❝Capitulo 26❞

9.4K 1K 709
                                    


Nada fija tan intensamente un recuerdo como el deseo de olvidarlo
-Michel de Montaigne.

Había pasado un poco mas de una semana desde aquella noche, había estado ignorado mis sentimientos todo ese tiempo, para mantener mi venganza en pie, tenia un nuevo paciente, era un niño de apenas 6 años, él había estado robando todo mi tiempo los últimos días.

Pensar que la vida es tan injusta con algunas personas.

Mi celular empezó a vibrar indicando una llamada entrante.

—Hola. —Hable en cuanto conteste la llamada.

—Voy en camino llegar en media hora. —Escuché atreves de la bocina del celular. —Hoy no puedes cancelar nuestra cita otra vez. —Volvió hablar al no recibir respuesta de mi parte.

—Supongo que no. —Solté una pequeña risa al final. —¿Adónde iremos? —Pregunte interesado.

—Ya lo veras cuando llegue. —Respondió. —Que hermoso te ves hoy. -Escuche por la bonica del celular, y detrás de mi.

Al darme media vuelta, pude ver a Minho con un traje negro, corbata azul marino y su cabello peinado a un lado, sin dejar de verse rebelde.

—Creí que llegarías mas tarde. —Hable recibiendo su beso.

—No podía esperar, has estado evitándome. —Hablo en medio beso.

—Me iré a cambiar, puedes esperar. —Pedí tomando su mano, caminando por los pasillos del hospital, dejándolo en la sala de espera.

Me cambie lo mas rápido posible, poniéndome un pantalón de mezclilla negro, y una camisa de botones blanca.
Peine un poco mi cabello después, y puse un poco de bálsamo de labios.

Sonreí en el espejo viéndome de arriba a bajo, una vez me sentí listo salí en busca de Minho.

Llegue a la sala de espera minutos después viendo a Minho sentado viendo a la nada, esperando por mi. Sonreí acercándome a él, tomando su mano. —Vamos.

Minho se puso de pie haciendo entrelazando nuestros dedos.

Caminamos hasta la salida del hospital topándonos con mi nuevo paciente favorito.

—Es su esposo Doctor. —Hablo la dulce y tierna voz de mi paciente.

Minho me vio apenas un segundo sorprendido. —Claro que si. —Contesto al instante jugando con el cabello del menor.

—Me llamo Soobin, tengo 6 años. —Se presento él pequeño haciendo una pequeña reverencia.

—Lee Minho 32 años, soy policía. —Saludo con una gran sonrisa.

—¿Esta noche no cuidara mis resultados? —Pregunto Soobin viéndome con un puchero en sus labios.

—Lo hará la enfermera y me informara de todoo, todooo. —Respondí alargando las últimas palabras.

—Y si llega un riñón nuevo para mi, y no estas, ¿Quién me lo pondrá? —Pregunto aun con un puchero.

—Si eso pasa vendré corriendo hasta aquí, para ponerlo yo mismo. —Aseguré.

—¿Lo promete? —Interrogo suavizando su puchero, sonriendo ahora.

—Claro que si, yo te curare ¿Recuerdas? —Sonreí tomando su hombro, agachándome a su altura susurrándole al oído. —Eliminaremos al monstruo que vive dentro de ti.

—¡Si! —Grito Soobin. —Ya me voy mamá debe estar buscándome. —Hablo justo antes de salir corriendo por los pasillos.

—Tengo envidia. —Bufo Minho, haciendo pucheros al igual que Soobin. —Pasaste las noches cuidándolo, y ¿que hay de mi?

Solté una risa al ver a Minho actuar asi, tal niño mimado.

—Él te ve mas que yo. —Acuso abrazándome, empezando avanzar a la salida asi, abrazados.

—Pero a ti te amo mas que a él. —Dije observando su rostro, viendo como cambio rápidamente por una sonrisa. —¿Vamos?. —Hable cuando Minho paro su paso.

—Si. —acelero el paso llegando a mi.

—¿Minho? —Hable cambiando tomado de la mano de Minho

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Minho? —Hable cambiando tomado de la mano de Minho. —¿A donde vamos? —Volví a preguntar.

—Ya lo veras. —Susurro cerca de mi oído.

—¿Ya puedes quitarme la venda? No puedo ver nada, y si me caigo. —Hable sintiéndome inseguro al caminar a ciegas.

—Listo. —Minho se puso detrás de mi, y quito poco a poco la venda en mis ojos. —Llegamos.

—No. —Sentí mucha nostalgia al ver aquel lugar. —¿Qué es esto?, ¿Qué hacemos aquí? —Pregunte sintiendo mi vista nublarse por las lagrimas.

—Aquí fue donde te pedí que fueras mi novio.—Respondió Minho. —La cancha de basquetbol. ¿Recuerdas?

Asentí en silencio, viendo todo el lugar, las velas en el suelo, con una pequeña manta extendida en el suelo y un par de bocadillos. —La final entre las preparatorias cuando no pudiste jugar por tu pierna lastimada.

—Esperaste al otro lado de la cancha, negando con tu cabeza al verme sentado en las gradas.

—No podias caminar y aun asi escapaste, para ver el juego, me enoje mucho. —Recorde.

—Pero ese dia en la noche, fuiste a mi casa e hiciste exactamente lo mismo que yo, me arrastraste hasta aqui, cambiando la cena por una pelota de basquetbol, diciéndome.

—Esta vez, serás tu quien enceste dando la victoria.

—Esta vez, serás tu quien enceste dando la victoria. —Hablamos al unísono, soltando una pequeña risa al final.

—Fue entonces que me di cuenta que quería estar toda la vida contigo. —Hablo Minho, poniéndose de rodillas frente a mi. —Justo como hace 8 años, Jisung ¿Quieres volver a casarte conmigo? —Pregunto dejando ver un gran diamante.

 —Justo como hace 8 años, Jisung ¿Quieres volver a casarte conmigo? —Pregunto dejando ver un gran diamante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

➜᎒minsungpapas.

Tu novio te engaña ➸ Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora