Overlord Guerra De Mundos

Primer Movimiento (Final)

- Hola, queridos vecinos, me presento, soy Ainz Ooal Gown, espero no molestarlos con mi visita- ... 

-¿Q-qué quieres?- gimió el emperador, en un desesperado intento de demostrar que no se vio afectado por la llegada del no muerto. Para su desgracia tuvo el efecto contrario, pues a los ojos de los guardias, Jircniv era un gobernante imperturbable, y su aspecto nervioso y asustadizo los dejo perplejos,  haciéndolos flaquear  por un instante, no mucho, sin embargo lo suficiente como para demostrar quien llevaría la delantera en la siguiente conversación.

- Arrodíllense .ante. el. Supremo - Bramo el gigantesco Insectoide azulado.

Inmediatamente y sin lograr poner resistencia todos cayeron sobre sus rodillas, incluido Jircniv, el aire frio congelaba sus pesadas respiraciones, los corazones latían tan rápido que su palpitar se escuchaba a metros de distancia, no fue magia, no fue una habilidad, no fue voluntad, simplemente el helado suspiro de la criatura los obligo.

- Que. debilidad. pensar. que. ninguno. logro. soportar. la. presión-

-Tranquilo, Cocytus, he venido a hablar pacíficamente con mi anfitrión- 

De pronto un trono negro se levanto dentro de la habitación, y con un elegante y preparado movimiento se sentó en  frente del emperador. "Que miedo, pensar que es mi primera audiencia con un emperador, tratare de no quedar en ridículo frente a el".

-¿se encuentra bien rey Jircniv?-

... - Quiso hablar, sin embargo la potente voz del ser frente a el lo dejo sin palabras, solo pudo emitir unos ahogados sonidos que apenas fueron percibidos.

- Si. mi. Rey. pregunta. tu. respondes-

-S-si perdón-n - dijo mientras tiritaba

- Olvidas. el. titulo. humano-

-Cocytus, despreocúpate, esas trivialidades no tienen relevancia, y en cuanto a usted se lo ve bastante nervioso por hablar conmigo- Dijo Momonga preocupado por la salud del rey.

Jircniv lo sabia, esas palabras de falsa preocupación fueron dichas para presionarlo.

-No su majestad, me encuentro bien- aclaro el rey mientras una gota helada recorría su espalda.

-Me alegro que sea así- Dijo la muerte con buenas intenciones -Veras, estuve indagando en este nuevo mundo, muchas cosas llamaron mi atención; los dioses, los trece héroes, los dragones, y algo peculiar me intrigo, dime, ¿serias capaza de responder mi pregunta?- cuestiono la muerte.

-Siempre que se encuentre en mis posibilidades, su majestad- dijo Jircniv arrodillado.

-¿Por qué todavía existen los humanos?-

- eh?... -

-Claro, piénselo detenidamente emperador, los seres humanos son débiles, lo suficiente para decir que, de no ser por sus números nunca hubieran logrado sobrevivir, aun así aquí están, podríamos suponer que su ingenio le permitió escabullirse hasta fortalecerse, que las fuertes torres y murallas los protegen de las invasiones demihumanas y heteromorficas, sin embargo, el simple resoplido de un dragón podría derrumbarlas fácilmente, las flamas de los demonios debieron incinerar todas sus edificaciones, la codicia de los ocho reyes debieron arrebatarles todo, a pesar de todo eso, sobrevivieron como la especie mas predominante.

No cabe duda que la adaptabilidad y la inteligencia humana son claras ventajas, sin embargo, en este mundo la comparten con varias especies, los mismos elfos, que dichosos de longevidad y cultura se encuentran en peligro de extinción, ¿Cómo es que pudieron sobrevivir si no es con ayuda externa?-

-Y-yo no se q-que decir, su majestad, b-bien puede tener razón, e-en un principio los seis grandes dioses nos ayudaron a s-sobrevivir, supongo-

- Voy a ser sincero Jircniv, quiero conocer la historia de este basto mundo desde antes de mi despertar, y para ello necesito que me preste sus mas antiguos registros- Dijo el esqueleto con la esperanza de haber sido lo suficientemente cordial.

La mente del emperador iba y venia, no podía ceder todo la información que sus ancestros recopilaron durante siglos, pero temía las consecuencias de no hacerlo. Tras divagar durante durante unos segundos, tiempo suficiente para enfriar su mente finalmente hablo - Su majestad, estoy dispuesto a brindarle información, pero a cambio, me gustaría un tratado de no agresión - preocupado por la respuesta el rey simplemente agachó la cabeza esperando que su propuesta no traiga mayores consecuencia, y para su fortuna, así fue.

-interesante, interesante, estoy de acuerdo, sin embargo no es momento, derivare el acuerdo a mis subordinados, son muy capaces en estos ámbitos- 

Jircniv no lo podía creer, quizás esta alianza fuese una condena, pero si esto le da tiempo suficiente para aliarse y protegerse lo suficiente, podría idear un plan para vencer a este monstruo.  

Nadie lo supo, pero esta pequeña "alianza de papel" fue el primer paso, el primer movimiento, hacia una guerra que desencadenaría en una masacre ...