Capitulo 4

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                                      🍄

Había pasado una semana, una semana en la que mi lobo se negaba a hablar conmigo y una semana en la que pude conocer mejor a Kate.

Al final la castaña resultó mejor de lo que esperaba, era amable con todo el reino, e inclusive la gente se emocionaba de pensar que ella pudiese ser su reina.
Pero por obvios motivos mi lobo se negaba a verla como algo más, y pues mi lado humano, solo lograba verla como una posible amiga.

-Muchas felicidades por encontrar una pareja majestad- una persona que pasaba por las calles me  felicito.
Le sonreí sin ganas y continué caminando.

Kate había propuesto salir a dar un paseo por el reino, por lo que ahora me encontraba escuchando como todos la adoraban y nos deseaban una feliz boda.
Claro está que a mi lobo no le agradaron esos comentarios, así que solo lograba sentir su enojo e irritación. Decidí que lo mejor sería terminar la cita y evitar que mi lobo tomara el control e hiciera algo malo.

-Sabes, tal vez deberíamos ir de regreso al palacio- señale al auto negro que nos esperaba- tengo un poco de trabajo que debo terminar.
-Por supuesto, lamento tener que robar gran parte de tu tiempo-agacho un poco su cabeza luciendo avergonzada- Se que como rey debes estar haciendo un gran esfuerzo para poder estar en estas citas.

-Estar aquí también es mi deber como rey, así que no te preocupes- le ofrecí mi brazo para empezar a caminar hacia el auto. Me miro con  desilusión y tomo rápidamente mi brazos para empezar a caminar.
-Es cierto- sonrió con tristeza.

El camino al palacio fue en un silencio algo incómodo hasta que Kate decidió hablar.
-¿Invitaras a algún amigo a la boda?- pregunto con un tono bajito.

- Solo conozco a ryan- sonreí recordándolo -pero en estos momento se encuentra de viaje.- rasque mi nuca algo incómodo- supongo que lo invitaré cuando llegue.
-Ryan es el Beta del reino, ¿cierto?.
-Si, lo conocerás cuando llegue.
- Espero llevarme bien con el- rio emocionada.

Asentí levemente mirando al frente notando que ya habíamos llegado al castillo, por lo que solté un pequeño suspiro de alivio al ya no tener que hablar de la boda.

Las enormes puertas se empezaron a abrir dejando a la vista un gran jardín que llevaba directo al frente del palacio.
-La puedo sentí, ya está apunto de llegar- se digno a hablarme mi lobo después de una semana. Me confundí al no entender la ilusión con la que decía que iba a llegar no se quien.
- De qué demonios estás hablando.
-Cállate y espera, en un momento te vas a arrepentir de no hacerme caso - después de eso no me volvió a contestar, por más que insistí.

Mis nervios no tardaron en aparece.
Qué tal si algún clan que estaba por atacar y el no me había dicho porqué está enojado conmigo.  Aunque eso sería imposible, ya que su orgullo de alfa saldría herido por no poder defender a su manada.
-Lobo estupido- susurre lo bastante bajo para que nadie me escuchara.

Y por un momento en un  pequeño rincón de mi mente pasó la idea de que hablaba de mi mate, pero para alguien que ha esperado tanto tiempo y se ha desilusionado por muchos años, esa idea parecía algo estupida. Aún así eso no quitaba el hecho de que volviera a sentir una emoción inexplicable.

Sin darme cuenta el auto estacionó frente a la entrada, por lo que baje rápidamente para ayudar a Kate a salir.
Sin embargo, me detuve a medio camino por una fuerte punzada en el pecho, lo extraño de esto es que no se sintiera como una punzada de dolor, si no como una de esas que te dan cuando sabes que algo está por suceder.
El sentimiento de "mariposas" en el estómago acompañado de un gran nudo en la garganta no tardó en aparecer, por lo que mi respiración se volvió algo irregular.
Mi vista pasó desesperadamente por todo el jardín del castillo esperando ver a alguien que me hiciera sentir así, pero no encontré nadie. Por lo que supuse qué tal vez estaría dentro del palacio, iba a empezar a correr, pero un fuerte brillo me impidió siquiera dar la vuelta.

Mi Mate, ¿Un Ángel?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora