Un Secuestro Diferente

Capítulo 9: Miedo y Calma

Abrí los ojos encontrándome con una habitación que nunca había visto desde que llegué a Italia.
-Despertaste- se acercó Matt preocupado.
-¿Dónde estoy?- pregunté sin moverme.
-En el hospital, tuviste un ataque de pánico y luego te desmayaste- la voz suave de Gaia se hizo presente, su tono era el mismo que usaba cuando trataba a un paciente como psicóloga.
-¿Te sientes mejor ahora?- Me habló Matt mirándome fijamente
Asentí- perdón por preocuparlos
-No digas eso, no fue tu culpa pero... ¿Qué fue lo que viste para que te pusieras así?
Está vez ambos me miraban con curiosidad, la mirada de aquel hombre se hacía presente mi mente, sentía un disgusto al recordarlo.
-Creo haber visto al hombre que mató a mi familia.
Ambos se miraron sorprendidos, yo estaba al borde de volver a caer en llanto, sentía miedo, un miedo irracional, sentía que en cualquier momento podría aparecer frente a mi y matarme.
-Tengo miedo- sollozé- Va venir por mi, no quiero morir, no me dejen sola por favor- exclamé llorando.
Matt me abrazó y acarició mi cabeza- Shh, tranquila, no te va pasar nada, él no podrá encontrarte.
-No tengas miedo Sam, nadie dejará que algo te pase, no te vamos a dejar sola- me habló Gaia sosteniendo mi mano- no estamos seguros de que fue él, pero no te preocupes, estamos aquí contigo.
Lloré como una niña pequeña en los brazos de Matt; estaba tan agradecida por haberme encontrado con él aquel día, Matt me transmitía muchas seguridad y confianza desde que lo conocí, me había recogido sin siquiera saber quién era, se había encargado de que me sienta segura, mientras que Gaia se encargó de que pudiera seguir adelante y superar los sucesos de esa noche.

Cuando salí del hospital y volví a casa, todos me recibieron con un semblante preocupado, parece que se habían enterado de todo antes de que volviera.
-¿Quieres tomar algo o comer algo?- me preguntó uno de los gemelos.
-Estoy bien, gracias Derek
-Soy James- me sonrió
-Ay lo siento, aún me cuesta diferenciarlos. Iré a mi habitación a descansar, gracias por preocuparse por mí- les sonreí.
En cuanto llegué a mi habitación me tiré en mi cama y me quedé acostada de lado un buen rato hasta que escuché que tocaron mi puerta.
-Adelante
-Hola- era Theo- ¿puedo pasar?
Asentí y cerró la puerta detrás de él, me miró por unos segundos antes de lanzarse sobre mi envolviéndome en un abrazo fuerte.
-Me alegra que estés bien, estaba muy preocupado cuando Matt recibió la llamada de que estabas en el hospital, me asusté mucho Sam.
Mi corazón se achicó ante sus palabras, le correspondí el abrazo diciéndole que estaba bien.
-Solo fue un momento- le sonreí
-No me digas eso, se lo que es un ataque de pánico Sam, ya lo tuve, era porque me guardaba demasiado las cosas- su mirada estaba perdida
-No fue por eso en realidad, solo ví a alguien que me recordó esa noche.
Él me miró preocupado mientras sostenía mi mano con fuerza, Theo siempre estaba para mí aunque yo no le pidiera, a veces sentía que no hacía nada por él.
-Ah cierto- buscó algo en su bolsillo- te traje un chocolate.
Sonreí- Gracias Theo.

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