Jiro ¹⁰

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ADVERTENCIA: CONTENIDO +18 🔥

                   

—¿Cuál es tu contraseña?— pregunto la chica siguiendo los pasos de Jiro a través del cuarto.

Habían quedado de venir a hacer tarea a la casa Yamada, y como ya era costumbre, lo primero que hizo ella al llegar, fue ir a sentarse frente a la computadora, pero estaba bloqueada.

—Yo la pondré.— dijo acercándose a ella.

—¿Qué? ¿A caso es 12345 y te da vergüenza decirme?

—No.— tecleó un par de cosas y la pantalla comenzó a cargar.

—¿Mi nombre y una combinación de números? ¿A caso es nuestro aniversario?— si, había acertado.

—¡Shh! ¡Saburo podría escucharte!— se quejó acercándose a la puerta, cerrandola y poniendo el seguro.

—Jiro, Saburo podría hackearte sin necesidad de saber tu contraseña. Además, estoy segura que tiene cosas más importantes que hacer que estar esculcando en tu historial web. O... ¿es que a caso tienes miedo que encuentre algo no apto para menores de 15?

—¿¡Qué!? ¡N-no! ¡Eso no es cierto!— ella se rió.

—Yo no dije que si era cierto, ¿o si?

Jiro estaba rojo.

—Uhm... esa reacción me hace pensar que si tienes cosas prohibidas aquí.

—¡No no es cierto!

—¿Y por qué la reacción?

—No tengo nada ahí.

—Bien, te creo. ¿Puedes traer mi libreta azul? Ahí está lo que tenemos que investigar.

Jiro se dio la vuelta para ir hasta la mochila, y buscar dicha libreta.

Mala idea.

Sólo bastó con que la chica teclear Por  en el buscador para que este le sugiera dos sitios recientes.

—¡Que pervertido!

—¡Hey! ¡No...! ¡No tenias que...!— Jiro ya no sabia que decir, su novia acababa de descubrir su reciente búsqueda de porno en Internet.

—Era broma lo de pervertido, Jiro. No tiene nada de malo, o bueno, si pero... olvídalo, ese no es el punto. Eres hombre y, creo que de alguna manera lo entiendo. Pero, creo que pudiste haberme dicho que querías mirar, y yo no tenía problema en que lo hicieras, pero, ¿ver a otras?

—Oye, yo...

—Tú nada. Ve a la cama.

—¿Eh? P-para...— le hizo una señal para que ya no dijera nada y él obedeció.

—Estabas escuchandome, ¿o no? Si querías mirar, yo no tenía problema.— comentó comenzando a desabotonar su blusa de la escuela.

Jiro abrió la boca, pues alcanzó a ver la fina tela color rosa que cubría los senos de su novia. Se removió un poco en su asiento, y agradeció al cielo tener a su chica desvistiendose para él.

—Jiro~. ¿Cres que mi ropa interior es linda?— preguntó ella dándose una vuelta, una vez que ya no tenía la falda puesta.

—S-si, es muy linda. Creo que, incluso, combinaria con el piso.

—Eso, Jiro~. Vuélvete atrevido.— mordió su labio. Eso fue la gota que derramó el vaso. O mejor dicho, la chispa que desató el incendió.

Jiro se levantó de la cama, acercándose de manera peligrosa a su novia. Aprisiono su cintura entre sus manos y la besó.

Con gran velocidad, la hizo caminar hasta que su espalda chocó con la pared detrás de ella.

Tomó sus muslos con cada una de sus manos, obligandola a enroscar su cintura. Se pegó más a ella, robandole un gemido que calló en su boca.

—Me encantas— dijo Jiro entre besos.

Llevó una de sus manos hasta la feminidad de su novia, dando leves caricias por encima, sintiendo como poco a poco está se humedecia. Los suspiros de ella terminaban en su boca y eso le exitaba, haciendo que su miembro creciera de a poco.

—Ya estas perfecta.— comentó Jiro haciendo las bragas de su novia a un lado.

Manteniendola pegada a la pared, con una de sus manos libres desabrocho su pantalon y libero su miembro, el cual ya se encontraba preparado para entrar en ella.

Gracias a que ya la había hecho humedecerse, no fue dicil hacer que su miembro entrara de manera fácil, a parte de que la cavidad de su novia ya estaba acostumbrada a él.

La necesidad de ella por sentirlo era tan grande que comenzó a moverse, sin embargo, Jiro quería llevar por sí sólo otro ritmo.

La torturaba mantenidola estática, pero de repente se movía y la hacía gemir alto.

Repartía pequeñas mordidas a lo largo de su cuello, así como lamidas y suspiros contra su piel. La estaba volviendo loca, y haciendo que cada vez estuviera más cerca de su orgasmo.

A Jiro le gustaba ver la cara de satisfacción de su novia, pues sabía que lo estaba haciendo bien.

Sus últimas embestidas eran las mejores, pues eran profundas y prolongadas. El golpe repentino era sumamente placentero, y eso lo amaban ambos.

—Jiro... ya... no... ¡ah!— gritó ella anunciando con un gran gemido su orgasmo.

Jiro, buscando no quedarse atrás, aumentó sus movimientos, cosa que hacía chocar a su novia con la pared, y por ende, generar ruidos.

—¿Chicos?— se escuchó la voz de Ichiro después de tocar la puerta —¿Ocurre algo? ¿Por qué la puerta está cerra...? Yo nunca estuve aquí.— y se escucharon sus pasos alejarse. Jiro y ______ saltaron una risa.

Jiro siguió embistiendola, un poco menos fuerte y finalmente se corrió, descansando su cabeza en el hombro de su novia.

—Casi nos descubren por tus calenturas.— le susurró a Jiro.

—Habría valido la pena de ser así.

—Bueno, pero ya viste que es mejor hacer, que ver— Jiro se acercó con una sonrsa y la besó.

—Y hacer más de una vez, esta mucho mejor, así obtienes experiencia.

—Pervertido.

IKEBUKURO DIVISION | ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora