Tres errores y un trauma de por vida.

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Itachi siempre lo supo.

Su hermano y cuñados parecían dispuestos a traumarlo, cada vez estaba más seguro.

Había escuchado el primer beso y un trio, había visto la tensión sexual en el aire, casi cortable con un cuchillo, de ellos en el gimnasio...

Incluso una vez, en un almuerzo familiar en la casa de ellos tres, aquellos mocosos entraron para "preparar la ensalada". Él, inocentemente, fue para ayudarlos, cuando vio a su dulce y pelirosa cuñada sentada en la mesada de la cocina, con su hermano besándola y sus manos sobre los pechos de ella, y la rubia cabeza de su cuñado metida entre las piernas de ella, besando lo que su short no cubría, y con una de sus manos apretando el trasero del Uchiha.

Esas, y cientos de situaciones más habían tenido que ver y escuchar sus pobre sentidos.

Pero la peor, sin duda, la peor de todas, fue una noche en la que se había quedado a dormir en la casa de ellos. 

Se había mudado hacia dos años a Estados Unidos, para continuar la expansión de la compañía Uchiha, y no quería molestar a sus padres pidiéndoles hospedaje mientras estaba un par de dias en su ciudad natal. Pensaba descansar en un hotel, pero su hermano y hermanos políticos insistieron en que se quedara en su hogar. No pudiendo negarse ante la amabilidad de ellos, acepto a la propuesta, su primer gran error.

Esa misma noche, se pue a dormir temprano, pues hábitos de gente adulta mayor -29 años-, y no cerro con traba la puerta de su habitación, segundo gran error.

A eso de las cuatro de la madrugada, los tres dueños de la casa, entraron borrachos y enfiestados, ya que había salido. Acostumbrados a vivir solos, entre besos y manoseos se fueron desnudando y calentando aun mas de camino a la habitación.

Abrieron la puerta que creyeron era su recamara, y en un raro nudo de brazos y piernas, negados a dejar de besarse, se tiraron a la cama.

Itachi, al sentir el peso de los tres cuerpos caer contra él, comenzó a gritar, y ante los gritos de este, el trio también empezó a chillar.

El Uchiha mayor, sin parar sus alaridos, prendió la lampara de la mesa de luz mientras los tres chicos se paraban fuera de la cama. Entonces, los gritos dejaron de ser por miedo, para pasar a ser de sorpresa y vergüenza. Naruto y Sakura en ropa interior y su pequeño hermano completamente desnudo.

Itachi se cubrió los ojos con las manos, pero era tarde, la imagen estaría de por vida grabada en su retina.

Los dueños de casa usaron eso como un indicador de huida, y salieron corriendo a la que efectivamente era su habitación.

Su tercer error fue que creyó que el trauma terminaría ahí, pero unos minutos después, aun en shock por lo que había sucedido y sin poder volver a conciliar el sueño, porque cada vez que cerraba los ojos volvía esa imagen a su cabeza, escucho gemidos y golpeteos contra la pared que estaba sobre su cabeza.

Resignado se giró en la cama, dio play a una lista de sonidos relajantes de Spotify, y cubrió completamente su cuerpo de pies a cabeza con una colcha.

Itachi siempre lo supo, que esos tres mocosos eran unos calenturientos que solo querían traumarlo de porvida. 

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