My immortal #D3.5

Capítulo 11

POV Gabriela

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Tener a un vigilante detrás de ti todo el tiempo es muy incómodo, saber que alguien te vigila y no poder hacer nada que quieras pero no debas. Al menos así es para las personas que no saben comprar a su vigilante, o que su padre no sabe que ya lo tenía comprado desde hace mucho.

Gabriela: Bueno Damián, puedes retirarte —le dije antes de llegar al lugar secreto que comparto con Luis—. Dile a Javier que has hecho un excelente trabajo para que te dé tu paga.

Damián: Muchas gracias, señorita.

Sonreí con amabilidad y seguí mi camino en cuando Damián se alejó. Llegué hasta el lugar, Luis ya estaba esperándome sentado en el pasto, me vio y colocó su mano junto a él para indicarme que me sentara.

Luis: Creí que los señores te habían impedido salir.

Gabriela: Tuve que mandar a Damián con Javier, ya sabes que es él quien le da la paga a mi guardaespaldas.

Luis: Cierto... El chico más rico y lindo de la residencia, ¿verdad?

Reí ante lo que había dicho.

Gabriela: ¿Estás celoso? —pregunté con un poco de burla.

Luis: Claro que estoy celoso, el chico con la clase social más alta y más solicitado es muy amigo de mi novia.

Volví a reír.

Gabriela: Javier está detrás de Dominic, no tienes que preocuparte.

Luis: Tenemos que mantenernos en secreto, ¿aún no tengo de qué preocuparme?

Gabriela: Es por tu bien.

Luis: ¿Por mi bien o por el tuyo? —¿Está hablando en serio?— Mateo me dijo lo que le pediste.

Gabriela: Es algo inofensivo.

Luis: Es peligroso.

Gabriela: No tanto como esto, si pasa algo malo yo me encargaré, no le pasará nada a tu hermano.

Luis: Mateo te obedece a ojos cerrados.

Gabriela: Eso está bien para mí.

Luis: Claro que está bien para ti.

Gabriela: Creí que ya habíamos hablado esto —tomé su mano—. Si descubren a Mateo yo puedo evitar su castigo. Si nos descubren a nosotros no podré evitar tu castigo y los dos sabemos cual será —suspiré—. Es por tu bien, Luis, no quiero que mi padre te mande matar.

Luis: ¿De verdad sería capaz de ello?

Gabriela: Conociéndolo también mataría a Mateo para asegurarse que no lo engañamos. Al mantener nuestra relación en secreto también estamos protegiendo a Mateo.

Suspiró rendido.

Luis: Está bien.

Gabriela: ¿Confías en mí?

No contestó.

Gabriela: ¿Luis?

Luis: Eres una mentirosa.

Gabriela: ¿Y? Sabes que no te puedo mentir a ti.

Luis: Pero también sé que tienes tácticas para mentirme, porque no me puedes mentir a los ojos.

Gabriela: Entonces no confías.

Luis: No todo lo puedes arreglar con mentiras.

Gabriela: Miento cuando es necesario.