la vez que terrorífica, contraria fue la vez en que mi hermano Carlisle, quien cuando fue presentado ante sociedad era todo coquetería y perfección, él había conseguido obtener el favor de una dama de alto renombre como lo era la Baronesa Hellman, quien había hecho de mi hermano el hombre más feliz del mundo, colmándolo de regalos y de una familia, dos hijas, Carla y Berenice, quienes ya eran enseñadas para ser las siguientes cabezas de su familia y el querido Anthony, el primer hijo de ellos dos, quien sería educado para ser el caballero de la casa.


Aria Weddingtown

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aria Weddingtown


Aunque deseara seguir leyendo y la libertad de la que podían gozar mis hermanas, mi papel era el de padre, amigo, amante y esposo perfecto, mi lugar era al lado de mi posible amada y siendo el perfecto y anegado esposo, quien se encargase de los hijos, quien se hiciera cargo de la casa mientras la esposa es la proveedora, la que maneja las finanzas, quien manejaría mi vida.


Respire mientras me ponían los pantalones de tela de mezclilla de color oscuro que combinaba perfecto con el saco, ver las botas lustradas con un ligero tacón de cinco centímetros, que haría esconder mi pequeña estatura, y ver en el maniquí la capa de tul color blanco que llevaría como complemento, demostraba cual era lo importante, el corte especifico que me habían hecho el día anterior hacía que mi cabello se viera con más risos sin llegar a esponjarse, mentiría si negase que deseaba llorar, no sabía cuál sería mi destino, si el Rey decidía que no era lo bastante bueno para alguna de sus hijas o estas decidían que yo no valía su tiempo, mi debut sería mi despedida, y la soledad de la soltería seria mi salvavidas y acompañante.

Los WeddingtownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora