Capítulo 11: Redes sociales

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La vida universitaria era una cosa aparte, en lo que a mí respecta; ¡Ya me quiero graduar!
Fuera de eso, tenía amigos muy buenos, incluso había gente extranjera que hablaba español puro como yo, asistía a fiestas como dos veces a la año por cuestiones de la universidad y las otras veces eran por cumpleaños. Estaba en mi cuarto año de estudio de la carrera que había elegido, siendo honesta estaba muy tranquila pero a veces me agarraba el estrés y quería tirar todo por la borda.
-Tengo ganas de golpear a alguien-le mencioné a Theo que estaba almorzando a mi lado en la cafetería de la universidad.
-Que agresiva, ¿qué pasó está vez?
-Nada, solo estoy cansada, las clases de la profesora Francesca son desesperantes, habla muy lento y dicta horrible, ¡esa señora necesita jubilarse!- expliqué con frustración
-Tú eres muy impaciente, siempre hay profesores que te van a desesperar, tranquila, solo falta un año y medio para graduarnos- me animó Theo llevando una cuchara de puré de papas a su boca.
Lo miré de reojo y me puse a comer tratando de despejar mi mente.
-Oye Theo
Él levantó la vista hacia mi para que hablara.
- Últimamente yo... Pienso mucho en mis amigos de mi país, no los tenía presente realmente porque la muerte de mis padres agarraba casi todos mis pensamientos y no podía pensar en nadie más, pero ahora es diferente.
Eso era algo que yo estaba sintiendo hace mucho tiempo pero lo retenía, nunca me puse a pensar más allá de esa noche, solo pensaba en mis amigos cuando estaba al borde del colapso, sabía que no me iba a servir de nada realmente, así que me había centrado en adaptarme, en mis estudios y en superarme a mi misma.
-¿Y por qué no los buscas en las redes sociales?- Mencionó Theo con comida en la boca.
-Traga antes de hablar...- me detuve a pensar en lo que dijo- ¡THEO! Claro, ¡redes sociales!- Exclamé
-No me digas que nunca lo habías pensado- me miró sorprendido
La verdad era que sí lo había pensado cuando apenas había pasado un año aquí, pero solo sabía de ciertas personas que tenían, Adriana al menos no tenía redes sociales y yo tampoco y me daba algo de pena pedírselo a los chicos.
-Me pregunto si puedo hablar con Adri desde alguna red social, pero no sé si va ser fácil encontrarla- suspiré
- Pruébalo- Dijo Theo
Cuando iba a hacerlo, el timbre sonó y cada uno fue a su clase, dejándome pensando en lo que había hablado con Theo hasta el final de la clase.

-Muy bien, veamos...
Estaba deslizándome por las cuentas que me aparecían con el nombre de Adriana Malgor, por suerte su apellido no era común, no me tarde mucho en encontrarla, estaba hermosa, no podía evitar recordar las cosas que habíamos hecho juntas.
Le mandé un mensaje que vio enseguida y no se cuanto tardo en responder, ¿tal vez se quedó en shock al darse cuenta de quién era?
AdrianaMalgor_20: Esto es una broma de muy mal gusto...
¿Enserio Adriana? Digo es entendible pero aún así.
SamanthaG_12: Adri, no es una broma, soy yo Sam, si quieres te mando una foto de mi cara, aunque no me veo tan igual.
AdrianaMalgor_20: hum... Dime algo que solo Sam sabe de mí o de nosotras y también mándame la foto
SamanthaG_12: Cuando estábamos en Octavo grado tiraste accidentalmente un bolígrafo que se fué por la profesora de ciencias y solo nosotras dos sabíamos, y...te regalé un collar que combinaba con el mío pero dijimos que lo usaríamos a los quince años, aquí va la foto...
Le mandé una foto simple y no tardó ni cinco segundos para que recibiera su llamada.
-¿Hola?- contesté algo nerviosa
-¡SAMANTHA!- Su voz sonaba menos chillona que antes, ahora tenía una voz más suave, madura y dulce- ¿De verdad eres tú? ¿no me estás mintiendo?- ahora se le escuchaba llorando.
Rayos, yo también estaba por llorar.
-Sí- ahogué un llanto- Soy yo Adri.
-¡Dios!, Estás viva, te extraño tanto pensé que habías muerto pero quería creer que no también- apenas se le entendía.
-Estoy más viva que un árbol dando frutos- lancé una pequeña risa y ella también.
-Pero, ¿dónde estuviste todos estos años? La gente empezó a decir que podrías estar secuestrada y por eso no había rastros de que estuvieras muerta, pero tampoco pudieron encontrarte, sé que la policía de aquí es algo mala pero tu caso era algo raro.
-Sí, estuve secuestrada pero escapé y me tope con gente maravillosa- sonreí secándome las lágrimas- ahora estoy en Italia, específicamente en la ciudad de Palermo.
-¿Italia?- a este punto se le escuchaba más tranquila- Ah, estamos cerca entonces, bueno, más o menos.
-¿Qué? ¿Tú dónde estás?- le pregunté, latinoamérica definitivamente no era donde ella estaba si era así.
-Estoy en España
-¿Qué haces ahí?
-Estudio- me respondió
Nos quedamos en silencio un rato y luego ella habló de que si podía venir a visitarme, algo que me sorprendió ya que no pensé que iba a poder hacer eso.
-Tengo dinero ahorrado y puedo juntar más, además ya casi son vacaciones.
No podía evitar sentirme feliz al escuchar eso, mi mejor amiga iba a venir hasta aquí para verme después de seis años.
-Entonces supongo que te voy a esperar- sonreí
-Sí, iré en cuanto terminen las clases, lo prometo y nos pondremos al día.

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Volvimos con todo, sí.
(◍•ᴗ•◍)✧*。






Un Secuestro DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora