Un día cómo cualquier otro fue un día como ningún otro. (Shuji Hanma y T/N)

Lo odio

Día 1 10:22

¿Por qué? ¿Por qué hoy? ¿Por qué a mi? El destino de seguro me ha de odiar como para que el único lugar al que creía que no llegarían esos delincuentes, el único lugar al que yo salía feliz, el único lugar que me importaría perder sería el lugar al que decidieran ponerle los ojos encima.
Sentía un nudo en el pecho que no me dejaba respirar ni moverme, ahora en verdad que quería golpearlo o tan sólo gritarle o lo que fuera, sólo quería que el se muriera, lo odio, lo odio, lo odio.

?: Pues a mi me pareció un golpe bastante duro.

Esa voz me forzó a respirar al sentir una palmada en mi espalda haciendo que volteara con una cara molesta pensando que era Hanma de nuevo, lanzando un golpe a lo que era la altura de su cara pero terminando golpeando solo el aire dejándome algo confundida bajando mi mirada hasta ver un rostro sonriendo, una cara que no encajaba para nada con el cuerpo tan trabajado que tenía el rubio frente a mi.

?: Oye Mikey, no deberías molestar a gente que no conoces.

Mikey: Kenchin, si te hubieras acercado tu a hablarle de seguro si te hubiera golpeado el rostro.

Este chico, "Mikey", estaba riendo tan natural y yo soló me sentí apenada de que tenía razón, aunque se me hubiera acercado el otro tipo "Kenchin" a hablarme la furia nublaría de igual manera mi pensamiento y no hubiera distinguido que la voz de ambos era muy distinta a la de Hanma, además del hecho que este otro rubio con trenza si tenía una altura comparable a la de Hanma aunque un poco más bajo, diablos ahora me sentía como una inútil.

"Kenchin": ¿Eh? Ya te he dicho que no uses ese apodo en lugares como estos, además ¿crees que no me hubiera quitado?, si Emma no me golpea menos dejaría que lo hiciera una chica que no conozco.

Su mirada desde esa altura parecía despreciarme y ahora no sabía qué decir para excusarme o disculparme tan siquiera por mi idiotez.

Mikey: Está bien te creeré Kenchin, oye yo soy Mikey y él es Draken, mucho gusto señorita llorona.

T/N: ¡Tu no me llames así! ¡Es más ni siquiera ese poste de luz debería hacerlo! Ag, ¿quién demonios se cree? ¡Ojalá que se muera ag lo odio, lo odio, lo odio!

Draken: Oye tranquila no deberías llamarlo así, Valhalla no tiene fama de golpear a mujeres pero no querrás tentarlos a empezar contigo.

T/N: ¡Pues que lo intenten, le partiré la cara, se lo merece!

Mikey: Apenas y alcanzas su rostro estirándote, ¿cómo esperas hacerle un rasguño?, además no creo que duelan tus golpes.

Su cabeza inclinándose para ver las pesas detrás mío sólo me hizo sentirme inútil de nuevo, esa gota derramó el vaso, así que tomé mi toalla limpiándome el rostro, tomé mi mochila y saqué mi sudadera para poder irme, llegando a la puerta volteo a verlos antes de salir.

Mikey: ¡Adiós ternura! 

Draken: Jajaja Mikey no digas eso.

Al otro poste de luz le causó tanta gracia que hasta se encorvó agarrando su estómago, y yo naturalmente me puse roja pero era una mezcla de pena y enojo, miré el escritorio de la recepción y al ver una botella de agua la tomé con todas mis fuerzas y se la lancé a la cara de Mikey, no tenía esperanza de darle pues posiblemente ni llegaría la botella así que sólo salí de ahí dándoles la espalda.

Mikey: Pues al parecer si se enoja si tiene buen brazo, gracias Kenchin.

Draken: Tu causaste su enojo.

La mano de Draken estirada enfrente de Mikey deteniendo la botella a centímetros antes de golpearlo parecía una escena de película, fue una lástima perdérmelo pero sí dejó a los demás presentes con la boca abierta.

Mikey: Todo es culpa de ese tal Hanma yo no tuve nada que ver, volvamos al ejercicio, ¿cuánto estabas levantando?

Draken: Testarudo como siempre, estaba en 110 antes de todo el alboroto, sólo espero que la paz que suele haber en este lugar no se pierda.