Familia de conejos.

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FAMILIA DE TRES.

Estaban cenando en la residencia Uchiha-Uzumaki; Sakura llevaba dos meses viviendo con ellos, y a Naruto aún se le llenaban de lágrimas los ojos cada vez que la niña lo llamaba papi, bajaba a cenar con ellos, incluso cuando la veía hacer la tarea que su maestra de primer grado le mandaba.

Esa noche, Sasuke estaba sentado en la punta de la mesa, Naruto a la derecha y Sakura a la izquierda, esos eran sus lugares en la mesa familiar.

- Papá, Papi, ¿puedo pedirles algo? -

Automáticamente ambos adultos pararon de comer y voltearon a ver a la niña, después de todo, ella no les había pedido nada en todo el tiempo que llevaba con ellos, que dijera eso ahora ameritaba toda su atención.

- Seguro bonita, ¿Qué es lo que quieres? - Sasuke ya estaba listo para proporcionarle lo que sea que quisiera.

- Bueno, es solo que... En mi colegio se va a hacer una fiesta... Y es una fiesta de padres e hijos...- los mayores asintieron, el colegio les había enviado un mail sobre el tema unos días atrás, pero habían estado esperando que la niña sacará el tema. - Me preguntaba si ustedes querían ir... Cómo mis padres-

La pelirosa miraba su plato de comida fijamente, con las mejillas rojas de la vergüenza; Naruto comenzó a derramar lentas lágrimas de emoción, por otro lado, Sasuke, moría de la ternura, Sakura era una niña de los más dulce, ella quería que vayan en su nombre, como sus padres.

- ¡Seguro que sí, Dateballo! Estamos encantados de ir- expreso a los gritos el rubio. - La fiesta tiene alguna temática? - pregunto algo que ya sabía, pero quería que ella le respondiera.

- Es de disfraces-

- ¿Y tú de que te quieres disfrazar? - le pregunto el morocho.

- De Sakura Uchiha-Uzumaki- respondió automáticamente, sin pensarlo.

- Eso no es un disfraz Saku- le dijo el abogado.

- Pero es lo que quiero ser- Esa respuesta paralizó a los adultos.

- Tu ya eres Sakura Uchiha-Uzumaki cariño- le dijo el rubio, mientras se limpiaba las lágrimas que caían por sus mejillas.

- No quiero disfrazarme y dejar de serlo-

Esa niña quería ser su hija, no los negaba, no estaba disconforme, ni nada por el estilo, ella genuinamente los quería como padres y llevar su apellido.

- Cariño, que te disfraces, no cambiará eso. Por ejemplo, si papá se disfraza ahora, no deja de ser Sasuke Uchiha, será Sasuke Uchiha con un disfraz- intento explicarle su papi.

- Estás seguro? - ella dudaba

- Te lo prometo- respondió esta vez Sasuke, porque Sakura podía ser muy inteligente, pero seguía siendo una niña inocente, que necesitaba protección y seguridad. Su miedo era que, si se disfrazaba, perdería el apellido que sus padres le habían dado, y con eso también a ellos, era su deber darle la seguridad de que eso no sucedería.

- ¿Entonces podemos comprar disfraces de conejos? - esta vez, con tono de ilusión pregunto.

- Mejor, ¡papi se encargará de hacer los mejores disfraces ce conejo del mundo! - le respondió Naruto, hablando en tercera persona. Le gustaba referirse a sí mismo como "papi", era el nombre que su hija le había dado.

- Disfraces? - pregunto el Uchiha, haciendo énfasis en el "es" que hacía plural la palabra.

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La familia Uchiha-Uzumaki entro al edificio disfrazados, como una familia de conejos. Sakura traía un cancán blanco y un mono corto rosado de tela paillette, con un pompón blanco como cola; su cabello rosa estaba sujeto en dos colas altas y traía una vincha con dos largas orejas blancas, una parada, y la otra doblada a la mitad.

Sujetando su mano izquierda estaba Naruto, con un disfraz tipo pijama largo, de un suave naranja, y con orejas del mismo color paradas ambas. El rubio estaba acostumbrado y cómodo con las miradas enfocadas en su familia.

Por otro lado, tomando la manita derecha de Sakura, estaba el imponente Uchiha, con el mismo pijama que su pareja, pero de color negro, y con orejas igual de oscuras, pero caídas a los lados de su cabeza.

Sasuke estaba avergonzado de su disfraz, si fuera un animal, el definitivamente no sería un conejo, pero su imagen del traje cambio completamente cuando las presentaciones comenzaron.

Habían pasado varios de los compañeros de su hija, presentándose según sus disfraces. El Uchiha reconoció que el disfraz de su hija era por lejos el mejor y más llamativo de todos los niños presentes, tenía que darle crédito a Naruto por hacer semejantes trajes en solo días.

Primero paso una rubia niña, que reconoció como Ino Yamanaka, la primera amiga de Sakura, con un vestido y tiara de princesa. Tiempo después se presentó Hyūga Hinata, otra de las amigas de su niña, disfrazada de Bailarina. Y luego fue el momento de la pelirosa.

- Mi nombre es Sakura Uchiha-Uzumaki, soy la hija de Sasuke Uchiha y Naruto Uzumaki, y estoy disfrazada de conejo, como mi familia.

Naruto a su lado lloraba y sacaba fotos sin parar, y él hizo la segunda cosa que sorprendió a todos los presentes, sonrió. Lo hizo con felicidad, con orgullo. Ya no le importaba llevar un ridículo disfraz de conejo, al contrario, estaba contento de hacerlo, porque eso lo identificaba como el padre de esa pequeña y hermosa conejita, que, frente a tantas personas, los había reconocido como sus padres y familia.

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