¿Yo?

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Día 1 10:15

¿Mirándome? ¿Por qué estaría mirándome?

Hanma: ¡Mira mira Chonbo! ¡Que ternura!

¿Por qué? ¿Por qué empezó a correr? ¿Y por qué corre hacia mi? Quería llorar por los nervios pero ¿Qué haría después? No quería mostrarme débil ante ellos no sé qué podrían hacerme si lo notaran, cada vez estaba más cerca y los nervios me invadían, sacó las manos de sus bolsillos ¿Por qué levanta las manos? ¿Debería hacer lo mismo? ¿Me quiere abrazar?

Chonbo: ¿Eh de qué hablas? Ah, no puede ser tienes razón.

Ahora él también corría hacia mi, ¿Qué estaba pasando? Sólo quería salir huyendo y llorar sin que me vieran, cerré mis ojos en cuánto sentí que Hanma ya estaba muy cerca y contuve mi respiración... pasaron los segundos y no noté nada más que su risa a mis espaldas por lo que con algo de miedo y nervios abrí mis ojos ya algo llorosos, giré lentamente y viendo ya a ambos agachados me percaté de a lo que les decía ternura.

Hanma: ¿En serio hay gente que usa mancuernas de menos de 2 kilos?

Chonbo: E incluso las hacen de colores.

Ambos reían y yo sólo estaba ahí parada inmóvil a punto de llorar ahora no sólo por el hecho de que me habían espantado si no porque me estaban humillando sin saberlo, miré a mis pies y junto a mi estaban las mancuernas de 1.5 kilogramos que eran con las que me sentía más cómoda y sentía que hacía realmente un esfuerzo cómo ejercicio. Me dieron ganas de golpearlos a ambos por hacerme sentir mal pero estaría loca si pensara en hacerlo realmente, ellos me matarían antes de que pudiera pedirles perdón. Estaba preparando mi pierna para patear las mancuernas hacia ellos, cualquiera hubiera dicho que es una mala idea, que me rompería un dedo o algo pero mi mente no lo pensó de esa manera, de no haber sido porque Hanma volteó a mis pies sí las hubiera pateado.

Hanma: Mira aquí están las que faltaban.

Estirándose tomó ambas mancuernas con una mano cuando yo tenía que usar las dos, el tenerlo tan cerca me hizo darme cuenta de su olor a nicotina de seguro fumaba mucho y eso me daba algo de asco, quise agacharme para recoger las mancuernas e irme a otro lado a seguir con lo mío pero el ya estaba incorporándose y no me pude detener porque perdí el equilibrio así que sólo sentí un fuerte golpe en mi nariz al haber chocado con su cabeza, esto hizo que cayera de espaldas golpeando mi trasero y espalda, estaba casi segura de que mi nariz se había roto aunque ni siquiera estaba sangrando, me tapé la cara con mi mano y sólo lo vi verme algo molesto lo cual hizo que combinado con el dolor de mi nariz unas lágrimas escaparan por fin de mis ojos y cayeran por mis mejillas, lo último que noté antes de que me golpeara por culpa mía fue un olor a almendra en su cabello, quizás si dejara de fumar olería mejor. Creo que le causó gracia el verme en ese estado que se dibujó una sonrisa en su rostro que me hizo sentir como su burla, al llevar su mano a su cabeza y sobarse comenzó a hablar.

Hanma: Oh vamos, no creo que haya sido tan fuerte el golpe.

Se arrodilló cerca de mi y con sus manos quitó la mía dejando a su vista mi nariz tornándose morada e hinchada además de mis ojos llorosos y mis mejillas manchadas de lágrimas.

Hanma: ¿Fue lo suficiente para hacerte llorar?

Mi cara se tornó roja cuando el acercó su rostro al mío y comenzó a verme fijamente y de cerca ocasionalmente inclinando su rostro pero sin despegarme la mirada.

T/N: Ah ah es-espera ¿qué-qué...?

Luego se separó un poco y con sus dedos tocó mi nariz haciendo que por las punzadas de dolor me alejara un poco soltando una pequeña queja.

Hanma: Pues no parece rota.

Ahí fue cuando comprendí que estaba checando si me había roto el tabique, el que no lo haya roto me reconfortó un poco quise soltar mi mano de la suya pero lo que sentí en cambio fue cómo uso ambas rodeando mis muñecas para levantarme del suelo, un pequeño grito de sorpresa iba a salir de mi boca pero lo detuve antes de que se escuchara.

Hanma: Perdón por eso.

?: Ya hay que irnos, el viejo aceptó, y ya me estoy quedando sin frituras.

Chonbo: Vamos Hanma ya oíste a Chome, además es raro verte disculparte con alguien. 

Por fin soltó mis manos y dejándolas juntas las bajé despacio aún algo confundida y nerviosa pero ya había parado de llorar, el del tatuaje comenzó a caminar hacia la entrada mientras los demás que venían con ellos salían, Hanma de una manera algo brusca uso sus pulgares para limpiar mis lágrimas mientras reía.

Hanma: Hasta luego señorita llorona.

Me soltó y caminó pasando al lado mío, unos pasos después volteó notando que seguía en la misma posición, yo no quise voltear ni siquiera al reflejo del espejo, quería desaparecer o que la tierra me tragara.

Hanma: Te ensuciaste un poco.

T/N: N-no hay problemaaah.

Regresó y comenzó a sacudir mi espalda con su mano bajando cada vez más y al final pude sentir dos azotes en mi trasero intentando sacudir el polvo de este.

Hanma: Vaya no eres muda.

Mi cara quedó más roja que antes y mis manos temblaban sin saber qué hacer, mientras se alejaba levanté un poco la mirada.

Hanma: Ya te puedes mover ternura.

Dijo dándome la espalda y sacudiendo su mano mientras se alejaba aún riéndose de mi. Mis ojos se levantaron y lo vieron salir por la puerta como si nada.

T/N: ¿Te-ternura? ¿Yo?

Un día cómo cualquier otro fue un día como ningún otro. (Shuji Hanma y T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora