Saburo ¹

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—¿Qué es eso?— me preguntó Ichi-nii señalando el sobre que tenía entre mis manos.

—Estaba en la puerta y, dice mi nombre.

—¿Otra carta misteriosa?— preguntó Jiro.

—¿Cómo que otra carta?

—Desde hace unos días han estado llegando cartas con tu nombre.

—Así que mi hermanito es todo un rompecorazones, ¿eh?— dijo Ichi-nii soltando una risa.

—¿Qué? Claro que no. ¿Donde están esas cartas, Jiro?

—En mi cuarto, claro.

—¿Y por qué si son para mí?

—Quería reírme un rato. ¿Sabes Nii-chan? La enamorada de Saburo es una poeta completa.

—¡Callate ya, Jiro!

—Jiro, basta. Estuvo muy mal que fisgonearas en la intimidad de Saburo. Devuelve esas cartas.

—S-si, nii-chan.— en cuanto Jiro se fue, Ichi-nii tomó mi hombro y me hizo mirarlo.

—Puede que no sea un experto, pero si necesitas consejos, podría darte algunos— guiño un ojo.

—Gracias, Ichi-nii. Lo tomaré en cuenta, aunque, dudo que algo pase.

—¿Por qué?

—La chica que me gusta. Parece que para ella no existo.

—Tienes una enamorada, ¿pero te preocupa más una chica que no te hace caso?

—Lo habría sabido si alguien no estuviera de chismoso. Gracias— le dije a Jiro, quien acaba de regresar, arrebatandole las cartas que traía en las manos.

—Como te dije, Saburo. No soy un experto, pero deberías de preocuparte más por descubrir a esa admiradora secreta. Quizá, sea la correcta.

Solté un suspiro y me fui de ahí.

Quería estar a solas cuando leyera las dichosas cartas.

Aunque me cueste admitirlo, Jiro realmente tenía razón. Ella era toda una poeta. Además de tener una caligrafía muy linda, no tenía faltas de ortografía.

Era una chica interesante.

  

(...)

  

Han pasado poco más de dos semanas desde que me enteré de la existencia de esas cartas y esa "admiradora secreta".

Disfruto mucho leer lo que escribe. Pues no es de esas típicas cartas de "me gustas" "hoy te veías muy lindo" sino que, me hablaba de un tema cualquiera, su opinión sobre él y al final, lo relacionaba con el amor y comenzaba a sacar su lado poético.

Me encanta recibir sus cartas, pues a parte de todo, le rocía un poco de perfume y me encanta la fragancia.

Ya me ha robado uno que otro suspiro, me preocupa pues, esto es totalmente nuevo para mi.

He sentido atracción por distintas compañeras pero, a ella ni siquiera la conozco y, estoy sintiendo cosas que no quisiera sentir pero, me son inevitables.

Como de costumbre estas últimas semanas, recogí el sobre de la puerta y me encerré en mi habitación. La carta de hoy era muy peculiar, estaba decorada con tonos azules y morados, un lindo margen en tonos más fuertes y el contenido en tinta negra.

"¡Ohayo Saburo!

¿Por qué siempre te doy los buenos días? ¿Será por qué cada mañana dejó la carta en tu puerta?

IKEBUKURO DIVISION | ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora